El pasado viernes podría decirse que empezaba la "temporada oficial de traspasos", con dos movimientos esperados por parte de los Knicks desde hacía tiempo, la salida de Zach Randolph y Jamal Crawford. El primero era traspasado junto a Mardy Collins a los Clippers, a cambio de Mobley y Tim Thomas, mientras el segundo era intercambiado por Harrington con los Warriors, tal y como explicábamos entonces.
¿Cuáles son las motivaciones de las franquicias? ¿Qué pueden ganar o perder cada uno de los equipos? Nuestros colaboradore nos ofrecen diferentes puntos de vista.
Javier Torrecilla
Se van jugadores sobrevalorados y llegan jugadores sobrevalorados. Este podría ser el titular del traspaso para los Knicks, sólo que, por primera vez en mucho tiempo, los traspasos neoyorquinos tienen algo de lógica: deshacerse de contratos largos para, a medio plazo (2010) tener margen salarial que les permita salir de una crisis en la que llevan mucho tiempo inmersos. No obstante aún queda mucho lastre que soltar en la Gran Manzana. Y tampoco se puede alabar el traspaso tan pronto. Tanto Crawford como Randolph estaban jugando bien y vete tú a saber si no se van a salir en sus nuevos destinos, que con los traspasos de los Knicks nunca sabe uno a qué atenerse.
Los Warriors, por su parte, añaden a otro "bajito" en detrimento de un "interior". Lo que ha sido siempre Nelson, vaya. Por parte de los Clippers, supone en mi opinión un intento de variar el rumbo de un equipo que ha empezado muy mal la temporada. La verdad es que un juego interior Kaman-Camby-Randolph no suena mal, y si añades a un base como Baron Davis, tienes un equipo con una pinta, a priori, buena, pero, como reza uno de los más importantes axiomas de la NBA, nunca apuestes por los Clippers…
Meej
Echaba yo de menos el Schadenfreude de analizar un traspaso de los Clippers: Baylor se ha retirado, pero su espíritu perdura. La marcha de Elton Brand descarriló el plan de Dunleavy, obligó a tirar de Camby y devolvió a Baron Davis al estatus de obeso descontento y perezoso que abandonara el tiempo justo de cascar a los Mavs. Cuando notas el aliento de los Thunders en el cuello es el momento de hacer traspasos; pero ¿buscando qué? Los Clippers no tenían ningún hombre alto suplente, su rendimiento ofensivo, defensivo y reboteador era patético, y sólo la aportación esporádica de Al Thornton salvaba una decepcionante línea de aleros. Con la llegada de Zach Randolph al menos mejorarán en anotación y rebote, y por fin podrán rotar gente alta y tal. Pero sin Cuttino Mobley, lo más parecido a un defensor exterior es el marginal Mardy Collins; y Eric Gordon está verde así que el titular tendrá que ser Ricky Davis, un jugador que antaño ofrecía un rendimiento real inferior a sus números pero que por fin lo ha corregido ofreciendo unos números igualmente lastimosos. Y siguen sin banquillo. No es un traspaso que mejore ni empeore significativamente al equipo, pero ¿no se podía haber sacado más de unos contratos que expiraban en el verano de las maravillas?
Juan Carlos Serrano
Con tumores como el de Curry aún por extirpar, Donnie Walsh encontró destino a unas presuntas estrellas que ya permiten los cuentos de la lechera de 2010. Crawford, mejorado pero con la duda de su toma de decisiones, no llega como lugarteniente de esos grandes nombres que se manejan. Parte de sus tiros irán para un Mobley que siempre ayuda; y Harrington y Thomas, sin ocultar mucho de lo feo del falso ala-pívot abierto, poseen buenos matices para el estilo D’Antoni. En pleno divorcio Dunleavy-Davis y con Kaman en la inopia, la poca visión de Randolph no parece que convenga al directísimo Thornton, aunque mueve a Camby a un banquillo desde el que podría ser más útil. Brand no merece tanta desilusión, así que más vale que espabilen. Y quedan los Warriors, que no pintaban bien pero aguantan por pura modernidad, rachas de desconocidos, desajustes y zonas. Con Stephen Jackson estamos ante un caso salvaje de point forward (ojo en este punto a Anthony Randolph), con enorme riesgo en finales de partido. Clave el cómo vuelva Ellis para ver si esa acumulación de pequeños resarce a Nelson de su anterior sobredosis en un mismo puesto, los fallidos Mavs 03-04, y dan para algo más que sólo sorprender a equipos mecánicos en primera ronda.
