Gran comienzo del Gipuzkoa Basket en su reestreno en la Liga Endesa, con un buen Dani Pérez dirigiendo al equipo con sobriedad y paciencia y Henk Norel haciendo daño en la zona. El Gran Canaria empezó con un 1de 7 en tiros de campo y ofreciendo malas sensaciones tanto en ataque, con muchos fallos, como en defensa, con apatía y lentitud. El acierto en los tiros de tres del conjunto local les mantenía cerca en el marcador, mientras los jugadores de Fisac, con trabajo y compartiendo el balón seguían anotando fácilmente cerca de canasta. La profundidad de la plantilla del Herbalife fue clave para que el cuarto acabara con un parcial de 15 a 2 (23-18). El Gran Canaria intentaba jugar con más intensidad defensiva, aunque en el aspecto ofensivo vivían del buen momento en el tiro exterior. Gipuzkoa Basket estaba demostrando ser un equipo muy disciplinado y bien trabajado, con un gran técnico como Porfirio Fisac. Los amarillos, a pesar de las dificultades que les planteaba el rival, iban poco a poco incrementando su ventaja en el marcador, gracias al 8 de 13 en tiros de tres puntos. La calidad de los jugadores de la segunda unidad del Granca marcó el resultado al descanso (47-34).

De nuevo la entrada a la pista, esta vez después del descanso, fue más productiva para el equipo vasco, con un gran trabajo defensivo y buen movimiento de balón, buscando a sus hombres grandes en la zona para finalizar los ataques. Fakuade y Norel se ponían las botas, anotando con facilidad, ante la pasividad de la defensa amarilla. Los jugadores visitantes llegaron a igualar el marcador a 53 y un pequeño arreón del Herbalife les volvió a dar una pequeña ventaja (61-57). El Granca seguía sin estar cómodo, por el buen trabajo defensivo del Gipuzkoa Basket, pero seguía por delante, intentando jugar de forma colectiva e incrementando la intensidad defensiva.  Balvin, desaparecido hasta este momento, con un par de tapones y Báez lideraban la defensa, mientras en ataque Eriksson abusaba de las jugadas individuales en un mal día en el tiro. Por parte de un cansado Gipuzkoa, dependían demasiado de la creación de juego de Dani Pérez, Swing y Norel fallaban tiros que antes entraban y, aún así, se mantenían con opciones gracias al rebote ofensivo y a su defensa. El Gran Canaria, finalmente, se llevó el partido gracias a su mejor nivel físico y a los puntos de Oliver (84-76).