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Es el mejor equipo griego de la actualidad, y aunque en algunas ocasiones es uno de los olvidados en las apuestas, el club verde cuenta con un plantel de estrellas que ya están acopladas entre sí y sin duda es uno de los favoritos para obtener el máximo título continental durante este año.

Bases
Jaka Lakovic, tras la marcha de Saras puede competir por el título imaginario de mejor base del continente. Es muy rápido, y la zurda que una vez impresionó en Madrid destrozando al Real cuando vino con el Novo Mesto se ha convertido en una de las más peligrosas de Europa. Saca muchas faltas personales (y suele convertir los dos tiros) y es peligroso desde más allá de 6,25. Tras una mala Final Four el año pasado, ha llegado el momento de que Jaka demuestre si está preparado o no para ser un campeón.

George Kalaitzis, es un jugador muy malo atacando el aro rival pero que sin embargo al otro lado de la cancha se convierte en un perro de presa del que nadie puede deshacerse. Su misión es sencilla, defender al base o escolta que le asigne Obradovic y anularlo de la pista durante los minutos en los que se encuentre emparejado con él.

Perímetro
Vassilis Spanoulis, es una de las mayores promesas de Grecia, junto a Zizis. Tiene 23 años y este será su primera temporada en un grande. Durante el verano Olympiacos y Panathinaikos se han pegado por él y finalmente Zeljko OBradovic es quien contará con un nuevo jugador joven al que moldear para que se convierta en uno de los mejores bases-escoltas del continente.

Dimitris Diamantidis, a sus 25 años ya es uno de los hombres más importantes de la selección griega. Con la mentalidad de un base y la envergadura de un alero, es uno de los jugadores más completos del equipo. Fue el mejor defensor de la pasada Euroliga, rebotea muy bien y tiene capacidad para anotar. Si hubiera que apostar por qué jugador conseguirá algún triple-doble este año… Diamantidis sería el hombre.

Vlado Scepanovic, es un especialista tirador que durante el año pasado se recuperó de una lesión muy grave. Su punto débil es que se muestra excesivamente irregular, pero gracias a su sangre fría y buena muñeca, se convierte en un jugador al que no conviene descuidar ni un momento. Ya tiene 30 años y no llegará a ser la superestrella que se esperaba. El año pasado promedió casi 10 puntos por partido en Euroliga.

Nikos Hatzivrettas, no es un jugador que destaque sobre los demás, ni está llamado a tirar del carro heleno, pero sin embargo siempre cumple con su cometido, corre muy bien el contraataque y es una amenaza exterior. Su virtud más destacable es que comete pocos fallos. También es internacional con Grecia. En el poderoso perímetro del Panathinaikos no será muy importante, aunque Obradovic lo puede utilizar de inicio para evitar la irregularidad de Scepanovic.

Dimitris Papanikolau, tiene una extraña habilidad para estar en el momento adecuado en el lugar adecuad, y así ha conseguido un palmarés envidiable. Esta es su tercera temporada en el equipo del trébol. Suele salir para encargarse de la defensa de la estrella del equipo rival, sin ahorrar en faltas personales. Un jugador de equipo al que Obradovic sabe recompensar con minutos.

Juego interior
Mike Batiste, es un jugador muy físico que con sus 2,04 rellenos de músculo puede pegarse en la zona con los pívots más poderosos del continente. Tiene buen rango de tiro, y el año pasado ya fue una de las piezas fundamentales del equipo al promediar 11,4 puntos y casi 5 rebotes por partido en la Euroliga. A pesar de que el juego interior griego siempre ha sido muy extenso, se las arregla para destacar.

Kostas Tsartsaris, a pesar de su trabajado físico, suele pasar apuros defensivos cuando le toca emparejarse con jugadores más altos que él (mide 2,11). En ataque aprovecha su tiro exterior para salirse fuera de la pintura y evitar excesivos contactos. Aún así, su calidad ofensiva obliga a Obradovic a tenerlo en la pista. QUizás este año con la presencia de Tomasevic pueda jugar más minutos de ‘cuatro’, una posición a la que se adaptan mejor sus características.

Dejan Tomasevic, tras acabar su etapa en Valencia, el Panathinaikos hizo un gran esfuerzo económico para ficharle. Obradovic sabrá reconducir sus energías hacia el juego en la pista y tenerlo centrado. Es el pívot FIBA que mejor visión de juego tiene, y esto lo demuestra cada noche con asistencias inverosímiles. Además tiene buenos movimientos en el poste bajo. La pega: su rango de tiro es tan corto que los tiros libres son un infierno para él.

Patrick Femerling, es uno de los pívots más grandes del continente, y si tuviera capacidad para encontrar la opción correcta hacia el aro cuando está posteando sería dominante. Sin embargo, esta carencia de calidad hace que sea tan sólo un jugador correcto, capaz de intimidar, rebotear, sacar faltas y anotar los tiros libres. Una pieza importante en el equipo, pero que siempre deja la duda de cuán importante podría ser si anotara esas canastas bajo el aro.

Fragikos Alvertis, el más veterano de la plantilla. Retirado de la selección, su velocidad ha disminuido bastante y tiene que jugar como ‘cuatro’. Conserva su gran tiro exterior, y tiene muchísima experiencia. Será el encargado de fomentar la química del grupo y aconsejar a los más jóvenes para formar un bloque capaz de llegar a lo más alto.

Entrenador
Zeljko Obradovic, es uno de los grandes técnicos del baloncesto europeo, con un palmarés envidiable, tiene la plena confianza de los hermanos Giannakopoulos, que dirigen el club. Tras el meritorio tercer puesto de la pasada Euroliga, y con la incorporación de dos piezas importantes como Tomasevic y Spanoulis, cuenta con una plantilla capaz de llegar a lo máximo.