Con algo de suerte, la temporada en la NBA no empezará con árbitros suplentes. La simple idea de que pueda hacerlo genera incertidumbre en la nueva temporada. Si llegara a hacerlo sería un problema, ya que la NBA está empleando a árbitros que nunca han sentido la presión de pitar un partido de la NBA. La presión de un partido oficial no es algo que se pueda describir, ni es algo para lo que uno se pueda preparar completamente. Un árbitro veterano sabe manejar jugadores y entrenadores en el fragor del momento. Un árbitro de reemplazo, sin embargo, nunca se ha enfrentado a los gritos de los jugadores, a las críticas de los entrenadores molestos por sus decisiones o a los fans gritando toda suerte de insultos. En estas circunstancias puedes encontrarte árbitros que, presa de la ansiedad del momento, intenten aprovechar el momento para hacerse un nombre a base de tirar de silbato demasiadas veces.
Lakers, Spurs, Cavaliers, Celtics. Uno de ellos debería ser o será el campeón, y yo diría que los Lakers. Con la llegada de Ron Artest de los Rockets y el regreso de Lamar Odom, los Lakers tienen más capacidad ofensiva, además de mas presencia defensiva con la que respaldar a Kobe Bryant. Pau Gasol y Andrew Bynum, en su tercer año como profesional, le dan a los Lakers un poderoso y capaz frente ofensivo que el resto de equipos no son capaces de igualar.
Los Spurs se han comprometido a competir por el campeonato. El All-Star Tim Duncan ha perdido casi 7 kilos y ha recuperado su forma física, para poder aguantar la paliza que un calendario con 82 partidos oficiales representa. Además, la llegada de Jefferson le da a los Spurs otra opción ofensiva junto con Duncan, Parker y Ginobili.
Los Cavaliers han dado un gran paso adelante este año al fichar a Shaquille O’Neal, de 37 años, que ha sido un All-Star durante años. O’Neal representa una enorme baza ofensiva (aunque lenta) cuando se empareja con Illgauskas. Esta será la primera vez que LeBron James tenga una mayor presencia en la cancha, que podría abrir muchas más oportunidades ofensivas para él y sus compañeros de equipo. Tuvieron problemas el año pasado con los tiros en suspensión durante los playoffs, de modo que los escoltas Williams y West tendrán que mostrar mayor puntería bajo presión.
Los Celtics reciben el regreso de Kevin Garnett de su lesión, y cuentan además con Ray Allen, Paul Pierce y Rajon Rondo. Durante las vacaciones han reclutado a Rasheed Wallace, antiguo All-Star y otro hombre de zona. Los Celtics necesitan hacerse a la idea de que dependen de su labor de equipo si quieren competir por el campeonato, y además van a tener que buscar algún modo de defender contra equipos con una fuerte presencia interior.
Ha habido multitud de intercambios de jugadores este año que han implicado a jugadores clave para sus respectivos equipos, como el caso de Carter y Jefferson, en los que el tiempo dirá si las habilidades de dichos jugadores puede adaptarse rápido a las condiciones de sus nuevos equipos. Con tantos jugadores clave intercambiados por jugadores que perdieron en los playoffs, o que ni siquiera llegaron a ellos, las estadísticas pueden resultar engañosas, ya que como dice el dicho, “las estadísticas en un equipo que pierde son muy diferentes de las de un equipo que gana”. Las estadísticas de un equipo que pierde generalmente vienen sin presión, cuando todo está ya decidido y el equipo se sabe derrotado, los puntos y los rebotes empiezan a venir solos, ya que no van a alterar el resultado final. El talento de cada jugador, sin embargo está ahí, presente, aunque bajo condiciones y presiones muy diferentes que estaría si el partido estuviera reñido. El cómo se adapte un jugador a la diferentes circunstancias, a la diferencia entre ganar y soñar con ganar, puede ser un factor determinante.
Las expectativas (una palabra a la que todos los equipos se enfrentan) muchas veces son poco realistas, pero siempre están ahí, hay que vender entradas al fin de al cabo, y siempre añaden presión extra a jugadores y entrenadores.
Las expectativas sobre Portland, Washington, Dallas, Orlando y Cleveland son bastante altas, como altas son siempre sobre Celtics y Lakers, y dado que muchos piensan que Denver podría repetir su año fantástico… habrá que ver.
La eliminación prematura de los Spurs fue un evento inusual que no se repetirá este año, estarán en el fregado en la Conferencia Oeste y podrían estar en las finales… una vez más.
Los demás… ¿Quién sabe?. Kings, Warriors, Clippers, Minnesota… son equipos que podrían dar la sorpresa, aunque es poco probable. Memphis y Oklahoma darán bastante guerra al resto, aun siendo equipos jóvenes que están intentando suplementar su plantilla con veteranos. Toronto podría sorprender, pero hay dudas sobre su capacidad.
En cuanto al resto… quien sabe si alguno podrá sorprender y ofrecer un nivel competitivo este años… habrá que esperar y ver.
CASEY, Don – Legendario entrenador de la Universidad de Temple durante 10 años entre el 73 y el 82, fue entrenador principal en la NBA en Clippers y Nets, así como asistente para Chicago Bulls y para Boston Celtics durante nada menos que 6 años. Es conocido por ser un gran estudioso de las zonas, tanto que actualmente se gana la vida con ello, lo puedes comprobar en su propia página web “Temple of Zones” donde promociona y vende sus conocimientos sobre la materia en forma de libro teórico. Si tienes interes en sus productos puedes dirigirte a ellos en [email protected]. Casey siempre se ha caracterizado por ser un importante entrenador en el uso de zonas. Aquí tenemos un ejemplo de ello
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