La conocida como "escuela balcánica", gran aval para jóvenes talentos de estos países, y la gran tradición baloncestística de Croacia debió de tener mucho que ver con la llegada de este jugador a nuestro país. Branimir Longin, alero croata (1.96, nacido en 07/02/1978, contaba por entonces los 27 años), firmaba en 2005 por un Caja San Fernando que no encontraba la fórmula tras la marcha de su último gran referente en el banquillo, Javier Imbroda.

Formado en el CB Zadar, equipo de su ciudad natal, y tras haber militado también en el Cibona de Zagreb, ésta era la primera vez que salía de su país para afrontar nuestra ACB a las órdenes de Javier Fijo, entrenador de la casa en Sevilla que tras varias campañas como segundo entrenador cogía las riendas del equipo. El talento defensivo de Longin, una de las principales virtudes que avalaban su llegada, se unía a un bloque capitaneado por Raúl Pérez y con Lou Roe y Donatas Slanina como principales referentes y que se proponía objetivos ambiciosos para la temporada que arrancaba. Nada más lejos de la realidad, un arranque más bien flojo (2-5) enfrió cualquier expectativa. El coqueteo con el descenso provocó la destitución de Fijo y la llegada de todo un experto como Manel Comas con una clara misión: el rescate.

Mientras aquel equipo buscaba su personalidad, Longin descubría la ACB. De menos a más aquella temporada, poco a poco dejó ver su buen tiro mientras Comas lidiaba con aquel vestuario. Intentando avivar la moral del conjunto, el Caja San Fernando logró sobreponerse a la llegada (y salida) de un Kommatos que no dudó a la hora de hacer leña. La temporada se complicaba en Sevilla y, mientras las victorias se volvían necesarias, los partidos cogían un carácter guerrero. Fue aquí donde Longin empezó a moverse como pez en el agua en aquellos encuentros "a la contra", una oportunidad para la épica que marcaría al equipo y el mismo jugador, que ofreció un buen papel como 6º hombre (terminaría la liga regular con una media de 24 minutos de juego) y grandes actuaciones frente a Estudiantes (21 puntos, fruto de un 6/7 en tiros de 2 y 3/5 en triples, 4 rebotes y una asistencia para 24 puntos de valoración) y Girona (13 puntos, 10 rebotes y otra asistencia para 23 de valoración). Sus triples aportaban oxígeno a un equipo que luchaba por seguir en la ACB, y curiosamente su acierto era mayor cuando se encontraba más presionado y mejor defendido. De hecho, donde menos garantías dio fue en la línea de los tiros libres: así, terminó la temporada 2005-06 con un más que interesante porcentaje en el tiro desde 6.25 (42/98, un 43%; y un 47% en sus tiros de 2) y, sin embargo, un 55% (38/69) en sus tiros de castigo.

Salvada la categoría y con Manel Comas en el banquillo, en Sevilla se preparó un conjunto ambicioso, capaz de dejar atrás esas campañas difíciles y recibir la temporada 2006-07 mirando hacia arriba. Con sólo tres jugadores, entre ellos Longin (además de Cazorla y Carles Marco) del equipo anterior, llegaron jugadores que ilusionaban como Hollis Price, Patrick Femerling o Antonio Bueno. Mientras, se despedía un gran referente exterior para el club hispalense como era Slanina y aumentaban las exigencias del croata. Aquel conjunto firmó un gran arranque con un juego directo de ataque, acorde con la filosofía de Comas por la que pretendía desarrollar un baloncesto que hiciera disfrutar a jugadores y aficionados. Aquel torbellino tenía dos pilares claros, Michal Ignerski y Filip Videnov, que hicieron menguar los minutos del croata. Aún así, firmaría la mejor de sus actuaciones en Granada, donde se erigió como héroe con 28 puntos, 9 rebotes y 2 asistencias para alcanzar los 30 puntos de valoración, remontar y someter al conjunto nazarí en la prórroga (100-104) mientras terminaba de meterse a la afición en el bolsillo.

