Andrés Monje: Kevin Durant es el mejor proyecto universitario que hayan visto mis ojos. Conjuga una serie de cualidades, tanto físicas como técnicas, que le hacen ser una máquina casi perfecta para jugar a este deporte. Sin embargo, era de esperar que en su año rookie no destapase el tarro de las esencias mas que en contadas ocasiones, pues todo jugador necesita un período de adaptación al nuevo entorno. Durant está mostrando unas tremendas cualidades anotadoras (20 puntos en apenas 32 minutos por encuentro)… y de momento poco más. No me preocupan excesivamente ni su falta de kilos – al contrario que James, es un físico por madurar-, ni sus malos porcentajes, pues es algo que con el tiempo mejorará –como han hecho los propios James y Anthony, otros de los últimos “adelantados” a su tiempo-, pero sí su posible falta de implicación en otros aspectos básicos del juego: la lectura del mismo, el rebote y el sacrificio defensivo. Debe ser complicado que con 19 años recién cumplidos tengas que hacerlo prácticamente todo en una franquicia donde el principal y único cimiento eres tú, pero a un talento sobrenatural como Durant hay que exigirle que desarrolle todas sus cualidades ahora, cuando debe hacerlo, y no se quede “simplemente” en un prodigio anotador, que creo que es su techo mínimo. Si lo hace, estaremos ante una de las máximas referencias del baloncesto mundial en los próximos años. Tiempo parece tener para ello, porque los Sonics se están tomando la reconstrucción con calma, y siempre fundamentada alrededor del ex jugador de Texas. Ahora todo depende de él.

Íñigo García: Sí, de momento los Sonics pierden casi tanto como los Timberwolves, y no parece que vaya a cambiar en la segunda mitad de la temporada.
Sí, de momento en las actuaciones de Durant destaca su irregularidad y tampoco parece que eso vaya a variar en lo que resta de temporada.
Y sí, la franquicia de Seattle sigue en un estado convulso y sin saber si será de Seattle hasta el final de esta temporada, de la siguiente, de la de más allá o si alcanzarán un acuerdo cuando los dueños estén bajando las persianas del chiringuito.
Pero todo eso no importa cuando ves a Kevin Durant botando el balón, cambiar de dirección, pararse en seco, levantarse con esa elegancia y que su lanzamiento solo toque la red. Solo os pido una cosa: si no os ha entrado la fiebre Durant no os vacunéis (enroquéis) y quedar abiertos a enfermar por este chico. Mucho va a tener que ser Greg Oden para que en el futuro no se utilice como arma arrojadiza y se recuerde que Kevin Durant fue elegido como #2.

Xesús Serrano: Es pronto para hacer un balance de su primer curso, pues no debemos olvidar que aún no ha cumplido 20 años, pero sí creo que se puede calificar como un poco decepcionante lo que está realizando, y no sólo por sus pobres porcentajes de tiro. Relativamente, insisto. ¿Por qué? Hay tres aspectos en su juego que no me han gustado demasiado, respecto a lo que esperaba y había visto en un par de partidos NCAA: por un lado, el excesivo individualismo en su juego; por otro, que su juego de ataque se limita al juego de cara, de fuera a adentro, lejos de la polivalencia que parecíoa intuirse en su llegada a la liga, y por último su nivel defensivo, bastante pobre hasta el momento. Debemos de recordar además que es el faro y esperanza de la construcción de unos nuevos Sonics, con objetivo en resultados a partir del 2009, y por eso no son preocupantes sus carencias, pues aún es lo suficientemente joven como para adapatar su juego a los rigores de una liga tan exigente. Pese a todo, yo le daría un aprobado cerca del notable en su breve recorrido por la NBA. El futuro es suyo, y nadie le exige en la franquicia un salto de nivel inmediato.

David Vilares: Kevin Durant tiene 19 años. Este hecho, por evidente que sea, no debe ser ignorado en el análisis del jugador. Siendo poco más que un adolescente se le han dado los galones de una franquicia entera, con poquita ayuda en la cancha e incluso fuera de ella (el posible traslado a Oklahoma City, por ejemplo). Durant tiene a los Sonics en los puestos de cola de la conferencia Oeste, tal y como se esperaba, y su juego está siendo bastante inconsistente, tal y como se esperaba. Se le ven hechuras de proyecto gigantesco, de los que salen tres veces por década, y hay que dejarle que vaya dando pasos. LeBron James tuvo un primer año similar (quizá con más mérito por la descomunal presión que tenía que soportar) y otras estrellas como Kobe Bryant o Kevin Garnett estaban por debajo de Durant con su misma edad.

En este vídeo pueden verse algunas de las características de Kevin Durant