No fue una gran industria ni un gran estudio quien impulsó la película Dražen. Fue la pasión de dos cineastas croatas que crecieron admirando al mito. Danilo Šerbedžija y Ljubo Zdjelarevic, co-directores del film, decidieron en 2016 que era hora de contar la historia de Drazen Petrović como merecía: desde el corazón. Tras obtener la aprobación de Biserka Petrović, madre del jugador, comenzaron un largo proceso de desarrollo que les llevó más de tres años de escritura, entrevistas y re descubrimiento.

Entrevista a Ljubo Zdjelarevic, director de la película Dražen: “No queríamos hacer una película deportiva típica”

Co-producida entre Croacia, Estados Unidos, Serbia y Eslovenia, Dražen, que se estrena en España este 27 de julio en Movistar plus, es una película es fruto de un esfuerzo colectivo por construir una narración honesta y cinematográfica de una de las figuras más influyentes del deporte europeo. Se rodó entre 2023 y 2024 y su estreno mundial tuvo lugar en Šibenik, ciudad natal de Dražen Petrovic, y ahora comienza su recorrido internacional. En España se presentó en el Festival PlayGranada, marco en el que se realizó esta entrevista exclusiva con Solobasket.

Estamos con uno de los directores de la película Dražen. Además de co-dirigirla, también la has producido. Preséntate para nuestros lectores.

Hola, mi nombre es Ljubo Zdjelarevic. Soy productor y co-director de Dražen, una película sobre la vida del legendario jugador de baloncesto croata Dražen Petrović.

¿Cómo pasaste de tener una idea a formar un equipo de rodaje y concretar esta película?

Mi compañero de producción y yo jugábamos al baloncesto desde niños. Él es un poco mayor y vivió de primera mano la época dorada de Cibona y de la Jugoplastika. En Zagreb, durante los años 84-85, todo el mundo hablaba de Dražen Petrović. Yo era un poco más joven y lo recuerdo especialmente por la olimpiada de Barcelona, cuando Croacia fue subcampeona del mundo.

Después del éxito de nuestra película anterior, sobre hinchas de fútbol, nos planteamos hacer algo sobre Dražen. Fue en 2016. Un día decidimos llamar a su madre, Biserka Petrović, para contarle nuestra idea. En 2017, nos dio el permiso oficial para comenzar a trabajar en el proyecto.

Durante tres años escribimos distintas versiones del guion. Al principio pensamos centrarnos solo en su infancia y su éxito en Šibenik, donde logró el mayor logro del club. Pero luego quisimos incluir toda su trayectoria: Madrid, Portland, los Nets, Cibona y Šibenik. Entrevistamos a muchas personas y descubrimos facetas menos conocidas: tocaba la guitarra, fue a clases de música, nació con problemas en los brazos…

¿Cuándo comenzasteis a rodar?

En 2021 se unió otro director al proyecto y durante dos años hicimos castings, buscamos localizaciones y preparamos el rodaje. Empezamos a filmar en 2023. La pandemia complicó mucho la financiación, pero seguimos adelante. Queremos estrenar el 22 de octubre de 2024, cuando se cumplen 60 años del nacimiento de Dražen, pero terminamos el rodaje en el verano de 2024.

¿Cómo reaccionó el público croata?

Hubo opiniones diversas. Algunos querían más escenas de Šibenik, otros de Cibona. Un compañero nos dijo: ‘Si hay conflicto entre Šibenik y Zagreb, imagina cuando llegue a Madrid’. Pero desde el principio supimos que no queríamos hacer una película deportiva típica. Es una historia sobre su relación con su hermano, su novia, su madre, y con sus demonios internos. Para Dražen, el baloncesto era lo primero; todo lo demás venía después.

En la Yugoslavia de entonces, los jugadores no podían salir del país antes de los 28. Dražen fue una excepción. Fue un pionero, como Modrić en el fútbol.

La película mezcla escenas reales con ficción. ¿Cómo trabajaron esa decisión?

Usamos material de archivo en momentos clave, como el partido en que anotó 112 puntos en Zagreb. Encontramos la pizarra original y la usamos. En general, solo dos partidos se representan con cierto detalle; los demás son contexto. Insertamos imágenes reales entre cortes ficcionados para que el espectador sienta que está viendo a Dražen de verdad.