Sin embargo, aquel Caja San Fernando volvió a fallar. Tras colarse en la Copa del Rey (y sucumbir ante el Tau Cerámica) llegó una dura racha de derrotas que logró materializarse en el vestuario hasta el descontento de Comas con Demetrius Alexander y la salida de los dos de la disciplina cajista. El gran arranque evitó males mayores y el equipo acabó 13º en la tabla mientras el croata seguía dando una de cal y otra de arena desde la línea de los tiros libres: finalizaría esta temporada con un total de 28/41. Un 68% de acierto que mejoraba su estadísica de la anterior campaña pero seguían sin convertirlo en la mejor opción si un partido a favor se trababa y llegaba al carrusel de los tiros libres. Esta curiosa faceta, sin embargo, la paliaba ofreciéndose en los momentos cruciales, sin asustarse justo cuando la bola quema y dudaban sus compañeros; una virtud que ayudaba a sacar adelante a los partidos en aquellas complicadas circunstancias. Sin embargo, finalizada la temporada, en Sevilla se optó renovar la plantilla casi al completo y manteniendo sólo a Ignerski y Antonio Bueno. La aventura española de este alero balcánico llegó a su fin.

Y tras España, Alemania. Longin firmó con el EWE Baskets Oldenburg para probar en la Bundesliga. Esta misma temporada su nuevo club haría historia llegando a las semifinales (máximo logro hasta el momento, al año siguiente serían campeones) y cediendo ante el posteriormente coronado Alba de Berlín. Con Jasmin Perkovic (11.9 puntos, 5.7 rebotes de media), Rickey Paulding JR (12.7 puntos, 3.7 rebotes) o Jason Gardner (13 puntos, 4.3 asistencias) como compañeros, el balcánico pudo volver a sentirse parte importante de un equipo competitivo y mejoró sus números. La profunda renovación del Cibona de Velimir Perasovic hizo que Longin volviera a su país para aportar su veteranía (30 años) y volver a disputar la Euroliga sin gloria (2 partidos). Aquí coincidió con Alan Anderson y el que posteriormente sería base del Cajasol y luego Banca Cívica, Earl Calloway, y llegó a la final de una Liga Adriática que finalmente se llevaría el Partizan de Velickovick, Tepic y Tripkovic. Su regreso a Croacia redujo sensiblemente su participación a una media de 9 minutos, lo que motivó su salida en abril de 2009 para, previo paso por la 2ª división militando en el Kadran Rijeka, regresar a su club de origen, el Zadar, donde ha terminado esta última temporada.

Es precisamente allí, en el club de su ciudad natal, donde termina la carrera de este jugador de equipo, todavía en activo, que besó la gloria en su país con un inmediato e interesante palmarés, probó suerte en nuestro país y terminó regresando a casa, donde ejerce ya como referente para los jugadores más jóvenes. Un alero que disfrutaba cuanto más se complicaban los partidos y, sin embargo, despertaba un mar de dudas cada vez que pisaba la línea de tiros libres.

Sus números:

2004/05, última temporada en el Cibona: 10.7 puntos, 2.9 rebotes, 1.4 asistencias, 10 puntos de valoración en 24.59 minutos y 28 partidos.

2005/06 en Caja San Fernando: 8.7 puntos, 3.2 rebotes, 1 asistencia, 7 puntos de valoración en 23.30 minutos y 34 partidos.

2006/07 en Caja San Fernando: 7.7 puntos, 2.5 rebotes, 0.6 asistencias, 5.6 puntos de valoración en 18.48 minutos y 33 partidos.

2007/08 en EWE Baskets Oldenburg: 11.3 puntos, 3.1 rebotes, 1.3 asistencias, 7.7 puntos de valoración en 25.41 minutos y 42 partidos.

2008/09 en su regreso al Cibona: 2.7 puntos, 1.1 rebotes, 0.5 sistencias. 1.8 puntos de valoración en 9.11 minutos y 10 partidos.