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Tras imponerse en la Lega el pasado año, el Climamio de Bolonia ha sufrido varias pérdidas importantes, como la de su director técnico, Zoran Savic, el capitán, Gianluca Basile, su base Milos Vujanic (estos tres han recalado en el Winterthur Barcelona) y otros jugadores de renombre como Douglas, Rancik o Smodis. Sin embargo, la continuidad de Repesa da garantías a un equipo que aspira a meterse en una buena posición en el Top-16 y a pesar del convulso verano es uno de los favoritos en esta nueva edición de la Euroliga. Esta es su plantilla:

Bases
Kiwane Garris, es un base anotador acostumbrado a disponer de muchos tiros. Puede driblar a sus oponentes con facilidad y anotar tanto desde fuera (37,3% en triples el año pasado) como cortando la zona. Deberá adaptarse al juego en un equipo con múltiples opciones ofensivas tras jugar dos años en el Reggio Emilia asumiendo mucha responsabilidad en el ataque.

Robert Fultz, lleva el baloncesto en la sangre (nació en Portugal porque su padre, John Fultz, que también era jugador profesional, estaba contratado por un equipo luso). Ha sido internacional con Italia desde las categorías inferiores, pero actualmente su juego parece estar un poco estancado. Deberá mejorar sus porcentajes para ganarse minutos en un backcourt sobrepoblado.

Alessandro Piazza, es una de las grandes promesas del basket italiano. A sus 17 años está preparado para dirigir un equipo profesional con eficacia, pero al igual que Fultz, debe mejorar su tiro exterior para ganarse minutos en un equipo donde hay hasta 6 jugadores que pueden jugar de base sin problemas.

Perímetro
Marco Belinelli, escolta de 1,96 que sabe tranquilizar el juego y ejercer su autoridad en la pista a pesar de sus 19 años. Su capacidad defensiva es buena y no le tiembla el pulso a la hora de jugarse tiros importantes. Actualmente se considera que tiene capacidad para llegar a jugar en la NBA, pero antes deberá consolidarse en una competición importante como la Euroliga. Tras dos años de progresión en el LCimamio, esta puede ser su temporada de asentamiento en Europa.

Rodolfo Rombaldoni, no suele contar mucho en los esquemas de Repesa pero en las Olimpiadas de Atenas demostró que es un jugador capaz de aportar el máximo saliendo desde el banquillo. El año pasado estaba jugando en el Sicc Cucine Jesi cuando le llegó la oferta del Climamio a mitad de temporada. Puede realizar buenas defensas sobre bases de menor estatura y anotar desde el perímetro.

Sani Becirovic, estaba llamado a ser una de las más rutilantes estrellas europeas, pero una inoportuna lesión y el hundimiento de la mítica Kinder de Bolonia truncó una progresión que ahora espera retomar, ya que no ha perdido su talento. Mide 1,95, juega preferentemente de escolta y sus cualidades principales son su uno contra uno y su tiro exterior. El año pasado firmó por dos temporadas con el Varese, pero el Climamio Bolonia le hizo una oferta irrechazable este verano.

Nate Green, es un escolta que procede del Air Avellino y que llega para aportar en aspectos defensivos principalmente. El año pasado fue el mejor de la Lega robando balones (2,9 cada noche), y aunque su tiro exterior es bastante deficiente, puede anotar en penetración apoyándose en su gran poderío físico respecto a sus habituales defensores.

Stefano Mancinelli, otra de las esperanzas trasalpinas de cara al fututo. Es un alero de 2,02 y 22 años de edad que se enfrenta a la temporada clave en su carrera, tras sorprender el año pasado aportando rebote y puntos tanto en Lega como en Euroliga. Se ha formado íntegramente en el equipo de Bolonia y debe convertirse en uno de los estandartes del equipo

Nestoras Kommatos, el año pasado llegó al Maccabi tras ser el máximo anotador de la liga griega y sufrió las consecuencias de un cambio de rol muy brusco. De ser la principal referencia en ataque pasó a ser un ala pívot de rotación que, sin embargo, fue clave en la final de la pasada Euroliga cuando saliendo desde el banquillo clavo tres triples casi consecutivos al Baskonia. Este año deberá volver a sentirse un anotador.

Interiores
Travis Watson, el año pasado arrasó las zonas griegas siendo el mejor reboteador y anotando 13 puntos de media con el Panionios a pesar de sus escasos 2,03. Este año, “Bubba” llega a Italia para aportar dureza e intensidad a un juego interior con el que tendrá que trabajar mucho para ganarse minutos midiendo 5 cm menos que el más bajo de sus compañeros.

Tomas Ress, tras el descalabro económico del Scavolini, que llevó al equipo a las categorías inferiores, este ala pívot de 2,08 llega para apuntalar un juego interiro en el que presumiblemente partirá como último jugador de la rotación pero en el que su agilidad y buen tiro exterior le puede dar opciones en determinados partidos.

Dalibor Bagaric, esta torre croata de 2,15 metros de altura llegó el año pasado a Bolonia procedente del Olympiacos, tras su experiencia americana en los Bulls. A sus 25 años, parece haber encontrado el techo de su juego demasiado pronto. Aún así, sus movimientos en el poste bajo y aceptable tiro de media distancia hacen que sea un pívot peligroso, que puede hacer algo más que rebotear e intimidar.

Erazem Lorbek, un jugador que si todo transcurre sin sobre saltos debería acabar en la NBA (drafteado en el pick 46 por los Indiana Pacers). Tiene 21 años y un estilo de juego que se adecua al baloncesto moderno. Todavía es irregular, pero tiene facilidad para anotar encarando a su oponente o tirando en suspensión. Debe ganar consistencia y dureza durante esta temporada. La ausencia de Smodis le deja un hueco ideal para continuar su progresión.

Entrenador
Cuenta con el inconveniente de jugar con dos americanos que nunca han competido al máximo nivel europeo, y con un cuerpo técnico muy diferente sin Zoran Savic. Aún así, y a pesar de las bajas, si sabe acoplar a dos jugadores complicados como Kommatos y Becirovic, el Climamio de Repesa será un equipo muy competitivo.