En constante lucha con sus rivales del Efes Pilsen, – en mejor forma actualmente el Fenerbahçe-, Tanjevic quiere llevar el modelo de la selección turca del pasado mundial a un equipo en el que los jóvenes van a tener mucha responsabilidad en el nuevo proyecto en el que en Estambul tienen muchas expectativas puestas.
Herencia del año pasado
El verano ha sido tranquilo en aguas del Bósforo, ya que el Fenerbahçe continua con la base de la pasada temporada, tan solo perdiendo a jugadores con un rol marginal como Ira Clark, Eddie Basden, – que llegó mediada temporada y tuvo un papel muy irregular-, y Kaspars Kambala, que dejó el equipo en la jornada 13 a causa de un positivo en un control antidrogas.
Las bajas, ciertamente, han sido poco significativas, ya que los puntales del año pasado siguen en el equipo. En el puesto de base, sigue el físico Willie Solomon, Mvp el año pasado en Turquía, que decidió seguir en el equipo tras unos años de idas y venidas. Seguirá aportando su anotación a rachas, tanto en el tiro como en penetración, su buena capacidad para pasar el balón y sobre todo su excelsa y agobiante defensa en la primera línea, capaz de sujetar tanto a bases como a escoltas.
Acompañándole como uno, nos encontramos al base que en junior llevaba una zapatilla de cada color, Hakan Demirel. Un base sobrio, que todavía no ha conseguido asentarse al máximo nivel, y cuya progresión no ha sido la esperada.
En el exterior siguen de la temporada pasada, dos auténticos veteranos curtidos en mil batallas como Ibrahim Kutluay y Damir Mrsic, dos tiradores letales, con un gran conocimiento del juego, que seguirán tirando del equipo en los momentos más difíciles a través de su experiencia y calidad.
Siguen y complementan el juego exterior el veterano Omer Onan, un jugador experimentado que puede aportar un poco de todo, desde anotación, hasta defensa y trabajo sucio para el equipo, el prometedor jugador de 16 años Can Maxim Mutaf, y Rasim Basak que cuenta muy poco en la rotación.
El juego interior de los veteranos se cierra con los jóvenes Oguz Savas y Semih Erden. Savas, es un jugador con un talento ofensivo bestial, tanto al poste como de conocimiento de juego, con un físico orondo, que parece lleva unos cuantos años estancado. Erden al contrario de Savas es un jugador que evoluciona con el tiempo. Sin tener la calidad del primero, hoy en día es más aprovechable para el Fenerbahçe por su combinación de altura, con una envergadura enorme, con algunos movimientos interesantes al poste, y con una gran capacidad intimidadora.
Los nuevos jugadores
Los turcos han decidido apostar por la juventud para realizar los únicos tres fichajes del equipo. Para el puesto de 2-3, han confiado en el norteamericano James White, un terrorífico atleta con una capacidad de salto sobrenatural. Un jugador mortal con el campo abierto, buen defensor y con un tiro bastante aceptable.
Emir Preldzic, que este año jugó el Nike Hoop Summit, es un 3-4, con un buen físico y con una capacidad atlética bastante aceptable. Conoce muy bien el juego, lo sabe leer, tira bien en todas las situaciones, buen penetrador con una buena selección de movimientos cerca del aro para conseguir buscar el espacio para finalizar, buen pasador y buen reboteador para su posición. A pesar de ser un jugador muy completo, su falta de experiencia hace que su rendimiento sea una incógnita.
La otra gran apuesta del Ülker es Gasper Vidmar, un joven pívot esloveno de la vieja escuela con un juego de espaldas al aro muy bueno, y con una gran capacidad de finalización. Además, es un gran reboteador, sobre todo en el plano ofensivo.
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