El Valencia Basket se llevó una importante victoria en el Carpena tras sobreponerse, no sólo a las lesiones que le llevan castigando los últimos meses, sino también a una desventaja de 17 puntos en el tercer cuarto, donde hombres como Van Rossom y Abalde fueron claves para voltear el electrónico y devolver a Unicaja la derrota recibida dos días antes en encuentro liguero.
En los quintetos titulares, Plaza no disponía de sus hombres más habituales, cosa que sí hacía Txus Vidorreta. Pudo ser uno de los motivos por los que el equipo taronja tuvo un mejor arranque, aunque ambos conjuntos no comenzaron de la mejor manera el partido, quizás cohibidos por el enfrentamiento entre ambos acaecido sólo dos días antes.
Cuando Unicaja contó en pista con Nedovic, el viento del electrónico cambió. Amagó escapada el conjunto malagueño, pero dos triples del Valencia Basket pusieron las tablas al término del primer cuarto (19-19).
Pese al empate, las sensaciones eran mejores para Unicaja, y ellas se reflejaron en el segundo parcial. Vendaval ofensivo de los malagueños, sin lograr la defensa visitante encontrar cómo pararles. Ni siquiera la segunda personal de Nedovic, que le obligó a irse al banquillo, frenó el ataque local, que con Mc Callum y Brooks acertados y cargando mucho el rebote en ataque entre Díez, Suárez y Augustine, sumaban hasta 29 puntos en el cuarto.
Durante muchos minutos, el orgullo taronja les mantenía cerca en el marcador, pero flaquearon las fuerzas al final y cedieron, para irse al descanso con nueve puntos de desventaja (48-39).
Con un 8-0 de inicio tras el descanso, el encuentro parecía casi finiquitado a favor de Unicaja. Pero fue fantástica la reacción de Valencia Basket, apoyado en la dirección de Van Rossom y los puntos de Rafa Martínez y Abalde para volver a cobrar vida en el partido y entrar con opciones al último cuarto (69-65).
La tendencia positiva de los taronjas se mantuvo al inicio del cuarto definitivo. Pleiss se sumaba a la fiesta de Van Rossom y Abalde, y con un parcial de 5-14, el Valencia Basket recuperaba el mando en el marcador (74-79).
Reaccionaba Unicaja y empataba el choque quedando sólo tres minutos para el final. Pero los malagueños se encomendaban a Nedovic, el ataque se ceñía a la inspiración del serbio, lo que supieron defender muy bien los valencianos para, gracias a dos tiros libres de un Eric Green muy gris y lastrado, llevarse una victoria que le reengancha a la lucha por el Top 8 en Euroliga (83-85).
Las bajas del Valencia Basket. No porque no sean una novedad no dejan de ser muy importantes en los encuentros de los taronjas. Tantas ausencias, teniendo que prescindir tantos minutos de Dubljevic o con un Eric Green muy mermado y fallón, crece más el mérito de este equipo y de la gestión de minutos de Txus Vidorreta.
El que a Nedovic mata, a Nemanja muere. Que el jugador serbio es el emblema de este Unicaja y su jugador franquicia nadie tiene dudas. El problema es cuando el equipo malagueño vive de darle la pelota a Nedovic y esperar que él solo gane el partido, Unicaja se vuelve previsible y fácil de defender, como bien supo leer el Valencia Basket.
Van Rossom y Abalde, dos invitados inesperados. No hay mal que por bien no venga, dicho popular que viene al caso. Pocos podían imaginar que este año estos fueran los dos protagonistas de una victoria de Valencia Basket, pero el belga muestra que aún le queda mucho baloncesto dentro mientras que, con Abalde, queda la duda de si tiene 22 años o 32, un madurez y un descaro impropios de alguien tan joven e inexperto. Hermoso futuro el que se presenta ante él
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