Unicaja pone la primera piedra (91-75)

El Unicaja de Málaga ha sonseguido una importantísima victoria en el Martín Carpena ante el Winterthur Barcelona. Los de Scariolo han dado un baño de juego al Barça, un golpe moral acrecentado por el retorno de su líder natural: Marcus Brown.

Unicaja empenzó con Santiago como referencia, aprovechando la falta de concentración de un Fran Vázquez que cometió pronto su segunda falta y dejó su puesto a Marconato.

Con esta nueva configuración el juego ofensivo del Barcelona quedó en manos de los “electrones” Lakovic, Navarro y Basile. A pesar de todo, esto fue suficiente para conseguir una ligera ventaja.

El retorno de Marcus Brown tras meses lesionado y una magnífica racha desde más allá de los 6,25 de los pívots malagueños -De Miguel y Marko Tusek- puso por delante al Unicaja antes del descanso

Siguieron los triples de la mano de los extreriores: Faison (2), Berni y Cabezas incrementaron la diferencia por encima de los diez puntos. Despuñes, un lider (Marcus Brown) y un mago (Pepe Sánchez) manejaron el tempo del partido a su antojo par aconseguir la primera victoria.

El Huracán CSKA devasta al Maccabi (80-58)

El CSKA de Moscú fue un huracán arrollador en el primer partido de la serie que enfrenta a los de Messina contra el Maccabi de Tel Aviv.

El mejor base de Europa, Papaloukas, no anotó en la primera parte. Pero veamos un dato: entra en el minuto 7 con 6-5 en el marcador y se retira en el minuto 12, con 27-8.

La defensa rusa fue demasiado fuerte para un Maccabi que sólo consiguió 6 puntos en el primer cuarto. Además, el CSKA llevaba 9 rebotes más que el Maccabi al descanso, siendo el último en llegar al equipo -Oscar Torres- el más destacado en este aspecto con 6 capturas.

Nikola Vujcic intentó sostener a los suyos. Durante los primeros minutos fue el único que dio la cara en el interior, cogiendo siete rebotes antes de irse al banquillo por primera vez. Después, ante la falta de mordiente ofensiva tuvo que volver a salir para liderar la anotación, anotando 6 puntos en los últimos minutos del segundo cuarto.

Langdon fue el estilete ofensivo del CSKA en la primera parte, con acierto desde más allá de los 6,25, mientras que Van den Spiegel y Andersen fueron los interiores más destacados de la escuadra rusa.

Spahija resumía en pocas palabras por qué su equipo había jugado tan mal: “El CSKA es un equipo fortísimo“. La eliminatoria parece haberse tornado de color rojo y sólo un milagro parece poder meter al Maccabi en la Final Four