Los Houston Rockets se enfrentan a uno de los retos que impone la NBA durante los años: mantenerse al mismo nivel de todas las campañas, surjan los enemigos que surjan. Houston no ha sido capaz de disputar el trono a Golden State con Harden y Paul, por lo que este año probarán con una dupla que puede resultar tan bien como mal: Harden y Westbrook. Mike D’Antoni vuelve a tener uno de los mayores retos de su carrera a mano.
TEMPORADA PASADA
La pasada campaña, los Rockets no tuvieron el mejor comienzo, pero sí uno de los mejores finales de curso de toda la NBA. Mientras las dudas se asentaban entre si era o no era Carmelo Anthony el problema de dicho mal rendimiento, James Harden comenzaba una carrera individual que terminaría en una de las mejores campañas para un jugador de la historia de la liga. Una vez vuelto a asentar el sistema, sin Paul ni Capela por largos periodos de tiempo, los Rockets ascendieron en la clasificación del Oeste en los últimos compases de la competición bajo la batuta de Harden. Su récord final fue de 53-29, mucho peor que el de 2017-18, perdiendo también en unas Semis de Conferencia bien luchadas frente a Golden State. Una vez más, sin posibilidades ante los de la Bahía.
ESTRELLA
Ha llegado a la franquicia Russell Westbrook, pero queda claro que James Harden es el mejor jugador de la franquicia por un amplio margen. El ex de Oklahoma, que vuelve a reunirse con su excompañero, tendrá más responsabilidades en ataque que el base. La gran incógnita que se le presenta a Mike D’Antoni esta campaña es cómo integrar a Russell Westbrook y James Harden en pista sin sacar dos balones al parqué.
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Harden es un anotador puro y sabe hacerlo con el balón en las manos y también off ball. Westbrook no tiene tiro exterior y la mayoría de sus puntos vienen de penetraciones. ¿Será mayor el uso de balón de Russ que de James? El caso es introducir a Russell en el quinteto sin mermar el juego de la Barba. Se pueden tomar ciertas notas de Oklahoma y Paul George la pasada campaña, donde PG era la estrella y Westbrook la segunda espada. Habrá que esperar para ver si funciona.
ROOKIE MÁS DESTACADO
Los Rockets no han tenido ningún pick de Draft en el pasado mes de junio, pero se han hecho con tres rookies que no fueron elegidos en dicha noche. El que más nombre tiene de los tres y, por tanto, el más destacado, es Shamorie Ponds. De hecho, es raro que no fuese elegido en las primeras sesenta elecciones del Draft por el potencial que desprendía.
Se trata de un guard anotador, con unos registros que rondan los 20 tantos, 5 rebotes y 5 asistencias, y una cifra de robos que asusta, pues supera los 2.5 por encuentro. Un jugador con tiro que Mike D’Antoni podrá utilizar en su rotación cargada de tiradores. Un gran aditivo para la segunda unidad. También tendrá la oportunidad de serlo Chris Clemons, otro gran anotador en college, y Michael Frazier, menos prodigado en estos campos que los dos anteriormente mencionados, que son los dos novatos restantes por mencionar.
coach (Y ESTILO DE JUEGO)
A estas alturas, si eres entrenador, qué digo, aficionado, y no sabes qué sistema va a sacar a la palestra Mike D’Antoni, estás bastante perdido. Los Rockets llevan un par de temporadas maravillando (o no) al espectador con un preciso (o cruel) baloncesto donde priman los lanzamientos de tres, falta el movimiento de balón y se penalizan las pérdidas.
Primeros en triples intentados y anotados, de los últimos en asistencias y top 10 en menos pérdidas cometidas. Eficiencia en el juego y suerte en los triples. Mucha finta, bastante penetración y obtención de lucrativos tiros libres de ello. Es una especie de eat, sleep, rave, repeat que los Rockets llevan grabado a fuego como identidad desde hace un par de campañas. Funciona, y ya sabéis lo que dicen: si no está roto, no lo arregles.
PLANTILLA
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SITUACIÓN SALARIAL
Los Houston Rockets son uno de los equipos que más salarios comprometidos tiene para esta temporada. Nada menos que $142,613,268 millones, que están completamente por encima del salary cap, que está en $109.1 millones. Concretamente, más de 33 millones de dólares por encima, situación que les introduce a pagar impuesto de lujo. Tilman Fertitta, propietario de Houston, deberá apoquinar unos 17 millones de dólares porque su franquicia se ha pasado de la raya. Gran parte de estos 142 millones se lo llevan los cuatro principales hombres de Houston, los jugadores más importantes, tomando parte en esto el recién llegado Russell Westbrook.
James Harden Westbrook
El base está en el segundo año de su contrato de cinco campañas a razón de $206,794,070, en el cual cobra 38 millones y medio de dólares. El último año de estos cinco es opción de jugador, válida por $47 millones, que el jugador no rechazará a sus 33 años. James Harden, también con un supermáximo, es otro gran pagado de la plantilla, cobrando 171 millones de dólares a lo largo de 4 años. Este curso también se agencia $38 millones, como Russ. Por último, quedan Eric Gordon y Clint Capela como las dos últimas espadas, cobrando en torno a $14 millones cada uno y llevándose también gran parte del espacio salarial. Solo queda destacar que Clint está en el segundo año de su contrato de 90x5, mientras que Eric afronta un contract year, siendo expiring este curso.
PREDICCIÓN Y OBJETIVOS
Los Rockets son una de las mayores incógnitas de la temporada de NBA que entra. Cambian un base estrella por otro de cualidades totalmente diferentes y, aunque mantienen la espina dorsal del conjunto, muchos proyectos han cambiado a lo largo del panorama NBA y el camino al título está totalmente abierto. Wide open, que diría un estadounidense.
Debería ser una de las apuestas seguras a Top 3 del Oeste, en opinión de un servidor, mientras que no llegar a unas Finales de Conferencia sería un fracaso para el proyecto y toda la carne que los tejanos tienen puesta en el asador.