El actor principal no era jugador de baloncesto.

No. Era jugador profesional de volleyball y actor. Tenía la estatura y la fisonomía parecida. No era idéntico, pero tenía potencial. Le dimos entrenamiento durante varios meses y se volvió un ‘jugador para la cámara’. Cuando hicimos las primeras pruebas con el montaje de archivo, supimos que funcionaba.

Hablemos de la madre de Dražen. Su relación parece central.

Sin duda. Fue su gran apoyo. Su padre nunca fue a verlo jugar. Ella siempre estuvo presente. En una escena, tras ganar la Copa Europea, Dražen regresa en el autobús con su madre. Ningún otro jugador lo hace con su familia. Ella era muy influyente y también muy protectora. Algunas parejas de Dražen lo pasaron mal por esa razón.

Su paso al Real Madrid fue histórico.

Sí. En la Yugoslavia de entonces, los jugadores no podían salir del país antes de los 28. Dražen fue una excepción. Fue un pionero, como Modrić en el fútbol. Lo llamamos “trailblazer”. Pero decidimos no politizar su salida. En la película pasa de Zagreb a Madrid sin explicaciones.

No queremos que Dražen sea aburrida por culpa de la política. Queremos que inspire.

Aún hoy, su figura despierta tensión política.

No queríamos hacer un film político. Croacia y Serbia siguen discutiendo cosas como “¿quién es Nikola Tesla?”. Dražen tenía una familia mixta. Como Tesla. Nació en Croacia, familia ortodoxa. Si te metes a explicar cada cosa, unos se molestan por una parte y otros por otra. Queríamos mostrarlo como un deportista modelo, no como bandera de nadie.

Hay una escena fuerte sobre su regreso a Croacia durante la guerra.

Sí. Vino sin avisar. No lo anunció a su equipo ni a su familia. Lo hizo porque estaba preocupado por su país. Mostramos ese momento con sutileza. Si nos metemos a explicar el contexto político, se vuelve otra película.

En el Juego Memorial, la presentación de Vlade Divac causó tensión. ¿Lo abordasteis?

No directamente. En Croacia, muchos siguen molestos por lo que pasó en el Mundial y la bandera croata. Pero Divac nos parece una persona normal, sin culpa. Si pusiéramos esas escenas, politizaríamos algo que no queremos. Como he dicho antes no queríamos que Dražen fuera aburrida, que tomara parte, que fuera señalada por culpa de la política. Queremos que inspire”

Hablemos de Renata. ¿Cómo obtuvieron información sobre su relación?

Renata fue muy amable. Nos dijo que no tenía por qué contarlo todo, pero que podíamos hablar. Fue su novia durante cuatro o cinco años. Lo siguió a Madrid, Portland, Jersey. Se separaron en Jersey. Ella quería estudiar, trabajar, tener su vida. Estaba deprimida porque no podía trabajar en EE.UU. Ahí era “la novia de Dražen”. Era muy joven. Nos contó eso con respeto. Nunca dijo nada malo sobre él.

¿Cómo reaccionó la familia al ver la película?

La madre, Biserka, lloró al verla por tercera vez. Fue muy emotivo. Al principio había muchos periodistas y apenas pudimos hablar. Pero luego se sintió muy conmovida. Su hermano, Aco, no quiso verla con nosotros. Fue solo al cine. Nos dijo que le gustó, aunque sabe que no todo es exacto. En el partido de los 112 puntos, por ejemplo, él no jugó: estaba en el ejército. Pero entiende que es una película, no un documental.

El final del film es muy emotivo, para mí pura poesía visual. ¿Cómo decidieron enfocarlo así?

No quisimos mostrar el accidente. No aportaba nada. Preferimos cerrar con un momento de paz. Algo inesperado, casi celestial. Lloramos al montar esa escena. Queríamos una despedida digna, un homenaje, no una tragedia. La escena es verdad que es muy bonita, espero que el público la haya entendido igual que la concebimos nosotros.

Felicitaciones por este final. Es uno de los más bellos que he visto.

Muchas gracias. Estamos muy orgullosos de ello.