Se enfrentaban los dos de los mejores equipos de la conferencia Este y de la liga por la ventaja de campo en una hipotética eliminatoria de playoffs y el espectáculo no desmereció para nada. El duelo de bases no fue tal, ya que Rondo estuvo descentrado y sin confianza durante gran parte del partido y Boston lo notó en exceso. Los precedentes eran claros: cada equipo había ganado los enfrentamientos que había disputado como local, y este partido no fue menos. Con una defensa perfectamente plantada, permitiendo sólamente 38.4% en tiros de dos y un 20% en tiros de tres, los Bulls fueron demasiado para los orgullosos verdes. No contentos con rozar la perfección atrás (81 puntos para un finalista de la NBA son muy pocos), los Bulls mostraron un sentido colectivo en el juego de ataque que no se suele ver en la liga, con un movimiento rápido de balón y unos muy buenos cortes y continuaciones por parte de interiores y aleros. Con todo ésto sólo hacía falta ver cuál iba a ser la diferencia final en el tanteador, ya que, exceptuando breves momentos en el segundo y tercer cuarto, los Celtics no dieron ninguna impresión de poder llevarse este partido.

Comenzaba el esperado duelo y se vió desde el primer minuto que la cosa iba en serio, nadie salió a tantear, la agresividad era la nota predominante en las dos partes del campo y Derrick Rose dejó patente que esta era su casa y también su temporada. Este primer perido fue un monólogo rojiblanco, tanto en el rebote, dominado por Noah y Boozer (6 entre los dos este cuarto, más que todos los celtics juntos), como en las demás facetas del juego. Los primeros minutos, sin embargo, fueron igualados, con un sorprendente Jermaine O’neal y Ray Allen manteniendo a Boston en el marcador y Rondo repartiendo bien el juego entre sus compañeros (4 asistencias en este cuarto). Boston comenzó a perderse en protestas y malos modos, lo que degeneró en dos técnicas ya en este cuarto. Para rematar la desconcentración de los verdes, los bulls corrían para hacer un parcial de 13-6 en los últimos minutos, liderados por un imperial Rose, que con 10 puntos y 3 asistencias ponía su sello con penetraciones y escorzos de bella factura. A coro de los "MVP, MVP" del público, los Bulls terminaban el primer parcial con una ventaja interesante, 26-18.

Parecía que el segundo cuarto iba a ser un calco del primero, ya que Chicago salía en tromba y con un triple de Korver ponían la máxima diferencia en el marcador, 11 puntos. Pero fue un espejismo, los Celtics devolvían el mismo parcial que les habían infligido los locales minutos antes, 6-13 y se acercaban a tan sólo dos puntos, un Green muy incisivo y un Garnett hipermotivado (su estado normal, vaya) hacían daño con muchos suplentes en pista. Un triple de Deng que cuajó un gran partido, devolvía la iniciativa en el cudrilátero a los Bulls tras unos cuantos golpes encajados (abstracta y físicamente hablando), y estiraba un poco el marcador hasta volver a los 7 puntos de ventaja. El 9 fue sustituido por un activo Ronnie Brewer que anotó los 4 últimos puntos del equipo y además cogió dos rebotes en estos pocos minutos del segundo cuarto. Brewer dió la impresión de estar capacitado, y pidiendo a gritos, algo más de los 17 minutos que le brindó en pista su entrenador esta noche. Se llegaba al descanso con un 48-43 que dejaba todo por decidir en la segunda mitad. Como curiosidad, y pese a la agresividad en defensa empleada por ambos conjuntos, se llegó al descanso con el tantedor de faltas 10 a 4 y eso que los Celtics usaron una para frenar una jugada al, obviamente, no estar en bonus. Los más destacados en la primera parte fueron Rose (16 pts 4 ast) y KG (10 pts 4 reb).

Volvíamos del descanso, con homenaje a Scottie Pippen, quién destapó un busto de sí mismo con la equipación de aquellos inolvidables Bulls y su mítico 33 a la espalda, incluido. El partido se reanudaba trabado y con una tímida reacción de Rajon Rondo, desaparecido en la primera mitad, que permitía a los Celtics ponerse por delante en el marcador tras muchos minutos sin hacerlo, 48-49. Ante ésto, las estrellas de los Bulls se pusieron el mono de trabajo y entre Boozer, Deng y un omnipresente Rose, devolvían una buena ventaja a los locales con un 10-0 de parcial. Tras unos confusos minutos que no beneficiaba nada al equipo que iba por detrás, es decir Boston, llegaba un tira y afloja en el que Davis contestaba desde la línea de tiros libres la acometidas del tridente mágico de los Bulls y se llegaba al último cuarto con un revelador 71-60, tras un triple estratosférico de Rose que alcanzaba ya los 23 puntos en 36 minutos.

Carlos Boozer entraba en dobles figuras en puntos y rebotes nada más iniciar el último cuarto con un dos más uno todo fuerza. Ésto dejaba a las claras que los Bulls no se iban a dejar remontar y la diferencia alcanzaba los 14 puntos. Davis y Thomas se las tenían tiesas bajo los aros, como gran parte del encuentro, y la disputa acababa con los dos en la lona y el 40 de los Bulls con una técnica en su casillero. La imagen hilarante de la noche la ponía el médico de los Bulls al intentar ponerle una muñequera/codera a Boozer con una venda debajo, ya que el power forward sangraba por un corte, y no podía pasarla por el musculoso brazo del jugador. Tras el tiempo muerto la cosa siguió igual, con Rose produciendo tanto anotando, con dos triples en estos minutos, o asistiendo con su habitual conexión con Deng. Con las ventajas rondando los 17 puntos, Thibodeau se permitía la frivolidad de jugar varios minutos sin Boozer ni Noah en pista. Con la máxima diferencia y a falta de menos de 5 minutos para la conclusión del partido poco quedaba por hacer. Los Bulls, incluso sin sus tres puntales en cancha, siguieron moviendo bien el balón y anotando, mientras que Pierce intentaba maquillar el resultado a base de pundonor. Con Delonte West y Pavlovic haciendo los últimos puntos para Boston, Deng se gustaba en los instantes finales para dejar el definitivo 81-97.

Con esta victoria, los Bulls se aseguran prácticamente, por primera vez en más de una década, la primera plaza en la conferencia Este de cara a los Playoffs por el título.