
Iniciaban los galos dominando el encuentro, duros defensivamente y rápidos para dar la contra, colocaban un parcial de 2-11 de inicio que obligaba a Duran a parar el partido para reagrupar a los suyos. Un espectacular Danny Gibson comandaba al conjunto francés, y Limoges que se encontraba muy cómodo en el campo. La entrada de Dejan Todorovic conseguía despertar a los bilbaínos, que conseguían empezar a funcionar en ataque y, sorprendentemente, eso servía de acicate para que mejorase la intensidad defensiva, y no al revés como suele ser habitual (25-29). Despertaba Álex Mumbrú, y el partido ganaba en su fase oscura, se hacía más difícil anotar y se frenaba el ritmo anotador; pero el Limoges estaba preparado para aumentar un punto en su intensidad y coger rentas de nuevo, tenían problemas los bilbaínos para frenar el juego interior galo, que generaba ventajas con facilidad. Al descanso, ventaja visitante (48-53).
Aquí tenéis la animalada de la noche: pic.twitter.com/36PUlJz0TX
— Iñigo Doñabeitia (@idonabeitia) 18 de octubre de 2017
Probaba Carles Duran un quinteto pequeño tras el paso por vestuarios, y los Hombres de Negro conseguían colocarse por delante por primera vez en el partido, reaccionaban los galos cargando de nuevo en la pintura y el partido se igualaba. Los equipos intercambiaban puntos y Miribilla despertaba para apoyar a los suyos (72-78). El combinado galo había encontrado el punto flaco de los bilbaínos, y perforaba su pintura una y otra vez, para poner de nuevo tierra de por medio. RETAbet Bilbao Basket intentaba reducir distancias a base de triples, pero el aro galo estaba cerrado desde la larga distancia y no les permitía reducir diferencias. Se llegaba a los últimos 3 minutos con Limoges 9 arriba, los Hombres de Negro subían un peldaño y apretaban de nuevo las tuercas en busca de una remontada compleja, pero los galos no se rendían. A falta de un minuto el resultado era 91-93, y el nerviosismo se palpaba en el ambiente. Pero en el conjunto galo no les temblaba la mano, y conseguían cerrar el partido (91-98).

El poderío interior galo: Durante todo el encuentro ha habido una máxima para los hombres de Kyle Milling: balones a dentro. Dicho y hecho, no se han andado con chiquitas los galos, que encontraban a sus interiores con facilidad, y dinamitaban el partido desde la zona. Mam Jaiteh ejercía de coloso, y parecía imparable por momentos; suya ha sido la mejor actuación de la noche en Miribilla, con unos excelentes 17 puntos, 5 rebotes y 3 tapones para 25 de valoración.
Los problemas defensivos bilbaínos: No se ha encontrado cómodo hoy el equipo de Carles Duran en tareas defensivas, las ayudas no llegaban tras las situaciones de bloqueo directo y la zona era un auténtico agujero negro. Los Hombres de Negro han tratado de remontar una y otra vez, pero siempre a base de arreones ofensivos. Han concedido ventajas con facilidad, y pese a los continuos esfuerzos por recortar distancias, el mal inicio de partido ha salido caro.
Los fuegos de artificio: Los galos han estado todo el partido percutiendo por dentro, sin embargo, cuando el partido estaba en juego y llegaba el tiempo de los valientes, han sido los exteriores del Limoges quienes han sacado la pólvora para sellar la victoria con fuegos de artificio para celebrar el éxito logrado en Miribilla.


