El Draft 2009 fue calificado como uno de los peores de los últimos años. El que para nosotros fue el Draft de Ricky Rubio llegó con poca fuerza y, lo que es más importante, con pocos jugadores capaces de cambiar el rumbo de las franquicias. Los tiempos en los que un solo jugador, recién salido de la universidad o el instituto, tenía el nivel suficiente para dar la vuelta a un equipo parecen lejanos y algunos equipos han querido apostar por jugadores que, a corto plazo, puedan aportar algo a sus equipos y evitar así grandes fracasos.
Así, con la mirada puesta en 2010, la camada que llega este año a la NBA corre el riesgo de pasar de puntillas por la ausencia de grandes estrellas. Con Ricky Rubio (el más mediático de esta hornada, aquí y allí) creciendo en Barcelona, todo el protagonismo recae en Blake Griffin, la apuesta de los Clippers para salir de la mediocridad. Un jugador con una enorme facilidad para producir números que, si consigue asentarse en un ‘frontcourt’ muy poblado, tiene muchas opciones de ser el Rookie del año.
Con este panorama, nos tiramos a la piscina para valorar el potencial de estos jóvenes cachorros que llegan con poco cartel y muchas ganas de demostrar su talento en un año de transición antes del convulso verano de 2010. Hagan sus apuestas:
Jugadores con potencial All-Star
Blake Griffin: Tras dominar la NCAA desde Oklahoma, este robusto ala-pívot es el prototipo de 4 moderno que tanto gusta en Estados Unidos. Un interior capaz de botar el balón, iniciar contraataques y machacar la canasta con espectaculares mates. Sus problemas físicos han empañado su arranque en la NBA y el poblado juego interior de los Clippers (Camby, Kaman y DeAndre Jordan, otro que apunta alto) tampoco ha ayudado, pero es el jugador con más condiciones para pisar un All Star Game de todos los presentes en esta nueva hornada.
Tyreke Evans: Un auténtico portento físico. En los Kings no se arrepienten de haber dejado pasar a Ricky Rubio y creen que Evans es un auténtico diamante en bruto. Todavía está por ver si es capaz de jugar de base y dirigir el equipo, pero sus cualidades y su capacidad para crearse sus propios tiros le auguran una brillante carrera en la NBA.
DeMar DeRozan: El jugador más atlético de esta camada, este escolta volador tiene encandilados a los técnicos de los Raptors, que tienen depositadas muchas esperanzas en él. Un portento físico con un extraordinario potencial que ha recuperado en su llegada a la NBA parte del cartel que se dejó en la NCAA.
Brandon Jennings y Austin Daye: Dos apuestas ‘marca de la casa’. Su potencial a largo plazo asusta, pero primero tendrán que asentarse en la liga y consolidar su juego. Jennings llega con más cartel, tras su experiencia en Europa, aunque le pierden las formas cuando coge un micro fuera de las canchas. Austin Daye es otro melón por abrir, un alero altísimo y desgarbado en el que los Pistons confían a largo plazo.
¿En el lugar apropiado en el momento idóneo?
Stephen Curry: Un jugador ‘especial’, de los que salen cada cierto tiempo, y cuyo potencial real es muy difícil valorar. A nivel universitario ha demostrado unas condiciones excelentes, pero ahora llega lo realmente complicado: asentarse en la NBA. Vive con el estigma de ser un escolta en un cuerpo de base, pero tiene un talento y una muñeca descomunales. En los Warriors ya ha despertado los celos de Monta Ellis.
Earl Clark: Un ‘combo forward’ con un buen manejo de balón y habituales críticas hacia su actitud. Si los Suns confirman su vuelta al ‘run and gun’ puro y duro, Clark puede exprimir al máximo sus cualidades para correr en transición con sus espectaculares condiciones atléticas.
Jrue Holiday: Otro jugador que vive de su potencial. Quizá infravalorado en el Draft, Holiday tiene unas condiciones únicas para brillar en la NBA. Desde la defensa, puede conseguir minutos para seguir creciendo en ataque, donde ya es capaz de dejar destellos de muchos kilates.
James Harden: Uno de los ‘tapados’ del Draft. Fue el número 3, sí, pero es posiblemente uno de los jugadores de los que menos se ha hablado en los últimos meses. Tiene un gran arsenal ofensivo y está en una situación excelente, al lado de dos jugones como Durant y Westbrook.
¿Los ‘robos’ del Draft?
DeJuan Blair: Una vez más, los Spurs parecen haber encontrado oro en el pozo de la segunda ronda. Es muy bajito, pero Blair es una auténtica bestia. Su envergadura es tremenda y en pretemporada ya ha demostrado que es una auténtica roca. No será un All-Star, pero puede ser una joya y un ídolo para los aficionados.
Chase Budinger: Otro ‘olvidado’ del Draft que está sorprendiendo a más de uno y se está haciendo un hueco en los convulsos Rockets. Tenía trazas de ‘lottery pick’, pero cayó al puesto 44 y, desde allí, puede hacer bastante ruido.
No tiene muy buena pinta…
Hasheem Thabeet: El gigante tanzano es, sin duda, una apuesta a largo plazo. El problema es que los Grizzlies no parecen el mejor lugar para crecer (como jugador, porque el angelito ya está bastante crecidito) y las expectativas puestas sobre un número 2 del Draft pueden ser demasiadas para Thabeet. Su misión parece clara: poner tapones e intimidad. ¿Suficiente para cumplir?
Jordan Hill: El ala-pívot de Arizona no entró con buen pie en los Knicks. Los aficionados querían a Stephen Curry y su elección fue recibida con abucheos. En un equipo con la mente puesta en 2010, Hill puede naufragar si los neoyorquinos consiguen alguna gran estrella en su puesto. Este año será clave para asegurarse su continuidad en la franquicia.
SARDINERO, David – Colaborador desde hace ya algunos años de Solobasket, poco a poco ha ido demostrando su talento y su devoción por el baloncesto norteamericano. En su blog nos cuenta su gran pasión, los jóvenes prospects que pueden llegar a la liga. Ya de forma reciente, en Marca.com nos regala noticias de la NBA en una de las páginas de deportes más importantes del país.
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