Elaborar una lista con los mejores jugadores de la historia es tarea ardua y, probablemente, muy polémica. Es muy complicado contar al 100% con una objetividad súper estricta, y nuestro subconsciente siempre hará que nuetsros gustos guíen nuestras elecciones, aunque tratemos de evitarlo. Pero como con todo, cuanto más se reduce el campo a estudiar más se simplifica la hipótesis y la posterior ejecución de la demostración. Lo que nos ha llevado a analizar cada franquicia de manera individualizada, creando un serial con los 30 mejores jugadores de la historia… contando con un individuo por franquicia. Y hoy, es el turno de los Denver Nuggets. De Alex English. Una leyenda atemporal.
EL RESUMEN DE SU CARRERA
English, al igual que muchos deportistas de élite, no tuvo una infancia sencilla. Creció en Columbia, en Carolina del Sur, al cobijo de su abuela, mientras sus dos padres trabajaban en Nueva York para poder mantenerlo a él y a sus hermanos. Lo que provocaba que, muchas veces, única pudiera llevarse un plato al día a la boca. Pero a pesar de esto, continuó creciendo. Y aprendiendo de los mayores. De su familia recogió la capacidad de sacrificio, y del director de su escuela tomó el tiro en suspensión que de tanto le serviría a lo largo de su carrera. Cuando acabó su estancia en el Dreher High School su legado fue tal que el 31 de enero de este mismo 2020 su dorsal 22 fue retirado, tras superar la treintena de puntos en el instituto. Y de todas las ofertas universitarias que le llegaban, que superaron la centena, decidió quedarse en casa. En la Universidad de South Carolina.
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Allí estuvo 4 años, partiendo en todos y cada uno de los encuentros como titular, anotando casi 2000 puntos en ese rango de años -otro récord para su “colección”- y logrando ser el tercer jugador que conseguía superar los 1000 rebotes recogidos y un 50% de acierto en sus tiros de campo. Además de graduarse con una Licenciatura en Inglés tras desarrollar un apetito pre-existente alrededor del arte, la escultura, la literatura y, sobre todo, la poesía. Esta etapa, en la que no había conseguido más que superar el Sweet Sixteen del NCAA Tournament, le había valido para llamar la atención de la NBA, y ser drafteado con el pick 23 de la segunda ronda del Draft de 1976 por parte de los Milwaukee Bucks. Ser segunda ronda puede parecer “negativo”, pero por aquel entonces todavía había más de 4 rondas.
En Milwaukee, donde estuvo dos años, jugó un total de 142 partidos pero solo superó los 30 minutos en 3 ocasiones y los 20 puntos otras tantas. Tras esto, llegó Indiana como agente libre en 1978 y desde el primer momento se estableció como un titular fijo de los Pacers, logrando superar los 30 puntos tras únicamente 3 encuentros de Regular Season. La maquinaria empezaba a funcionar. Al final del año había conseguido asentarse en torno a los 16 puntos por noche, a los que añadía una gran demostración de trabajo duro con 8 capturas por noche. A pesar de ello, no habían podido entrar en la post-temporada. Y en febrero de 1980 su suerte cambió por completo. Fue cambiado por George McGinnis, un fantasma del pasado de Indiana, y enviado a los Nuggets. Donde se estableció como uno de los mejores anotadores de la historia.
Is Alex English the most underrated scorer in NBA history?
Also worth mentioning is the master of the mid-range shot only missed 7 games during the 80s.Read More: https://t.co/HzelUSxvBA pic.twitter.com/Z18Y6ZdmpI
— Ballislife.com (@Ballislife) December 1, 2017
Tras 10 años sin bajar de los 18 puntos por noche -y 8 años superando los 25-, en 1990 se marchó, y se llevó “sus talentos” a Dallas. Ya había comenzado su decadencia, al pasar en cuestión de un año de promediar 26 puntos a caer hasta los 18, y ya nada fue como antes. Volvió a caer su capacidad de anotación, rozando los 10 tantos por partido saliendo desde el banquillo texano, y al acabar la temporada, se marchó a Nápoles, Italia. Con el Depi Napoli jugó 18 partidos en 1991, promediando 14 tantos por encuentro, y se retiró. Al año siguiente, los Nuggets anunciarían que retirarían su camiseta, y en 1997 sería introducido en el Naismith Memorial Basketball Hall of Fame de Springfield, el cúlmen máximo a una carrera.
Tras 15 años en la liga había conseguido anotar 25613 puntos, recoger 2778 rebotes ofensivos y comparecer en 1193 partidos. Siendo, respectivamente, en el momento en que se retiró el 7º máximo anotador de la historia de la liga, el 5º con más partidos, y también el 5º con más capturas ofensivas. Había dejado su huella, en la liga y en el Estado de Colorado, y ha acabado siendo uno de los jugadores más infravalorados de la historia de la NBA. Al menos, de los más olvidados. El tiempo, y la modernidad -solo anotó 18 triples en toda su carrera- se lo han llevado por delante.
¿POR QUÉ ES EL MEJOR JUGADOR DE LA HISTORIA DE LA FRANQUICIA?
El año en que Alex English llega traspasado a Denver desde Indiana el mítico “hit” del grupo Queen, “Another one bites the dust”, se había convertido ya en un lema personal de la franquicia de Colorado. Cada año, desde su creación en la ABA en 1967 con el apelativo de Rockets hasta la inmersión en la NBA en 1977, la historia se repetía. Daba la sensación de que Michael Ende había escrito el guión de la franquicia, y su historia se había transformado en un ciclo interminable que nunca acabaría. Pues habían llegado a tocar la gloria, alcanzando las Finales de la ABA en 1976, pero desde entonces habían comenzado una decadencia fulgurante que tardaría poco tiempo en llegar y golpear.
