Power Electronics afianzó su extraordinario proyecto, dando un golpe de efecto y eliminando al anfitrión – que no rompió la maldición- y gran dominador del torneo. Los valencianos supieron sobreponerse al fulgurante inicio local y fueron superiores durante el resto del partido, forzando un sobreesfuerzo de un Caja Laboral que nunca consiguió ser consistente en ataque. Los interiores valencianos dominaron la pintura y el trabajo fue finalizado con un De Colo que anotó a falta de dos segundos la canasta definitiva, tras realizar un gran último cuarto (66-67).
El Caja Laboral salió como un obús, con un David Logan omnipresente que distaba mucho de la imagen ofrecida en el partido presentación del martes. Power Electronics ponía en marcha aquello que le estaba dando buen resultado a los vitorianos, penetrar y doblar hacia sus interiores, algo propiciado por el nuevo espacio más amplio creado por la nueva línea de tres puntos, ya que las ayudas no están aún ajustadas para este nuevo espacio.
Así el dúo Lishuchuk- Savanovic mantenían a su equipo en el marcador tras el 7-0 temprano de los locales. Stanko Barac estaba siendo clave, pero ahí fue cuando cayó en viejos pecados, cobrándose pronto su segunda falta personal que hacía que los azulgrana se bloquearan estrepitosamente, si bien los valencianos no estaban muy allá, en dos chispazos de Rafa Martínez igualaron el marcador.
Ninguno de los dos equipos conseguía anotar con fluidez, dando una sensación de desajuste en ambas escuadras muy claro, algo normal por otra parte a estas alturas de la temporada. Era un intercambio de errores de distinta índole que hacía que mediado el segundo cuarto el resultado siguiera igualado.
Sin Barac, Bruno Sundov, el otrora tirador puro, se hacía con la pintura y ponía por delante al equipo taronja por primera vez en el choque. San Emeterio – autor del primer triple oficial desde 6.75- desatascaba con un tiro exterior a un baskonia que no volvía a dar con la tecla. Aún así los vitorianos parecía que ponían más ganas y aunque los porcentajes no le acompañaran., esto sirvió para que se fueran 37-34 al descanso.
En la reanudación el pívot ucraniano Lishuchuk tomaba el relevo de Sundov castigando a los interiores locales una y otra vez para poner de nuevo a los valencianos tres arriba a mediados del tercer cuarto. El Baskonia volvía a tener un cortocircuito en todas las facetas de su juego y eso que en esos momentos jugaba con la vieja guardia al completo.
El Baskonia daba un paso enorme defensivamente, algo que ponía en pie a la grada, aún así, no era capaz de trasladar este nivel a la parcela ofensiva y todo se enmarcaba en una batalla desde la línea de tres ante la falta de rodaje en ataque. Al final el poderío de los interiores valencianos en este cuarto bastó para que se presentaran con un punto de ventaja a la entrada del cuarto definitivo.
El Power Electronics fue el que mejor se plantó en la pista en el último cuarto, Simeón y De Colo en el 2×2 rompían la defensa vitoriana que seguía sin ver la luz en la otra parte de la pista. El base francés estaba inspirado, dando coherencia al ataque de los naranjas, mientras que el equipo anfitrión iba a tener que morir en defensa si quería ser el finalista e intentar romper la maldición del anfitrión.
Para sumar más dificultades Barac cometía su cuarta personal, lo cual dificultaba aún más la tarea local que se ponía cinco puntos abajo con tantos minutos por disputar. San Emeterio le ponía garra, realizando un partido muy completo, pero no lograba anotar ese tiro definitivo.
Los vitorianos subían la intensidad para ofrecernos un final duro, Teletovic con una bandeja ponía uno por encima a su equipo, pero De Colo en una acción de técnica impecable. Barac respondía a su papel de center titular con un extraordinario reverso finalizado en mate para volver la ventaja a su equipo, aunque en la siguiente jugada cometió su quinta falta que dejaba huérfano de cinco al Caja Laboral.
Valencia anotaba su posesión, mientras los azulgranas la fallaban y el tiempo corría a favor de los visitantes. El Baskonia fallaba tres tiros y tras el último sobre la bocina San Emeterio robaba un balón debajo de canasta para asistir a Oleson y ponerse uno arriba con 19 segundos por jugar (66-65).
El Caja Laboral se la jugaba a defender y con dos segundos por jugar De Colo aguantando perfectamente el contacto anotó un tiro corto extraordinario, que dio la victoria a los valencianos al no anotar Teletovic el triple de ocho metros que se jugó. Al final, victoria taronja por 66-67.