Quinto partido de las finales del Oeste de 1986. Los Lakers están al borde del abismo. Pierden 1-3 contra los Rockets pero se aferran a la magia del Forum. Magic Johnson pone a los púrpura tres puntos arriba a falta de 37 segundos pero los de Bill Fitch consiguen empatar con un triple –Robert Reid– dejando el marcador en iguales a 112. Quedan 15 segundos y sirven los locales. Magic inicia el ataque, cede a Kareem y éste a Cooper, que pasa a Byron Scott, totalmente desmarcado. Quedan tres segundos cuando dispara y el balón sale escupido con fuerza del aro. Allen Leavell, un base reserva más anotador que pasador se apodera de un rechace largo. Falta un segundo y todo indica que el partido acabará en prórroga. Sin embargo, como rezaba el anuncio, todo es posible en la NBA. Tiempo muerto y un segundo por jugar. Rodney McCray se dispone a sacar mientras busca a Ralph Sampson, el hombre del partido y al que buscan todas las cámaras como si presagiaran que algo grande podía suceder. El ala-pívot de 2.24 recula con Abdul -Jabbar para acercarse a la zona. Recibe de espaldas al aro y consigue darse la vuelta lo justo para empujar el balón hacia la canasta –como si de un colocador en voleibol se tratase. El balón golpea al aro, el tablero y acaba entrando. Michael Cooper se desploma y una nube de jugadores y cuerpo técnico se abalanza sobre el héroe. Los Rockets iban a jugar su segunda final de la NBA ante los todopoderosos Celtics. Curiosamente los "arrogantes verdes" también fueron su rivales y verdugos en la primera (1981) y el resultado en ambas finales fue de 4-2.

Sampson acabó el partido con 29 puntos y 5 rebotes. En la final, sin hacer malos números, no estuvo tan destacado y la temporada siguiente sería intercambiado junto con el base Steve Harris por Joe Barry Carroll y Eric Sleepy Floyd. Las lesiones en las rodillas empezaban a lastrar una prestigiosa carrera que inicio siendo el mejor jugador universitario en Virginia, mejor rookie en el 84 y mejor jugador del All Atar del 85. De los Warriors pasó a los Kings, donde siguió arrastrándo sus lesiones y una aventura frustrada le llevó a jugar 8 partidos en el Caja de Ronda. Luego lo volvería a intentar en la NBA y sus piernas dejaron de correr en la CBA.

El domingo,día 17, Lakers y Rockets se ven las caras en el partido más decisivo que han jugado ambos en playoffs desde el 86. Desde aquella gloriosa noche ambos equipos se han enfrentado únicamente en cinco ocasiones en la segunda fase, siendo claros vencedores los Lakers (4-1). El precedente más cercano en el Staples es el 78-118 con el que sometieron los angelinos a los texanos en el cuarto partido de la actual serie, igualando la derrota más abultada que han sufrido los Rockets en la segunda fase. Pero también los de Adelman saben lo que es ganar en la arena de las estrellas. Lo hicieron en el primer partido de la serie (100-92) y saben que pueden volver a repetirlo en la tarde del domingo.

En el 86 los Rockets eran conocidos como el equipo de las Twin Towers (Sampson & Olajuwon). Los actuales cohetes también contaban con dos torres gemelas, Ming & Mutombo, pero las lesiones han querido que no estén. El africano, ya para siempre. Tampo está McGrady aunque vistas las eliminatorias no ha sido una baja sensible. Scola, Battier, Artest, Landry, Hayes, Lowry y el menudo pero enchufadísimo Brooks son los nuevos héroes y el partido del domingo una gran cita para la gloria. Aunque estemos todavía en semifinales.