Denver, una ciudad dividida entre el fútbol americano y el Hockey sobre hielo, se olvidaba paulatinamente de la existencia de los Nuggets. Aquel año, el curso 1979/80, el pabellón de los Nuggets había alcanzado la cifra de 10000 espectadores promedio, 2 mil, 4 mil, 6 mil y 7 mil menos que los últimos 4 años respectivamente. Y cuando English llegó, junto al fichaje del mítico e innovador entrenador Doug Moe en 1981, las tornas viraron. Aunque tardaron en superar la Primera Ronda 2 años, el ambiente en la ciudad vibraba, consiguiendo que la gente volviera a engancharse. Por ello, Alex English es más que el mejor jugador de la historia de los Nuggets. Es una auténtica estrella de los años 80. Y un jugador muy atado a la palabra nostalgia.

Y junto a la nostalgia, los argumentos también pesan a su favor. En las 9 temporadas que van entre 1980 y 1990, las 9 campañas que English realiza de manera completa con los Nuggets, él es el jugador con más puntos de toda la NBA, con 21133 puntos, a más de 2500 puntos del segundo. Además, es primero en minutos disputados, siendo el único jugador con más de 29000 de la década, y solo Bill Laimbeer le supera en partidos disputados, con 815 por sus 813. Por supuesto, es líder histórico de la franquicia en puntos, asistencias, partidos completados, tiros convertidos y rebotes ofensivos. Fue 8 veces All-Star de manera consecutiva, llevó a Denver a los PlayOffs en el mismo rango de tiempo y fue también el primer jugador en superar los 2000 puntos por temporada durante 8 años seguidos. Desde entonces, solamente Karl Malone le ha superado en años sucesivos. Tanto Michael Jordan como LeBron James se quedaron en 7.
COMPLETAMOS EL PODIO DE LEYENDAS DEL EQUIPO
Los Nuggets llegaron de la ABA como unos extranjeros. Y después de un periodo de adaptación, empezaron a arrasar. English fue el mayor culpable de todo ello, pero a su lado tuvo, en distintas etapas, a David Thompson y a Fat Lever. El primero, uno de los mejores “dunkers” de la historia de la NBA -y la segunda mayor leyenda de Denver por el momento, y el segundo, el mejor base que jamás ha vestido los colores de los “mineros”. Por el camino se ha quedado Carmelo Anthony, que le faltó algo de suerte colectiva; Dan Issel, el primer Nugget’ en entrar en el Hall of Fame; o Byron Beck, la gran estrella de aquellos primeros Denver Rockets. Además, Nikola Jokic todavía no ha acumulado partidos, logros ni memorias suficientes, pero a largo plazo podría robarle el puesto a alguno de los 3.
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Cuando te apodan “The Skywalker” tienes que estar muy cerca de la gloria. O haberla tocado ya. Sin aparente relación con el Film de George Lucas, estrenada en 1977, David Thompson recibió esta denominación por su mágica capacidad para saltar. Para volar, para “caminar por el cielo”. Bill Walton llegó a decir que Thompson era Michael Jordan, Kobe Bryant, Tracy McGrady y LeBron James reunidos en la misma persona, y el propio Jordan comentó que la importancia del salto vertical, de ampliarlo lo máximo posible, de estudiarlo, se hizo real gracias al alero de los Nuggets.
Quedó segundo en el primer Concurso de Mates de la historia, fue Rookie del Año, All-Star y All-ABA Second Team en la ABA en su único año, y fue 4 veces al partido del All-Star de la NBA. Además, fue en dos ocasiones All-NBA First Team gracias a su primer y segundo año en la “nueva” competición, donde logró 26 y 27 puntos respectivamente. En conjunto, en sus 7 años en Denver, promedió 24 puntos, y es el 4º jugador en tantos logrados, con poco menos de 12 mil, y el 6º en minutos, con casi 17 mil.
La llegada de Fat Lever, por su parte, tuvo mucho que ver con la providencia divina. Los Nuggets llevaban 3 años consecutivos entrando en PlayOffs pero sólo habían superado la “maldecida” Primera Ronda una vez, sin haber alcanzado todavía las Finales de Conferencia en la NBA. Y Lever fue lo que le faltaba al sistema de Moe. En el año 1984/85, su primer curso, alcanzaron la antesala a las Finales de la NBA, cayendo ante los que acabarían ganando el anillo, Los Ángeles Lakers.

En los siguientes 6 cursos, pues abandonó la disciplina Nugget’ al mismo tiempo que lo hizo Alex English en 1990, promediaría 17 puntos, casi 8 rebotes y 8 asistencias. Un dato que sorprende aun más pues Lever llegaba “apenas” al 1’90, y aún así es el 9º jugador en toda la historia de la franquicia en rebotes totales capturados. Teniendo, sorpresivamente, más rebotes que asistencias, superando en ambos casos los 3500. Habiendo solamente 8 bases de su estatura en toda la historia que capturaran más rebotes que él en toda su carrera. Además, es líder en robos y segundo en asistencias en los rankings históricos del equipo. Y fue escogido en dos ocasiones para el All-Star Team, y sería una vez All-NBA Second Team y All-NBA Second Defensive Team.