Una cuestión de rotaciones. Mucho se habló después del partido de Euroliga de la suplencia de Laprovittola, de la llegada de Mejri. Se discierne hasta el infinito sobre Garuba y su futuro. De repente, se decubre a Jordan Mickey. ¿Qué será de Thompkins? Mientras, se venían los funelabreños con Vidal y Richotti de temporeros. Mucha diferencia a estas alturas de la jugada. Igual todo esto es algo más que una cuestión de rotaciones…

De entrada, como si no fuera con él (seguro que no va con él) Tavares se hacía enorme ante la minucia de centímetros que presenta Montakit Fuenlabrada para esta añada. Seis puntos suyos y un triple del, de repente juzgado, Laprovittola, marcaban un pronto 9-2 que Cuspineda mandaba a parar. No se anda con medias tintas este Real Madrid de principio de temporada. El temporero Vidal (un pequeño gran lujo) empataba a 12 cuatro minutos después. Mientras, Eyenga, sacaba todo su old school para mantener a su equipo en el marcador y frenar los ímpetus tempranos de los de Laso, que no la física de los centímetros. Tavares jugaba mini-basket para dejar la primera pausa en 22-14.

Con Campazzo descansando por mor de aquellas rotaciones y los terribles calendarios, Llull tomaba el relevo en el uno blanco. Del fondo del banquillo salía hoy Mickey y volvía a poner el espectáculo, con un alley oop y una chapa, ambas rozando los focos del pabellón.

Un triple del héroe Carroll, que apenas salía ahora de la banca, deshilachaba el acta: 31-16. Tenía que volver a salir Eyenga. Mockevicius aprovechaba la ausencia de Tavares para hacer un parcial de 6-0. Los interiores del Madrid eran por aquel entonces Mickey y Reyes. Jaycee se ponía en un suspiro como máximo anotador de su equipo para dispararlo todo. Estirando las rotaciones, se venía Mario Nakic. Por aquel entonces las diferencias flirteaban ya con los 20 puntos. Se hace difícil competir así. Cerraba la primera parte Garuba con un soberano tapón sobre Ehigiator. Toda una señal de la diferencia en los proyectos. Que en ellas también se gasta mucha pasta.

Picaba nuevamente los 50 puntos el Real Madrid al descanso. Una tendencia ya por la Avenida de Felipe II. En el quinteto local aparecía Randolph por primera vez en el partido. No hay más preguntas, señoría. Dos triples suyos ponían un 59-36 que olía a finiquito. Causeur lo dejaba aún más claro con seis puntos seguidos: +29 y Laso pensando ya en los cambios. Laprovittola hacía la enésima bandeja para terminar con la contienda de domingo por la mañana: 65-36 con un 12-0 de parcial.  

Con la partida más que sentenciada, quedaba por ver a la nueva hornada de cachorros del Madrid. Saber también de qué tipo es la sangre de los nuevos fichajes de Montakit Fuenlabrada. No la de Sergi Vidal, que esa está ya más que demostrada. Se sucedían los minutos merodeando la treintena de ventaja. Con el basurero  repleto de intrascendencia, Gaby Deck hacía, como siempre, de todo y bien. A este no le cambia el rostro ni en estas circunstancias.

Carroll, otro que juega como las máquinas, enchufaba dos triples para poner más huecos en el acta: 83-52. Aparecía por fin el backcourt en el que se basa Cuspineda esta temporada. Anderson, Rowland, ahora anotaban. Bastante tarde llegaban, como el triple de Nakic que todo el Wizink esperaba: 89-64 final y a encarar cada uno sus muy diferentes objetivos de la semana. Es que igual todo es mucho más que una cuestión de rotaciones.