"Toqué una pelota de baloncesto con 9 años y ahora la dejo con 48. Han sido 40 años de baloncesto, de amor, pasión, drama…emociones. Gracias a todos los que me han amado y a todos (muchísimos) los que me han odiado. Todos me han colmado de emociones".

Mario Boni, escolta/alero, 2 metros; excelente tirador; jugador pasional; amado y odiado a partes iguales. 

La comune de Codogno tal vez sea recordad en Italia por un triste suceso ferroviario que costó la vida a 15 personas (más 30 heridos) en diciembre del 57. Codgono, en la provincia de Lodi, en la Lombardía, fue el lugar donde nació nuestro protagonista, Mario Boni, el 30 de junio del 63. Allí se formó baloncestísticamente (Fulgor Codogno) para ir creciendo hasta llegar a la Serie A  con la Panapesca Montecatini (en el  89) desde donde empezó a gestar su leyenda de anotador en la máxima categoría. En su primera temporada seria -en la A2 (Sharp Montecatini) promedió 19 puntos; en la siguiente más de 23 y en el curso 93/94 superaba los 30 puntos de media por partido. Siempre a caballo entre la A1 y la A2, en su segunda casa, Montecatini, en la Toscana.

Un palo en el momento más dulce. El exilio

En este último curso, un positivo por nandrolona le sancionó por dos temporadas aunque él siempre se consideró inocente: "Soy como la hierba, que crece más fuerte después de ser arrancada".

Fue un 2 de enero, después de anotar 30 puntos contar el Onyx Caserta. Su carácter indomable le hizo volver con la misma intensidad. Dan Petterson le calificaba como "el mejor atacante de la Serie A : Podía haber probado en la NBA". Sin embargo cumplió condena en su exilio americano, en la USBL (Memphis Fire) y la CBA (Yakima Sun Kings). La cara B de las competiciones donde el racismo hacia el jugador blanco era más que palpable. En los Memphis Fire donde promedió 9 puntos y casi 3 rebotes por partido. La temporada 94/95 fichó por los Yakima Sun Kings, mejorando ofensivamente: 11.7 puntos y 2 rebotes. Se encontró incomodo, jugando en ambientes hostiles hacia el diferente, pero todo lo hizo por seguir jugando.

"Bonni, carrera finita a 30 anni"

Así sentenciaba la prensa italiana la carrera del corajudo de Codogno. Afortunadamente para el baloncesto, hizo caso omiso y retornó con más fuerza que nunca. En la 95/96 coge aire en la que fue su casa en la Serie A, Montecatini, que de nuevo volvía a estar apadrinada por Panapesca. Promedia 25.2 puntos, 5 rebotes y 2.3 asistencias en la A2. Las sensaciones, pues, son buenas así que se embarca en la aventura griega y ficha por el Aris Salónica con quien gana la Copa de Grecia y la entonces prestigiosa Copa Korak. El público heleno se rinde a sus pies y la prensa lo bautiza como "el Dios del Aris". Allí coincidiría con un gran ex ACB, Piculín Ortiz. Las dificultades económicas que atraviesa el club heleno posibilitaron la vuelta a Italia y ficha por la Virtus (Calze Pompea) Roma. Allí juega por espacio de dos temporadas y las crónicas hablan de un distanciamiento con una parte de sus tifosi en Montecatini, dada la rivalidad existente. Boni se había pasado al ‘enemigo’ y muchos no lo supieron entender. 

Breve stage y fracaso en Cantabria, y retorno a Italia

Llegó a la ACB en la temporada 99/00, a las filas del Alerta Cantabria. Su paso generó opiniones contradictorias. Desde los que alaban su inteligencia y espíritu de lucha hasta los que constatan su falta de acoplamiento  y su estilo de juego alocado. Lo cierto es que se marcha sin finalizar la temporada después de jugar 18 partidos y promediar 5.6 puntos y menos de un triple convertido por partido. En sus tres últimos partidos sólo consiguió anotar un solo punto y desde el tiro libre. Triste despedida.

Aquella misma temporada se reenganchó al Roseto, para sustituir al lesionado Paolo Moretti, recuperando su pasión anotadora (más de 20 puntos por encuentro). Teramo Basket, Jesi, Bologna y, de nuevo, Montecatini  fueron sus últimos equipos de primer nivel hasta que en el curso 2006-07 desciende hasta las Dilettanti para jugar con el Casalpusterlengo, rival de su natal Codogno. El objetivo era el ascenso a Legadue algo que no consiguió. Sus últimos pasos en el baloncesto se sucedieron en las divisiones nacionales finalizando su carrera en la Bakery Cortemaggiore Basket.

Afirman que su caracter le privó de jugar más partidos con la azzurra, con la que sólo disputó un partido amistoso contra la antigua Checoslovaquia, bajo las órdenes de Sandro Gamba. Anotó 11 puntos en 7 minutos (microondas).

Capocannoniere en 1993, casi 10.000 puntos (20 de meida) entre la A1 y A2 y un carácter que brilla por su ausencia en la mayoría de intregrantes de la nazionale.

"Uno muy fuerte era Mario Boni, que jugaba en Montecatini". Así lo recuerda Kobe Bryant, de su estancia en Italia, cuando su padre Joe jugaba en la Lega.