Vivimos en una era donde las habilidades de las personas son exprimidas al máximo en un entorno laboral y se nos orienta a que compitamos entre nosotros con la finalidad de encontrar el mejor rendimiento de cada uno, o al menos, de eso nos quieren convencer.

En el ámbito de los Recursos Humanos, una de las herramientas más utilizadas para valorar el rendimiento de los trabajadores dentro de cada empresa son los análisis de coste-efectividad. La idea es sencilla, se recoge el rendimiento de cada empleado y el salario que cobra para saber cual es el coste mínimo de cada unidad producida o acción llevada a cabo. Siempre en un periodo concreto, claro está, como por ejemplo un semestre o un año.

De esta forma, el salario (W) se dividirá entre la producción del empleado (Q) durante ese periodo concreto.

Tratando de extrapolar dicha teoría con la finalidad de aplicarla al baloncesto, propongo un ejercicio que nos obligará a abrir la mente e imaginarnos a los jugadores profesionales de baloncesto como trabajadores de cualquier compañía y a sus respectivos equipos como dichas organizaciones.

APLICACIÓN, RENDIMIENTOS Y SALARIOS

Echando la vista atrás tan solo varias semanas, podemos recordar la parte más alta de las votaciones en la carrera por MVP de la NBA:

  1. Kevin Durant (1.232 ptos)
  2. LeBron James (891 ptos)
  3. Blake Griffin (434 ptos)
  4. Joakim Noah (322 ptos)
  5. James Harden (85 ptos)

Durant pareció entonces ser el merecido ganador del galardón por su brillante temporada en la ciudad del trueno.

Analizando los contratos de estos cinco jugadores y sus valores estadísticos a lo largo del curso 2013-2014, me he decidido a cuestionar dicho ranking, o al menos, a mostrar si las diferencias en las votaciones realmente deberían ser tan grandes si cambiásemos el enfoque hacia una óptica basada en la teoría de la que anteriormente os hablaba.

Para medir el salario (W) de estos jugadores, nada mejor que consultar las cantidades que han recibido de sus equipos durante este año. En este caso, LeBron James ($19.067.500) es el mejor pagado de entre todos ellos, seguido por Kevin Durant ($17.832.627), Blake Griffin ($16.441.500), James Harden ($13.701.250), y cerrando el TOP 5, Joakim Noah ($11.100.000).

En el caso de la productividad (Q), el elemento para medir los valores puede ser un aspecto discutible. Personalmente, me declino por utilizar las estadísticas aunque sea evidente que no cuantifican todo lo que sucede en la pista. No obstante, los números que produce cada jugador si que pueden ser medidos y comparados de manera uniforme entre todos los jugadores.

De entre las múltiples ratios de valoración general, me he declinado por la más utilizada en la NBA… conocida como eficiencia. Esta ratio tiene en cuenta los aspectos más importantes del juego (puntos, asistencias, robos y % lanzamientos, entre otros) y a mi parecer no discrimina ni favorece a ninguna de las cinco posiciones de juego.

¿CUÁNTO CUESTA POR PARTIDO TENER A UNA ESTRELLA?

Dejando a un lado las explicaciones técnicas de dicho análisis, quiero hacer especial hincapié en los dos puntos principales de información que podemos recoger después de analizar los diferentes datos:

I. Coste por partido de cualquier jugador:

El coste por partido (CoPP) se puede obtener de manera fácil sin realizar grandes cálculos ni investigaciones, simplemente teniendo en cuenta el salario por temporada y el número de partidos jugados al cabo de un curso.   

II. Coste de la eficiencia:

Este segundo punto es el que realmente enriquece la aplicación de la visión coste-efectividad ya que a partir del CoPP y sabiendo el promedio de Eficiencia en cada partido (EPP) se puede llegar a saber el precio de un solo punto de valoración de cualquier jugador (CoPPE).

