Luke Sikma fue uno de los jugadores destacados en la pasada edición de la Adecco Oro. Hijo del que fuera jugador de la NBA en Seattle y Milkwaukee y siete veces All Star Jack Sikma, vivió su primera experiencia en nuestro país en las filas del UB La Palma. Ahora le pretende Ford Burgos, Club al que le gustaría que formara parte de su juego interior junto a Pep Ortega y Sergio Olmos.
Nacido el 30 de julio de 1989 y de 2,03 metros de altura, inició su formación como jugador en Bellevue High School donde promedió en su año sénior 16,2 puntos, 12,4 rebotes, 4,2 asistencias y 3 bloqueos.
Reclutado por la Universidad de Portland, cumplió su ciclo de cuatro temporadas, acumulando en su temporada sénior 12,9 puntos (52,6 % T2, 33 % T3 y 77,6 % TL), 10,5 rebotes, 2,6 asistencias, 1,3 robos y 0,8 tapones en poco más de 31 minutos de juego.
Sikma lideró la West Coast Conference en dobles dobles con un total de 14 y en rebotes con 10,5 (siendo el duodécimo mejor reboteador de toda la NCAA), además de recibir una Honorable Mention.
En su primera temporada como jugador profesional fue un jugador clave para que el conjunto palmero acabara en octava posición y disputara los playoff de ascenso a la liga Endesa, siendo eliminado en cuartos de final por Grupo Iruña Navarra. Sus números fueron 12 puntos (62,1 % T2 y 67 % TL), 7,6 rebotes, 1,8 asistencias y 1,5 recuperaciones para 16,8 puntos de valoración (séptimo mejor jugador de la liga).
Sergi Pino Capdevila es uno de los principales objetivos de Força Lleida. El alero catalán tiene 25 años y mide 1.97 metros de estatura.
Se formó en varios clubes catalanes (Cornellà, Joventut de Badalona, Unió Manresana…) y debutó en la liga EBA en las filas de CB Olesa en calidad de cedido por el club de Manresa.
Precisamente, Manresa también lo cedió las próximas temporadas a una categoría superior como la Adecco Plata. En esta competición se consolidaría como uno de los mejores aleros nacionales vistiendo la camiseta del Sabadell y, posteriormente, del CB L’Hospitalet. La última temporada en el equipo barcelonés, la 2009-2010, fue la de su explosión definitiva y le permitió dar el salto a la Adecco Oro con el Girona FC.
A las órdenes de Ricard Casas, el alero promedió 7.2 puntos (46.5 T2%, 30% T3, 69.4% TL), 2.7 rebotes, 1 asistencia y 1 recuperación por encuentro. La pasada temporada, a las órdenes de Zan Tabak continuó con su progresión siendo uno de los valores en alza del equipo: 10,5 puntos, 4,3 rebotes, 1,5 asistencias y 0,9 recuperaciones en 27 minutos y medio de juego.