Las Finales de la NBA comienzan a tomar forma. Mientras Boston sonríe, Los Ángeles duda de sus posibilidades reales en esta serie ¿qué podemos esperar a partir de ahora? Técnicos, jugadores y aficionados hacen cábalas para el próximo partido, pero las dos victorias de ventaja y el formato de las Finales dan una amplia ventaja a los Celtics. Lo primero que se debe analizar es el formato de las Finales. El 2-3-2 es un caramelo envenenado para el equipo que tiene la ventaja de campo antes de comenzar, pero al haber sido capaces de ganar los dos partidos en Boston, los Celtics tienen el camino muy allanado para volver a tocar la gloria veintidós años después.
Primer clavo ardiendo donde LA debe agarrarse: Las finales de 2006.
Históricamente, el equipo con ventaja de campo que comienza ganando sus dos primeros partidos en casa tiene muchísimas opciones de ganar el anillo. Es algo lógico, tiene tres encuentros como visitante donde una sólo victoria le garantiza volver a jugar con la ventaja de campo los dos últimos encuentros. Sin embargo, hace dos temporadas, unos Dallas Mavericks con mejor record que los Miami Heat se las prometían muy felices después de haber ganado relativamente fácil al equipo de Shaq y Wade los dos primeros encuentros en casa. Ya en su cancha, los Heat fueron capaces de empatar la serie a dos con sendas victorias, una muy sufrida y otra muy cómoda. En el quinto, el encuentro se fue a una emocionante prórroga que cayó también del lado de Miami.
Aún con todo esto, los Mavs tenía dos partidos en casa para sentenciar, pero las situación era muy diferente a cuando ambos conjuntos dejaron Dallas con 2-0. El factor psicológico es tremendamente importante en este tipo de series, y lo que antes parecía importante, como era la ventaja de campo, ahora no lo era tanto, ya que Miami llegaba crecido y Dallas con dudas tras esas tres derrotas consecutivas. El sexto de la serie no hizo sino completar la remontada de los de Florida. El encuentro fue pura tensión, pero acabó cayendo, al igual que los tres anteriores, del lado de Miami, lo que les permitió conseguir el primer anillo de su corta historia.
Los Ángeles debe pensar en positivo. Sobre el papel, y en el mejor de los casos que es ganar todos en el Staples, los Lakers se plantarían de vuelta en Boston con la obligación de obtener una victoria en el infierno verde para poder proclamarse campeones. Ahora bien, lo que ahora parece misión imposible, puede verse en ese momento como algo factible ¿por qué? Por el ya mencionado factor psicológico. Tres victorias consecutivas te ponen en órbita, tres derrotas consecutivas te hace dudar de todo. No hay más que ver a ambos conjuntos a día de hoy tras los dos encuentros iniciales.
Sin embargo, no se debe olvidar un dato; en lo que va de temporada, Lakers no ha sido aún capaz de ganar a Boston, ni en casa ni fuera. El enfrentamiento entre ambos conjuntos arroja un claro 4-0 a favor de Boston, dos victorias en temporada regular y dos en estas Finales. Las circunstancias de Los Ángeles en regular season eran muy diferentes a las actuales, ya que las derrotas se produjeron en noviembre y diciembre sin Gasol en el equipo, pero al final, el 4-0 está ahí, e influye, y mucho, mentalmente en los jugadores de ambos conjuntos.
Segundo clavo ardiendo donde LA debe agarrarse: Kobe dará un paso adelante.
Estadísticas de Kobe en estas Finales: 27 puntos y 7 asistencias, números empañados por un mediocre 40% en tiros de campo y un paupérrimo 16% en triples. Y no sólo es cuestión de números, es cuestión de selección de tiro, de decisiones en momentos importantes, de capacidad de liderazgo En definitiva, el problema es que Bryant ha sido, hasta el momento en esta serie, un jugador vulgar. Él es el engranaje que hace jugar a los Lakers. Él marca el ritmo en ataque, un Kobe en forma facilita el passing game de Los Ángeles, él es el que durante toda la temporada ha anotado en el momento justo, el que ha mandado en defensa y el que ha creado un ambiente ideal en el vestuario. A la hora de la verdad, apenas hemos visto a ese Kobe en el Garden.
Su propio orgullo, su propia calidad como jugador y el hecho de jugar en casa sugieren que Bryant se echará el equipo a su espalda en los próximos dos encuentros. Quizás sea el factor que necesita Lakers para no perder una ventaja en el tercer cuarto como ocurrió en el primero o para no otorgar veinticuatro puntos de ventaja como ocurrió en el segundo. Nadie duda de que las dos próximas actuaciones de Bryant marcarán en gran medida el devenir de los Lakers. El MVP debe aparecer cuando su equipo más lo necesita.
Tercer clavo ardiendo donde LA debe agarrarse: Un fortín llamado Staples Center
Ha llegado la hora de la verdad, toca volver a Hollywood y no hay margen de error para los Lakers, pero ¿qué mejor lugar donde jugarte los cuartos que uno donde no pierdes desde el 28 de marzo? Los Ángeles ha convertido su cancha en los últimos tiempos en un fortín inexpugnable donde gana todo lo que juega. No sólo en Play Off está invicto frente a equipos como San Antonio o Utah, la racha va más allá. En los últimos partidos de temporada regular, con el equipo jugándose con New Orleans el primer puesto del Oeste, Lakers obtuvo meritorias victorias frente a equipos como los propios Hornets o Spurs.
Sólo el borrón frente a Memphis (sin Gasol) empaña esa inmaculada serie de victorias, y a buen seguro que desean con todas sus fuerzas seguir en esa línea. Sólo faltaba, les va la vida en ello. Pero a todo podemos encontrar un pero, y en este caso Boston tiene mucho que decir. Frente a Detroit, en Finales de Conferencia, los Celtics ganaron dos veces como visitante, sobreponiéndose a una derrota previa como local.
Cuarto clavo ardiendo donde LA debe agarrarse: El cansancio de Boston si la serie se alarga.
Hasta llegar a estas Finales. Los Ángeles había disputado quince partidos, mientras que Boston había disputado veinte. El ritmo de encuentros en Play Off es muy alto, todo comienza en abril y casi sin darte cuenta, te plantas a finales de mayo con tres rondas a tus espaldas y muchos partidos realmente duros e intensos. Los Celtics no son un equipo joven, sobre todo si miramos el DNI de su Big Three. El hecho de haber jugado cinco encuentros más que Lakers puede ser un dato a valorar si estas Finales se alargan.
Si Los Ángeles consigue llevar la serie al sexto, los nervios y el cansancio pueden hacer mella en los jugadores de Boston. Los Celtics sufrieron más de lo esperado para doblegar a Atlanta en siete encuentros, jugaron una serie tremendamente intensa con Cleveland que también llegó al séptimo, y por último dejaron en la cuneta a Detroit en otro enfrentamiento que duró seis partido y que no fue fácil. Los Lakers, sin embargo, han jugado menos partidos y han economizado esfuerzos, lo que debería favorecerles en estas Finales.
Corolario: Todo lo anterior no sirve para nada si Boston gana el martes
Después de tratar de ser optimista desde el punto de vista de Lakers, no hay que olvidar que la desventaja que llevan es enorme, y que el martes, cuando comience el partido, las estadísticas, motivaciones, datos y premoniciones no sirven para nada. Al final todo esto no es más que un cinco contra cinco durante cuarenta y ocho minutos, y como los Celtics se lleven la victoria, tendrán el anillo prácticamente en el bolsillo y con ello una excusa perfecta para volver a ser los arrogantes verdes. Se lo merecen como el que más.