De esta forma, vamos a ver quien sería el auténtico MVP de la liga en términos de coste-efectividad y si aumentan o disminuyen las distancias que se establecieron mediante los votos oficiales:

Jugador (Partidos Jugados)

CoPP

EPP

CoPPE

Joakim Noah (85)

$130.588,24

23,07

$5.660,38

Kevin Durant (100)

$178.326.27

30,93

$5.765,48

James Harden (79)

$173.433,54

25,95

$6.683,54

LeBron James (97)

$196.572,16

29,36

$6.695,05

Blake Griffin (93)

$173.790,32

25,71

$6.876,41

Las diferencias entre jugadores son notables. Por una parte, encontramos a Noah y Durant encabezando la lista por escasas diferencias entre ambos. A pesar de que Durant es quien ha realizado mejor media en valoración de entre los cinco jugadores, Noah es quien resulta menos costoso, ya que un solo punto de valoración suyo costaría $5.660,38. Es evidente que las diferencias salariales entre Noah y el resto son notables, pero no hay que olvidar que el francés tan solo ha disputado 85 partidos entre liga regular y primera ronda de Playoffs, muy lejos de los 100 de Durant o los 97 de James.

Por otra parte, el mejor pagado de este ranking, LeBron James, es el jugador más costoso por partido aunque sin embargo es el cuarto en CoPPE, significando esto que un solo punto suyo de valoración se eleva hasta los $6.695,05. Sorprendentemente, James Harden sería el tercero pese a haber disputado solo 79 partidos esta temporada y Griffin es quien cerraría la lista en quinta posición con unos valores que se alejan aún más de la dupla Harden – James.

OTROS CASOS

Más allá del TOP 5 oficial, si seguimos visionando el ranking de votos oficiales encontraríamos algunos casos que llaman la atención.

El primer caso comparte protagonistas, George Paul y Stephen Curry, jugadores que todavía no han llegado a cobrar cantidades de dobles dígitos en lo que a millones se refiere pero que su rendimiento ha sido altísimo, lo que técnicamente los colocaría en lo alto del ranking en términos de CoPPE, aunque no estarían en igualdad de condiciones por lo que a los demás respecta.

El segundo caso, y para mi el más castigado de todos en las votaciones, es el de Kevin Love. El californiano ha realizado una temporada brillante, lo que supuestamente le está aportando el interés de múltiples franquicias, pero eso no ha sido suficiente para estar siquiera entre los diez primeros de la clasificación. Ocupó el decimoprimero puesto con 25 puntos.

El hecho de que Minnesota se desinflara a lo largo de la temporada y que no llegasen a competir de manera seria por entrar en Playoffs, sería la principal causa de su malestar y al mismo tiempo de los escasos votos recibidos.

No obstante, el jugador ha firmado una media de eficiencia de 30,23, solamente superado por su homónimo y MVP de la competición, Durant. Este hecho lleva al ala-pívot de Santa Mónica a obtener unas cifras de $6.311,82 en términos de CoPPE, lo que significa que tan solo quedaría atrás de Noah y Durant en el ranking por ser el jugador con mejor índice de coste-efectividad.

Definitivamente, este análisis no quiere otra cosa que aportar una nueva herramienta para valorar quien puede producir de forma más económica, esta vez aplicado a jugadores profesionales de baloncesto. Por eso mismo, no se puede olvidar que en términos de profesionalidad, el mejor no es quien hace las cosas de forma más económica y es por eso que no me atrevería a restar ni una minúscula parte del mérito que ha tenido Durant al alzarse con el MVP, pese a que si deseo sumar el mérito que considero que jugadores como Noah o Love merecen, y acotar las distancias que les separan de los grandes nombres que ocupan las listas del MVP durante los últimos años. Además, pienso que no cabe olvidar el hecho de que estos jugadores, con muchos menos inputs, han conseguido producir más y eso a veces no somos capaces de detectarlo a simple vista.