Probablemente, su nombre en la lista definitiva de la selección francesa llamó la atención de más de uno. Es también altamente probable que la mayoría de los aficionados de este Eurobasket 2022 creyeran que cumpliría un rol secundario. Algo así como el jugador número 12, el que disputa los minutos finales si su equipo va sobrado o el que sale en los segundos finales para proteger de faltas a los hombres importantes. Pero no: Terry Tarpey (1’95/28 años) no ha dejado indiferente a nadie. Su rendimiento, muy por encima de lo que se esperaba, ha sido fundamental para que Francia sea una de las selecciones más sólidas en ambos lados de la cancha. Antes de ello, el propio Fournier tenía bastante claro que el jugador nacido en Poissy sería uno de los primeros cortes, pero tras lo visto en los primeros entrenamientos y vista su energía y su capacidad de adaptación, convenció al cuerpo técnico francés. No en vano, Pascal Donnadieu, asistente de Collet, puso de su parte para que Tarpey formara parte de la lista definitiva. 

Si bien es cierto que los franceses dejaron bastantes dudas tras su debut ante Alemania en el que perdieron por 63-76, el segundo encuentro ayudó a mostrar el camino. Ese 73-77 contra Lituania mostró el camino y el exterior de Le Mans llegó a los 16 de valoración y fue el cuarto jugador más utilizado tras Gobert, Fournier y Albicy. En general, su fase de grupos no tuvo ninguna actuación para la historia en cuanto a números, pero sin duda fue un elemento clave en defensa, incordiando a sus rivales y elevando el nivel atrás. Actividad, ganas y no dar ni un balón por perdido: esas eran, son y serán las señas de identidad de un jugador que nunca ha disputado Euroleague ni Eurocup.

Pero si con alguna acción individual será recordado, seguramente sea por ese robo que confirmó el triunfo de Francia sobre Turquía. A pocos segundos del final, Tarpey leyó perfectamente el error de Korkmaz y robó el balón para certificar el pase a octavos de la selección francesa por un ajustadísimo 86-87 en la prórroga. No sabemos qué rol desarrollará mañana en la final ante España, pero seguramente es el as en la manga que Collet se guarda, parecido al de Alberto Díaz en España. 

Para que nos demos cuenta de la dimensión que ha cogido su ascenso, un dato: según su club, Le Mans, Tarpey es el jugador que más camisetas de la selección francesa ha vendido. De hecho, algunos medios como Trashtalk hablan de “Tarpeymania”. La de Tarpey es la historia de aquel que, sin balón, es capaz de todo. La de un hombre que llegó a la selección porque sin NBA’s ni Euroliga’s, los bleus tenían que tirar de producto nacional que disputara la ProA francesa. Es la historia de alguien que quiere hacer historia.