Guía NBA 2008-09
| Los datos |
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Curso anterior: 32-50, fuera de los playoff |
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¿Qué se puede esperar de los Bobcats este curso? |
Íñigo García
Partido de entrenamiento en el training camp del 2008. Matt Carroll recibe el balón saliendo de un bloqueo infructuoso pero aún así lanza. Anota. El técnico hace sonar el silbato para… ¿felicitarle? No, padre. El lanzamiento era malo porque seguía teniendo a su par encima y quedaba bastante tiempo de posesión. Había mejores opciones y se debía trabajar más. Amigos, Larry Brown is in the city. El éxito no está asegurado, pero les aseguro que este año se hablará más de los Bobcats que en los últimos tres años. Es lo que te asegura tener a dos personalidades como Larry Brown y Michael Jordan. ¿Será bueno para la franquicia? Por supuesto, el ruido es bueno siempre que no te deje sordo. Pero más allá de personalismos, ¿por qué tengo la sensación de que los Bobcats tienen a muchos no-rookies que podrían perfectamente serlo? La NBA está tardando en organizar un premio al mejor no-tan-rookie del año. Morrison y May optarían al premio sin duda.
Gabi Muela
Juan Carlos Serrano
Discreta suerte en el Draft, lesiones y decisiones discutibles en unos despachos amiguistas, no necesariamente en este orden, han impedido que los Bobcats abandonen su estatus impersonal. En teoría, la llegada de Larry Brown debería acercarles al cincuenta por ciento de victorias, aunque su escaso -y caro- poder interior complica mucho el sueño de los Playoffs. Sin olvidar algunas cualidades de Ajinca, D.J. Augustin es la principal incorporación. Otra bala de Texas, pequeño y con gran tiro y capacidad para generar juego desde el dribbling. Y no hay mucho más novedoso, por lo que el peso recaerá en los conocidos Felton (que sufrirá con Brown: ya se habla de Phil Ford como mediador, que aquí todo queda en la casa Tar Heel); Jason Richardson, que ha entrenado bastante en verano por lo que cuentan; y Wallace con su afán de superación, y los golpes que sufre oficiando de cuatro. Lo que menos necesitaba Morrison era un año en blanco, y ahora mismo parece que su facilidad para poner la bolita en el aro no le va a salvar. También cuesta seguir dando crédito a Sean May. Y por último, el renovado Okafor seguirá firmando dobles-dobles aunque su nivel de explosividad no le permita ser la estrella que se esperaba.
José Navas
Xesús Serrano
Año importante y difícil para la franquicia. La llegada de Brown tras su batacazo en la Gran Manzana es su principal novedad, además de la llegada de Augustine. Bueno, y la presencia de Morrison y May, que casi como si fueran rookies. Siguen careciendo de fuerza en el interior, pese a la presencia de Okafor, y deberían vivir de las rachas de Wallace y Richarson en ataque. No soy nada optimista con ellos, y pienso que la decisión del año pasado, sacrificando espacio salarial futuro por la llegada de un Richardson anotador pero sin hechuras de estrella, es la principal causa