El Krylatskoe de Moscú acogía la mejor entrada de toda la temporada, para ver una película, mezcla de intriga, mezcla de suspense al más puro estilo del maestro del genero, Alfred Hitchcock. Era el único partido de la jornada del miércoles en el que había algo en juego, y eso se notó, en un partido intenso, duro, con nervios, una prórroga y una estrella que bajó del cielo para deslumbrar a toda la Europa baloncestística con su brillo. ¿Su nombre? Antonis Fotsis.

La Benetton de Treviso, es un equipo luchador, un equipo con corazón, un grande del baloncesto europeo que no quería despedirse tan pronto de la competición. Además llegaba al partido enfadado, enrabietado por la sanción que le ha restado 12 puntos en la LEGA por exceder el número de fichas. Esto se notó, y allí aparecieron Mordente y Shumpert, para dar alas al equipo verde y despegarlo en el marcador, llegando al descanso con una ventaja de 12 puntos. Pero…

…no sabían lo que se les venía encima. Allí aparecía Fotsis, que había capturado siete rebotes en diez minutos, pero realmente no había entrado en acción. Fue lo que hizo a partir del tercer cuarto, igualando el partido con su enorme clase, y su buen trabajo en la pista. Además a lado tenía a un compañero de primer nivel Papadopulos, -que se fue con un 24+11-, y que también sería fundamental para su equipo.

El partido llegaba al final trabado y con alternativas. Fotsis capturaba su propio rebote a falta de 24 segundos, pero un Popovic horrible, fallaba el tiro decisivo, y dejaba a Fotsis que siguiera exhibiéndose un rato más.

El Dynamo parecía que rompía al comienzo de la prórroga, pero Mordente y Zizis se negaban a morir tan pronto. Gill anotaba un triple importantísimo, que dejaba el partido muy cerca del equipo moscovita, pero dos tiros libres de Nelson, y una pérdida de Gill por violación de cinco segundos en el saque daba siete segundos a los de Treviso para buscar el tiro de la victoria. Pero Gill apareció esta vez para ser de nuevo el héroe, estirándose cual portero para bloquear el pase Gigli, y así asegurar el pase a los cuartos de final.

Un dato de capital importancia en el partido es la escandalosa diferencia entre ambos equipos en la faceta reboteadora, 56 capturas por parte de los moscovitas, por 27 de los italianos.

¿Nuestra estrella? 22 puntos, y 24 rebotes, batiendo el record de rebotes en un partido de Euroliga, que hasta hoy lo tenía Türckan en un partido en el 2002 entre el CSKA y el Buducnost.

El Winterthur Barcelona se impuso por 87 a 66 al Panathinaikos de Atenas, infringiéndole así, la primera derrota en todo el Top 16. Ninguno de los dos equipos se jugaba nada, por lo que ambos entrenadores optaron por mover bastante el banquillo, sobre todo el conjunto de Zeljko Obradovic. Dejan Tomasevic fue el mejor de los griegos, ofreciendo en el Blaugrana todo su talento, y además anotando los tiros libres. Los blaugranas empezaron a carburar en el segundo cuarto, y a partir de ahí arrasaron, con unos sobresalientes Roger Grimau y Fran Vázquez. Además Marconato se permitió el lujo de anotar un triple. Ambos equipos, Barcelona y Panathinaikos, pasan a la siguiente ronda, enfrentándose a Unicaja Málaga y a Dynamo de Moscú respectivamente.

El Unicaja de Málaga viajaba a Salónica sin ningún tipo de presión, ya que tenía también, asegurado el pase a la siguiente ronda, y con la primera posición que le otorga el factor cancha en los cuartos. Por esto mismo, Scariolo también se dedicó a preparar cosas para partidos sucesivos, y para repartir los minutos entre sus efectivos, prueba de ello es que Alfonso Sánchez jugó casi 16 minutos. Mazzon también hizo lo mismo, y repartió muchos minutos entre los menos habituales como Fletcher o Serapinas, si bien, sus jugadores estaban mucho más motivados porque querían acabar su buena Euroliga con un triunfo en el Top 16, y despedir así a Abdul Rauf. Destacable el último cuarto de Serapinas, sobre todo los minutos finales, donde encadenó varias suspensiones sin fallo. Así, al final del partido, el luminoso reflejaba un 83-65 a favor de los locales.

Para finalizar, Prokom Trefl y Efes Pilsen también jugaban un partido en el que no había nada en juego, en este caso, porque ambos estaban eliminados. Los otomanos, dominaron de cabo a rabo, y en el descanso ya tenían el partido cerrado, y así su segunda victoria en lo que va de Top 16. Antonio Granger despertó de su letanía, para anotar 23 puntos y capturar 5 rebotes.