La Final Four de la Euroliga está ya en ciernes. Muchos esperaban ver allí a Fenerbahce, Olympiacos o Panathinaikos, pero seguro que no tantos a AS Mónaco. Los del principado siempre son aspirantes, pero contendientes como Efes, Barça o Real Madrid no son cosa menor. El combinado monegasco no arrancó bien el curso, pero el cambio de técnico dio un giro a la campaña. La llegada de Spanoulis y su pizarra cambió muchas cosas. 

AS Mónaco, el paradigma del futuro de la Euroliga

El modelo de juego en Euroliga está cambiando y AS Mónaco es uno de los que mejor ejemplifican esta nueva dinámica. El conjunto Final Four fundamenta su estilo en las tendencias más NBA. En ataque es 1×1 es la piedra angular de su juego y para ello cuentan con manejadores de la talla de Mike James o Ellie Okobo. En defensa mantienen esa agresividad y el uso de manos y contacto les permite robar y jugar en transición. Eso sí, acostumbran a sufrir problemas de faltas recibidas, pero es un riesgo que asumen con entereza.

 

 

Es cierto que AS Mónaco en ocasiones, derivado de este juego tan anárquico, acaba seleccionando mal sus tiros, sobre todo de tres puntos. Además, sus quintetos de small-ball con Theis al 5 le hacen sufrir ciertamente en rebote ofensivo. No obstante, los de Spanoulis tienen muy claro su estilo y asumen ese riesgo. Los monegascos generan mucho espacio en la zona para penetraciones gracias, tanto a la capacidad de abrir el campo del alemán, como a la amenaza que generan en el 6.75. A pesar de no tener grandes porcentajes, los rivales saben que no van a dudar.

La confección de plantilla, su gran baza de cara a la Final Four Euroliga

La dirección de Spanoulis está claro que ha sido determinante. No obstante, el trabajo en los despachos de AS Mónaco no ha sido menos relevante. Figuras como las de Daniel Theis en distribución, generación de espacios y estilo defensivo; como de Alpha Diallo en juego sin balón y presencia física en ambos aros, ha sido clave. Además, piezas como Blossomgame, Tarpey o Strazel han sido muy útiles en el llamado ‘otro baloncesto’, jugadores duros y con carácter que en ocasiones han desesperado al rival.