José Navas
Con lo bien que pintaban las cosas en los Clippers a principios de temporada y el desastre manifiesto que están siendo en este comienzo de temporada. Parece que Baron Davis está a disgusto con la forma de jugar que les exige Mike Dunleavy, pero eso en un profesional no tiene ni debe ser un impedimento para dar todo en la cancha; si esto fuera poco ahora llega otro que la puede liar más en un vestuario que ya de por si tiene problemas, Mike Dunleavy tendrá que lidiar con Zach Randolph, un jugador con un pasado muy problemático a sus espaldas y que a buen seguro -si la cosa en los Clippers no mejora- dará más de un problema. Creo que si los Clippers no empiezan a ganar ya, a Mike Dunleavy le quedan pocos días como entrenador de los Clippers, o él o Baron Davis. Si la cosa empieza a funcionar, L.A. gana un pivot de garantías en la rotación desde el banquillo; Kaman o Camby serán suplentes, pero los Clippers necesitan que Ricky Davis espabile, darle más minutos al rookie Eric Gordon y sobre todo fichar un base suplente con ciertas garantías, mucho por mejorar y muchas victorias que conseguir para un equipo que tiene el hándicap de jugar en la Conferencia Oeste
J.R. Sanchís
Última oportunidad para los Clippers de salvar la temporada tras un decepcionante arranque. Se fueron los descontentos Brand y Magette y aterrizaron Baron Davis y Marcus Camby. Idéntico o peor resultado pese a que se mejoraba muchísimo en la posición de base y se apuntalaba el juego interior con uno de los mejores especialistas. Ahora llega Zach Randolph, un jugador con una enorme clase pero tachado de egoísta. Con él, los Clippers cuentan con un frontcourt de más de 30 rebotes por partido. Muchos piensan que el juego interior se sobrecarga con la llegada de Zach pero su presencia podría permitir variantes técnicas que ayudarían a mejorar los resultados. Dunleavy podría utilizar de tres a Randolph, moviendo a Thornton a la posición de escolta fijo o también alternar a Zach en las posiciones de 3-4, y lo mismo con Thornton, a quien podría hacer jugar de escolta o alero bajo. Los Clippers pueden conformar un enorme quinteto titular. Sería básico después fortalecer el banquillo,combinando a R.Davis y Gordon –que deben aprovechar la ausencia de Mobley- y dando minutos también a Novak y el inédito DeAndre Jordan. De momento no me atrevo a pronosticar la función de Mardy Collins, el otro implicado en el trade, aunque no debería pasar por encima del rookie Taylor. Skinner, Hart y P.Davis deberían desempeñar un rol más secundario. No es momento para probaturas pero Dunleavy debería dar un paso adelante fortaleciendo a las piezas claves del banquillo. Decisivo será ver cómo se compenetrarán dos caracteres difíciles como Davis y Randolph. Si la llegada del “tercer hombre” tampoco funciona, Kaman podría ser el siguiente en salir pese a su buen trabajo, como ya se ha atrevido a avanzar algún gurú. O tal vez Mike-D.
Xesús Serrano
Hay traspasos que son muy sencillos de analizar, y es lo que sucede en el caso de los del viernes: los Knicks no querían a estos jugadores y buscaban flexibilidad salarial independientemente del nivel de lo que recibiesen a cambio, con lo que los medios podrán por fin comentar lo cerca que están de fichar a Lebron, Wade, Bosh, Michael Jordan, Larry Bird y Fernando Alonso en la Gran Manzana; los Clippers siguen intentando paliar la baja de Brand, como ya sucediese con la adquisición de Camby, pero no creo que consigan mejorar notablemente el equipo; y los Warriors dejan ir a un jugador que había solicitado el traspaso y consiguen un escolta tirador que les puede venir muy bien, ya que lo necesitaban.
Un momento, ¿que los Warriors necesitaban un tirador? ¡Pero si tienen sólo escoltas repetidos en la plantilla! No exactamente, que Jackson estaba siendo el jugador que más triples lanzaba en la liga cuando no es una de sus principales virtudes, Magette es un penetrador, igual que Monta Ellis (cuando vuelva), Azubuike no es un jugador importante en el equipo, y ya veremos si Anthony Morrow es flor de un día o no. Además, Crawford obligará a una mayor atención defensiva hacia él, y puede también ayudar a subir la bola, aunque combinar la presencia de Jamar y Monta no permitirá abusar de los intercambios defensivos a los que nos acostumbraron los de Nelson estos años, y está por ver cómo afecta ese apartado. Con lo que acusaron el año pasado la baja de Barnes, el que Jackson tenga menores responsabilidades para aumentar sus prestaciones en defensa era necesario.