Antes de empezar el partido tocaban todos los clásicos análisis de números. Se podría hablar de la defensa española contra el ataque francés, el mejor de todos los equipos del campeonato con 71,4 puntos. También de la igualdad en estadísticas como robos o asistencias, que hablan de la solidaridad de las dos selecciones tanto en defensa como en ataque. O de que las españolas tienen el mejor porcentaje de tiro de tres del Eurobasket con 38,4% mientras que las francesas compensan su horrible tiro desde más allá de la línea (25,8%) siendo las mejores en tiros de dos con un 48,8%.

También la mayoría de las miradas iban para Alba Torrens y sus espectaculares números: 17.8 puntos, 7 rebotes, 3.4 asistencias, 56.5% en tiros de tres (líder del campeonato) y 19.2 créditos de eficiencia. O para Sancho Lyttle y Endene Miyen, que se iban a disputar un espectacular duelo en la zona.
Pero para los que lleván tiempo siguiendo los campeonatos femeninos de selecciones, el centro de atención estaba en el ultimo baile (¿cuantos van ya?) de Laia Palau con Celine Dumerc. Este sería el último duelo directo de dos de las mejores bases del continente durante más de una decada.
El inicio del partido fue espectacular. No hubo los nervios típicos de una final y los primeros cinco minutos fueron un intercambio contínuo de canastas: 11-10 para las españolas en ese tiempo. Un canastón de Alba Torrens a punto de finalizar la posesión, para alcanzar ya los 7 puntos de la estrella de la Roja, y un tiro de fuera de Xargay pusieron 5 de ventaja en el marcador y obligó a las francesas a pedir tiempo muerto.
Las instrucciones de la seleccionadora gala eran claras: aumentar la defensa. Y con la entrada de Epoupa, ejerciendo de revulsivo como en las semifinales, lo consiguieron. El ataque español se atascó y la mayoría de los ataques acababan en tiros fallados. Pero surgió la calidad individual y dos triples, el primero de Anna Cruz y el segundo de Alba, permitió a las españolas acabar el primer cuarto 3 arriba. 10 puntos de Torrens para el 21 a 18.
El segundo cuarto comenzó con otro triple de Cruz para ampliar a 6 la ventaja. Francia respondió con un rápido contraataque, pero la defensa española comenzaba a funcionar y esa fue la única canasta que permitió en los primeros 2 minutos del cuarto. Con un 4 a 0 la ventaja se amplió a 8 y obligó a un nuevo tiempo muerto de las bleu. Y les volvió a servir en defensa, pero no en ataque, puesto que los dos equipo se quedaron dos minutos sin anotar, hasta que Xargay rompió la sequía.
La asistencia de Alba. LA ASISTENCIA de ALBA #SelFem pic.twitter.com/DtP4cnDvLc
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Cinco minutos en total consiguió la selección española dejar si anotar a las francesas, hasta que la incombustible Dumerc anotó un triple cuando más falta le hacía a su equipo, puesto que las españolas se habían ido de 12 con una canasta de Nicholls tras asistencia de Alba. Mantener ese nivel defensivo contra una selección como la francesa era imposible y con la entrada en partido de la mencionada Dumerc y una nueva canasta de Tchatchouang, que ya sumaba 6 puntos, acercaron a las galas. Pero el trabajo bajo tableros de Nicholls, Sancho y Palau, que sumaban 4 rebotes por cabeza mantuvo a las españolas hasta el final de la primera mitad, cuando un canastón a aro pasado de Silvia Domínguez y un tiro de fuera de Lyttle dejó el marcador en 39-30 al descanso. La defensa española había conseguido reducir la puntuación habitual de Francia. Sancho Lyttle acababa la primera parte con 10 puntos, 5 rebotes y 16 de valoración.
Muy de @sdominguez6
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Torrens metía los dos primeros de la segunda parte para aumentar a 11 y Tchatchouang contestó, pero tras varias buenas defensas, una nueva canasta de Alba y otra de Silvia, se ponía la máxima diferencia en el marcador con 13 para las españolas. La defensa de las guerreras españolas rozaba la perfección y en los primeros 6 minutos del cuarto solo dejaba anotar tres puntos a sus rivales. En ataque, Torrens, Cruz y Sancho seguían anotando hasta poner una máxima de 18 puntos. Las francesas lo intentaban, pero solo conseguían anotar 10 puntos en el total del tercer cuarto, gracias a dos canastas de Miyem y aún triple de Chartereau. 56-40 para iniciar el último cuarto con una buena renta tras un canastón de Laia Palau.
Esa sonrisa. Hagas lo que hagas, gracias Laia #SelFem pic.twitter.com/p4e0lK7etl
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Tchatchouang reducía con la primera canasta del último cuarto, pero Cruz y Sancho respondían para volver a poner la máxima de 18 y demostrar a las francesas que en esta final sonaría el himno español. Por mucho que las galas lo intentaban, no conseguían superar la defensa española, mientras que Sancho Lyttle martilleaba su aro con 8 puntos hasta poner 23 de diferencia a falta de 3 minutos.
Francia aún pedía un tiempo muerto tras canasta de Cruz, para intentar seguir luchando, pero esta final ya hace tiempo que tenía el nombre del ganador escrito. A falta de dos minutos la defensa española solo habia permitido 48 puntos a la selección que mejor media anotadora tenía del Eurobasket con 71,4, mientras su ataque ya había superado su media de 67,2, con 71 puntos, precisamente en la final. Fue el momento en el que Lucas Mondelo metió en el campo a Leti Romero, Bea Sánchez, Leonor Rodríguez, Laura Gil (que tuvo minutos importantes) y María Conde para que disfrutaran de la medalla de oro europea sobre la pista.
Los números finales son claros: 71 a 55 (reduciendo en 16 la media de la galas). Un inmejorable campeonato ganado a través de la solidaridad tanto en defensa, que ha sido de libro, para enseñar en los clínics, como en el ataque, en el que a pesar de haber unas bazas claras que eran Alba Torrens y Sancho Lyttle, se compartía y movía el balón con paciencia, y había tiempor para el protagonismo de unas grandes Marta Xargay y Anna Cruz. Y nunca se puede dejar de hablar de la dirección y carácter de Laia Palau y de la garra, rebote y defensa de Laura Nicholls. Todas ellas comándadas por el que ya es uno de los mejores entrenadores de la historia del baloncesto femenino, Lucas Mondelo. Si esto parece una exageración, revisen su historial o, mejor aún, vean jugar a esta selección siempre que puedan.
Alba Torrens fue la indiscutible MVP del torneo. La mejor jugadora de la mejor selección que en la final anotó 18 puntos. Aunque si se lo hubieran dado a Sancho Lyttle también hubiera sido justo. Espectacular su final: 19 puntos y 8 rebotes para 28 de valoración.
Nada mejor que ver la alegría de la selección en estos vídeos mágnificos de Kia en Zona, como los otros que hemos utilizado para ilustrar esta crónica.
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