Con el batacazo europeo todavía recorriendo la grada, Sam Van Rossom comandó de inicio el juego ofensivo de Valencia Basket. El gélido ambiente de la Fonteta no evitó que el belga se aliara con Motum y Dubljevic para agitar el marcador (16-7). Sin duda, la menor exigencia física de la Liga Endesa facilitó la circulación de balón del cuadro local, que explotó con paciencia su evidente ventaja en la pintura. Solo Shayne Whittington lograría amenazar la supremacía de los hombres altos de Ponsarnau. Sastre y San Emeterio castigaron los espacios en el perímetro para poner tierra de por medio a la conclusión del primer cuarto (26-12).
Ni siquiera la aparición de K.C. Rivers cambió la cara del ataque andaluz. Ante la falta de actitud visitante, el encuentro se convirtió en un ir y venir exento de hostilidades (32-19). Louis Labeyrie amplió además el dominio en los tableros. Hasta 6 rechaces capturó el francés antes del descanso.
Con el duelo al borde del abismo, A.J. Slaughter contuvo la hemorragia con 10 puntos en serie (36-29). Pablo Almazán y Nacho Martín tampoco dejarían escapar su oportunidad desde el 6.75; la defensa valenciana se había contagiado del anodino ritmo enemigo (39-35). Cuando el paso por vestuarios era ya inminente, Dubi y Motum ampliaron la renta una vez más (44-35).

En la reanudación, Valencia Basket recuperaría el acierto en la línea exterior. Van Rossom y Doornekamp por partida doble generaron espacio extra para el juego interior. El partido parecía desvanecerse cuando el canadiense golpeó por tercera vez desde más allá del arco (60-40). Los de Curro Segura construyeron sin embargo un último esfuerzo: Izundu mermó el efecto Dubljevic antes de que Borg y Enechionyia sumarán también de 3 en 3 (63-53). Los mejores minutos de Quino Colom como jugador taronja no impidieron que la contienda se extendiera hasta el último cuarto (68-55).
El intercambio de canastas posterior dio protagonismo al pick and roll entre Mike Tobey y el propio Quino Colom, una alternativa que Ponsarnau lleva esperando desde que se anunció el fichaje del andorrano. Malmanis redujo la distancia a la barrera psicológica de la decena (78-68). No irían más allá, la segunda unidad de los anfitriones despegaría gracias a Joan Sastre y Guillem Vives (84-68). De ahí hasta el final, de nuevo el hielo. Segundo triunfo de Valencia Basket en un choque que no pasará a la historia por su competitividad (95-72).
