La supremacía de la generación del 1980

Existen pocos factores que expliquen racionalmente el ‘boom’ de una generación cuando los históricos o demográficos pierden cualquier validez. Y es que, viendo lo poco prolíferos que fueron 1979 y 1981 a nivel baloncestístico, todo parece reducirse a una mera casualidad. La suma de coincidencias que nos ha regalado una de las generaciones más ilusionantes en mucho tiempo.
A nuestros campeones del mundo se les unen nombres tan destacados como Jiri Welsch (Unicaja), Luis Scola (TAU Cerámica), Mario Kasun (Winterthur FCB), Dalibor Bagaric (Akasvayu Girona), Curtis Borchardt (CB Granada)…

Si bien a nivel global la tendencia puede regularizarse, no podemos negar que en nuestra liga, la generación que comanda es la del 80. Únicamente 5 de los 18 equipos que forman la ACB (Pamesa Valencia, Alta Gestión Fuenlabrada, Gran Canaria Grupo Dunas, Grupo Capitol Valladolid y Polaris World Murcia) no cuentan con ningún jugador nacido en ese año.

Imaginen por un momento si algún quinteto actual podría plantar cara al formado por Raül López, Juan Carlos Navarro, Jiri Welsch, Luis Scola y Curtis Borchardt. Construyamos uno de ‘segundas filas’ formado por Carlos Cabezas, Filip Videnov, Lubos Barton, Felipe Reyes y Mario Kasun. Aun así, estamos dejando fuera a jugadores del nombre de Berni Rodríguez, Kaya Peker, Charles Gaines, Dalibor Bagaric, Germán Gabriel, Antonio Bueno, Mario Stojic, Chris Moss o Fede Kammerichs.

Sólo el quinteto Lakovic, Rakocevic, Pancho Jasen, Martin Rancik y Marcus Fizer (todos ellos del 78) podrían plantarle cara, incluso dejando fuera a Serkan Erdogan, Fred House o Sitapha Savane.
Porque ni un quinteto del 1979 (generación inmediatamente anterior) compuesto por Kerem Tunçeri, Ruben Douglas, Àlex Mumbrú, Alfons Alzamora y Will McDonald ni uno del 1981 (inmediatamente posterior) con Vule Avdalovic, Sergio Sánchez, Sergi Vidal, Florient Pietrus y Jackson Vroman podrían acercarse al talento que se fraguó en aquel 1980.

Con la temporada 2006-2007 estamos ante el momento de mejor combinación de madurez de juego y capacidad física de esta generación. La bautizada como temporada de oro.

Aquel año en que murieron personajes tan relevantes como Alfred Hitchcock, John Lennon, Mae West, Piaget o Sastre, vio la luz la cantidad y calidad de jugadores que imperan en este particular anecdotario natal en el que se representan cuatro décadas, del 90 al 60, con Ricky Rubio y Darryl Middleton como estandartes de cada una de ellas.

A continuación, la tabla con cada una de las generaciones y sus respectivos jugadores; liderada, no podría ser de otra manera, por la generación del 1980, con 28 representantes, seguida por la del 1978 (20) y con la joven del 1983 pisando fuerte (17 representantes).