¿Qué mejor manera que acabar el primer día del Campus Víctor Claver con la visita del MVP de la Final de la Liga ACB y flamante campeón de la Euroleague 2015? Sergio Llull apareció con Víctor Claver a la hora de la cena para poner el broche de oro a un inicio de campus que ha comenzado a un ritmo trepidante. Desde Valencia y otros puntos de España los casi 100 niños que llenan la tercera edición del Campus llegaron a Guardamar de Segura en Alicante con la ilusión y nervios de quien sabe que va a vivir siete días llenos de sorpresas y sobre todo de mucho baloncesto.
Tras la presentación del Campus, el reparto de habitaciones y la primera comida, los jugadores disfrutaron de un chapuzón en la piscina antes de hacer una primera sesión de entrenamiento para realizar los grupos con los que se ejercitarán durante toda la semana. Desde los más pequeños hasta los más grandes combatieron el calor con mucha agua y muchas ganas de demostrar la pasión que sienten por el baloncesto. Un gran grupo de entrenadores estará pendiente de las evoluciones de los jugadores para que aprovechen al máximo la semana y traten de mejorar algunos aspectos diferentes a los que trabajan con sus clubes durante la temporada.
Después de un merecido descanso y recuperar energías con la cena, aparecieron en el comedor los dos grandes protagonistas del día. Víctor Claver trajo este año al Campus que lleva su nombre a la estrella del Real Madrid Sergio Llull. Los dos jugadores de la Selección Española respondieron a las innumerables preguntas que los niños habían preparado durante el tiempo libre y respondieron desde las más inocentes hasta las más traviesas.
Nos enteramos que Llull se queda con Jordan mientras que Claver alabó el talento de Navarro. Donde sí coincidieron los dos era sobre el jugador con que mejor se lo pasan jugando: Ricky Rubio. La creatividad generosa del base de Masnou fue destacada por ambos y le señalaron como uno de los jugadores con que más se divierten dentro y fuera de la pista. Sin duda la naturalidad y amabilidad de ambos jugadores fue la nota más llamativa. Ambos se mostraron muy divertidos en su respuestas y no eludieron ninguna pregunta, ni siquiera las más comprometidas.
Después del turno de preguntas fue el momento de las fotos. Cada niño del Campus tuvo su momento para poderse fotografiar con sus ídolos. Tanto Víctor como Sergio firmaron zapatillas, camisetas, gorras y libretas, con una sonrisa eterna. Con tantas emociones no es de extrañar que las luces se apagaran puntuales a las 00.00 de la noche. Mañana tendrán la oportunidad de jugar con ellos de nuevo en una segunda jornada del Campus que también se presenta apasionante.