Chris Washburn, nacido el 13 de mayo de 1965, era allá por 1984 uno de los jugadores de High School más deseados por los reclutadores de las distintas Universidades que contaban con equipos de baloncesto de primera línea. Era un gigante de ébano (2.10 de estatura) de gran fortaleza física, no exento de cualidades técnicas depuradas. Por su juego, se pensaba que podía llegar a ser una versión mejorada de Karl Malone, aunque, por su físico, parecía una “precuela” de Shaquille O´Neal. Finalmente fue North Carolina State University, cuyo entrenador era el mítico Jim Valvano, la universidad que se llevó el gato al agua. Allí coincidiría con, entre otros, varios futuros NBA, por ejemplo, Nate McMillan, Vinny del Negro, Chucky Brown o Charles Shackleford.

Chris Washburn no tardó en dar muestra en North Carolina State de su problemático carácter. Su asistencia a las clases era nula y su ética de trabajo deficiente. Para colmo de males, fue procesado y condenado por el robo del estéreo propiedad de su compañero de habitación. En aquel proceso se demostró que carecía de la formación intelectual suficiente para acceder a la universidad (parece ser que su capacidad de compresión escrita dejaba mucho que desear). El encubrimiento de las deficiencias de Washburn y el trato de favor que recibió en el ámbito académico fueron algunas de las muchas irregularidades llevadas a cabo por Valvano, motivo por el que su carrera como entrenador acabó allá por 1990.

Con todos estos problemas de por medio, Washburn solamente disputó 7 partidos en la temporada 84-85, promediando unos decentes 10.7 puntos y 5.9 rebotes de media.

El segundo año de Washburn en la NCAA fue más tranquilo. Tras cumplir con 320 horas de trabajo comunitario y demostrar avances en el ámbito académico, la carrera deportiva de Chris parecía volver a encaminarse. Pudo jugar toda la temporada y desplegó en la cancha todo su talento innato para este juego. Sus promedios fueron de 17.6 puntos y 6.7 rebotes.

Esas estadísticas llamaron la atención a las distintas franquicias NBA y Washburn, seducido por los cantos de estas sirenas en forma de contratos millonarios, decidió dar el salto de forma prematura a la NBA. Así, en el Draft de 1986 consiguió ser la tercera elección de primera ronda (Golden State Warriors), solamente superado por Brad Daugherty y Len Bias. Como curiosidad, debemos señalar que aquel Draft está considerado como maldito; Bias murió a los pocos días de sobredosis, Daugherty se tuvo que retirar de forma prematura por sus problemas de espalda, otros tuvieron problemas con las drogas (nuestro protagonista o William Bedford)…

En los Warriors Chris fue apadrinado por Joe Barry Carroll, jugador interior de mucha clase, pero poco dado al sufrimiento y al esfuerzo, y en los partidos de pretemporada dejó muestras de su calidad. Pero pronto comenzaron los contratiempos; primero problemas de tendinitis en una de sus rodillas, más tarde sufriría una infección en la rodilla tratada, y, para colmo, en enero de 1987 ingresa en una clínica especializada para tratar su adicción a la cocaína. Su falta de madurez le había hecho caer en la tentación de las drogas y de la vida fácil. Dos meses más tarde, finales de marzo, Chris recibe el alta y vuelve a formar parte de la plantilla de los Warriors, disputando el final de la regular season. Esa primera temporada, se saldó finalmente, con tan solo 35 partidos disputados por Washburn, donde, en 11 minutos de media por partido, promedió 3.8 puntos y 2.9 rebotes.

La campaña 87-88 comenzó sin excesivos sobresaltos a nivel personal para Chris. Sin embargo, los técnicos habían perdido la confianza en él. Hasta diciembre, solamente había disputado 8 partidos con los Warrios, promediando, en casi 11 minutos por noche, 4.1 puntos y 2.5 rebotes. Ese mismo mes, es traspasado a los Hawks, con los que disputa 29 partidos en los que jugará muy pocos minutos (tan solo 6 de media), logrando unos paupérrimos 2 puntos y 1.9 rebotes de media.

Parecía que el crédito del Washburn jugador se estaba acabando, su inmadurez estaba truncando su carrera deportiva. Pero lo peor estaba por llegar: en septiembre de 1988 vuelve a una clínica de rehabilitación y es suspendido por la NBA para toda la temporada. En diciembre de ese mismo año sería dado de alta. Su intención era volver a casa con su madre antes de reintegrarse a la franquicia de Atlanta. Las buenas intenciones quedaron en eso, en intenciones: en junio de 1989, la NBA expulsa definitivamente a Washburn de la liga por haber dado por tercera vez positivo en los análisis anti-drogas. Con tan solo 24 años, los errores de Chris Washburn le habían llevado a acabar prematuramente su carrera en la NBA. Sus sueños de prosperidad y fama se habían ido al garete. ¿Qué sería de Chris sin su única tabla de salvación, el baloncesto?

A partir de ese momento, poco sabemos de su vida.. Y lo que sabemos, no es nada bueno: en abril de 1990 fue arrestado por posesión de drogas. Posteriormente, tras pasar 7 meses en una clínica de rehabilitación de Houston abierta por John Lucas (un ejemplo de profesional que volvió a renacer tras tocar fondo por las drogas) en 1991, intentó volver a las canchas de juego, concretamente en la CBA, firmando con los Tulsa Fast Breakers. Poco duraría esta aventura, ya queen octubre de ese mismo año es condenado a 3 años de cárcel por posesión de drogas. Tras un tiempo entre rejas, vuelve a la carga en abril de 1993, firmando con los Westchester Stallions de la USBL. “Es una oportunidad para demostrar mis cualidades y trabajar para mi vuelta a la NBA” declaraba entonces… Las cosas pronto se volverían a torcer; en octubre de ese mismo año es detenido por usar tarjetas de crédito ajenas. Punto y final a su nuevo intento.

No habría más intentos de volver a la élite del deporte. Sin embargo, periódicamente saltarían a las páginas de sucesos distintos percances sufridos por esta ex-estrella caída en desgracia. Como muestra un botón: en abril de 1996 salta la noticia de que Washburn ha sido herido de bala en un pie por un sujeto al que, al parecer, le debía dinero. El suceso había ocurrido en una zona frecuentada por drogadictos…

Chris Washburn, lo que pudo ser y no fue.

 

Apéndice: ¿Sabías qué?
-Spub webb, ex compañero suyo en Atlanta, lo invitó varias veces al McDonalds porque Washburn le esperaba a él y sus ex compañeros a la salida de los entrenos para pedirles pasta y el pequeño base prefería invitarlo a comer para evitar que se gastase el dinero en drogas.

-Ex compañeros suyos de clase pensaban que era boderline…

-Filmaron una dramatización de su vida y él les demandó porque en la cinta aparecía consumiendo drogas desde la universidad y él negaba la mayor.

-Su triste carrera es el primer y mayor mal ejemplo de afrontar el profesionalismo que se da en los cursos de formación de rookies.

-Un buen ejemplo de su poca ética de trabajo: le llamaban el chico de los bostezos porque no paraba de hacerlo en el banquillo durante los encuentros e incluso durante los entrenamientos.