El futuro y la progresión como jugador de Ricky Rubio sigue siendo objeto de debate en la prensa norteamericana. Elegido como Nº 5 del Draft de 2009 por los Minnesota Timberwolves, tras un verano de dimes y diretes el base catalán decidió firmar por Regal FC Barcelona y posponer su marcha a la NBA, dejando plantada a la franquicia de Minneapolis que le esperaba con los brazos abiertos. Desde entonces, desde los EE.UU. se sigue con interés la carrera deportiva del joven jugador español a la espera que decida dar el salto a la mejor liga del mundo.
Esta vez es el prestigioso diario New York Times el que le dedica un artículo firmado por el conocido periodista Jonathan Givony, vinculado a la conocida web Draft Express.com. En el artículo, Givony considera que el juega de Ricky Rubio ha sufrido un cierto estancamiento, una falta de progresión que se palpa principalmente en su producción en ataque. Se pone de relieve que tanto en el pasado Mundobasket como en la presente temporada el acierto de Ricky en los lanzamientos lejanos está siendo realmente pobre (2/17 en triples en el Mundobasket y 9/41 en la presente campaña en ACB). En este sentido, se argumenta que la filosofía del juego colectivo que impera en Europa, donde el jugador está al servicio del equipo en el objetivo de lograr la victoria y el juego egoista es muy criticado, ayudó a madurar al jugador español. A su vez, afirma Givony que ese mismo argumento puede explicar que Rubio no progrese en su juega en la forma que debería. Tal vez, se defiende en el artículo, su marcha a la NBA, donde los playmakers deben de asumir también resposabilidades anotadoras por el bien de su equipo, podría ser un buen acicate para que Rubio diera el salto definitivo como jugador total.
También es objeto de discusión el momento idóneo para firmar un contrato profesional con los Timberwolves. Según Givony, el entorno del jugador preferiría que Ricky pudiera jugar en una franquicia de la Costa Este, pero la tesitura laboral en el seno de la NBA llama a valorar muy mucho los efectos que pudiera tener las negociaciones por el nuevo convenio colectivo NBA y la amenaza de Lock Out. Firmar antes de la aprobación de un nuevo convenio más restrictivo para los jugadores o el posible cierra patronal, permitiría a Ricky obtener unas condiciones más provechosas en lo económico bajo el amparo del actual convenio, pero se encontraría con la posibilidad de o bien no poder disputar las ligas de verano y pretemporada por la situación en conflicto o, en el peor de los casos encontrarse con no poder disputar la próxima campaña por motivo de la suspensión de la competición. Por otro lado, en caso de no firmar su contrato rookie en 3 campañas, quedaría libre de los condicionantes sujetos a este tipo de contrato y podría firmar por la cantidad que pudiera negociar con la franquicia. En ese caso, cabe la posibilida que el nuevo convenio no permita tales privilegios.
Muchos argumentos a valorar por Ricky y su entorno y no tan solo de carácter deportivo, sino también económico.
El artículo finaliza con un sorprendente epílogo: "Rubio tendrá que tomar una decisión una vez finalice esta temporada en junio. ¿Continuará en Barcelona o se reunirá con el que fue su entrenador en el Joventut, posiblemente en el Real Madrid? Podrá dar el salto a la NBA? Y si lo hace, ¿lo hará con los Timberwolves?"