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Curso anterior: 39-43, fuera de playoffs

Principales altas: Morris Peterson, Julian Wright, Ryan Bowen and Melvin Ely.

Principales bajas: Desmond Mason, Devin Brown, Marc Jackson and Cedric Simmons.

Probable quinteto inicial: Paul – Peterson – Stojakovic – West – Chandler

Reservas habituales: Jackson, Pargo, Butler, Wright, Ely, Armstrong

Íñigo García, Meej, Andrés Monje, Jaime Nóvoa, Xesús Serrano y David Vilares nos ofrecen breves apuntes sobre el posible papel de los Hornets en este curso:

I.G. Hay ocasiones en las que un equipo se une ante la adversidad, pero que una vez todo vuelve a la normalidad y se les obliga a rendir a un nivel mayor, se la pegan. Este año vuelven a New Orleans. Este año la plaga de lesiones debería dejarles respirar más que el año pasado. Este año ya será el tercero de Chris Paul. Este año debería ser el de la confirmación de Tyson Chandler como notable jugador para la liga (esta pretemporada los Hornets han jugado bastante para él en el poste bajo). Y este año deberíamos comprobar si es el definitivo de Stojakovic: el de la vuelta o el del adios. Todo parece positivo para los Hornets, pero ayer tuve un sueño en el que los Hornets se la pegaban y realizaban una pésima temporada.

M. El año pasado los Hornets estuvieron sorprendentemente cerca de playoffs a pesar de todas sus lesiones. Paul, Chandler y West están progresando, y sin lesiones podrían terminar cómodamente por encima del 50%. El problema es que eso no va a pasar, sobre todo en el caso de Stojakovic, y que el equipo (que repite con el cambio de Morris Peterson por un Mason que ha fichado por los Bucks) carece de un referente ofensivo. Son una buena plantilla, pero no tienen a ese jugador especial que los lleve a la tierra prometida. Quizás por eso se mueven tanto.

A.M. “Salud, defensa y Paul”. El equipo de Byron Scott ofreció una gran imagen el pasado curso, a pesar de padecer una increíble plaga de lesiones que en gran medida impidieron que su buen hacer obtuviese más frutos. Nuevamente Chris Paul estará al mando de todas las operaciones, aunque los Hornets basarán gran parte de su éxito en su solidez defensiva, y en esa faceta será determinante –ante la marcha de Mason- el ¿definitivo? despertar de Tyson Chandler, que el año pasado demostró que, además de cobrando cada fin de mes, también puede ser muy útil sobre una cancha. El enigmático rendimiento de Stojakovic marcará el devenir del conjunto de Scott, que contará además con Morris Peterson como ayuda en el lanzamiento exterior, y con el novato Julian Wright, un alero muy versátil y de gran potencial. Pronóstico: Lucharán por una de las dos últimas plazas del PO en el Oeste.

J.N. Comienzo de campeonato muy fuertes para después, por distintas razones, terminar desinflándose y fuera de POs. Así se pueden resumir las dos últimas temporadas de los Hornets. Esta vez, con no muchos cambios, en New Orleans esperan que el equipo ilusionante que se formó la temporada pasada cumpla las expectativas y, sobre todo, no caiga en las lesiones que tanto han limitado la progresión de la franquicia desde su recolocación. Y si no siempre nos quedará Chris Paul, una auténtica debilidad personal.

X.S. Las lesiones marcaron su trayectoria el pasado año. De la mano de dos prometedores jóvenes adquiridos vía draft como Paul y West, o de los conseguidos a costa de pagar por encima de su precio de mercado (qué remedio si no eres “de los grandes”) como Chandler y Stojakovic, además de otros jugadores como Butler, Jackson o Morrison, deben luchar por un puesto en playoff, y es un objetivo que parece factible por parte de los pupilos de Byron Scott, especialmente si Pedja consigue jugar más partidos que en los últimos años y si continúan con poderío en el rebote. Vuelven a casa tras el destierro de Oklahoma.

D.V. Si algo podemos asegurar de estos Hornets es que serán competitivos, en mayor o menor medida, y que pelearán por alcanzar los Playoffs. ¿Más? Difícil de determinar. La solución de los problemas atravesados el año pasado no tiene por qué ser una garantía de mejora, aunque suene un insulto a la inteligencia. ¿Qué pasará ahora si Stojakovic no se integra al ataque de Scott, o incluso si tiene problemas con el propio técnico? Atención a la evolución de Chris Paul, quizás la llave de la temporada de los de –este año sí- New Orleans. Con suerte se colarán octavos o séptimos.

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