Con el partido del pasado domingo del All-Star en Chicago, se llega a la mitad de la temporada de la WNBA a la espera de la disputa en unos días de otro momento importante, la Commisioner’s Cup entre Aces y Sky, estos últimos convirtiéndose en claros favoritos de nuevo para repetir título y sumar al primero conseguido por la franquicia el curso pasado 2021.

Después de algo más de dos meses competición y jugados unos 22 partidos cada uno de los doce equipos, quedan como grandes contendientes al título Chicago Sky, Las Vegas Aces, Connecticut Sun, Seattle Storm y Washington Mystics, ya que ningún otro equipo más tiene un récord superior al 50 por ciento de victorias. Ahora bien, no se puede olvidar el ejemplo del curso anterior, cuando el equipo de la Ciudad del Viento entró en playoffs con 16-16 y sextos, para acabar llevándose el primer título para Sky.

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Máximos favoritos al anillo

Las grandes favoritas son Sky, realizando un mes de junio espectacular y llevando al All-Star a cuatro jugadoras: Candace Parker, Courtney Vandersloot, Emms Meesseman y Kahleah Copper, siendo esta última clave desde que aterrizó procedente de Perfumerías Avenida con una marca de Chicago de 13-3. En estos momentos tienen un balance de 16-6, estando un nivel superior las de James Wade al resto. Si consiguen repetir título, igualarán a Sparks como campeonas consecutivas de la WNBA y Parker se alzaría con su tercer anillo, en su posible última temporada.

Aces se encuentran como las otras grandes favoritas, yendo de más a menos, ocupando el primer puesto de la clasificación durante muchas semanas y también aportando cuatro jugadoras al All-Star, con A’ja Wilson como una de las capitanas. En los últimos diez partidos tienen una marca de 5-5, dejando entrever el problema de la falta de banquillo que tiene la head coach Becky Hammon.

Tras Chicago y Las Vegas, se localizan Storm, Sun y Mystics, los tres con elementos suficientes para pensar que puedan llegar a una posible final. Storm tenía el binomio Stewart-Loyd, ambas también escogidas para el partido de las estrellas, que han visto como se añade un nuevo elemento para formar un Big Three espectacular, ya que llegó Tina Charles, aterrizando en Seattle procedente de Phoenix en busca de su primer anillo de la WNBA. Además, Sue Bird busca finalizar una carrera legendaria con su quinto anillo.

Connecticut Sun y Curt Miller buscan el ansiado título con un roster conocido por todos, con claras dominadoras como Jonquel Jones, Alyssa Thomas o DeWanna Bonner. Hasta el momento, 14-8, pero con una marca de 5-5 en los últimos diez. Y el quinto equipo con balance positivo son las Mystics, viendo a Delle Donne dosificando y sin participar en Chicago el pasado domingo, sumando una gran temporada Ariel Atkins, Natasha Cloud y dejando grandes sensaciones la rookie, pick 3 del pasado Draft, Shakira Austin.

La lucha por el MVP

El gran nombre individual hasta el momento es Breanna Stewart, con 21 puntos de promedio por partido, siete rebotes y la gran líder de Seattle Storm. El problema puede venir del posible balance final que tenga Storm en la temporada regular. Pero dejando al lado el balance, su temporada es mejor que cuando ganó el máximo galardón en 2018.

Tras ella vendría la piedra angular de Aces, A’ja Wilson. Las dos grandes candidatas fueron las capitanas del All-Star y eso es sinónimo de más votadas por aficionados, prensa y jugadoras de la liga. Wilson tiene un enorme porcentaje en tiros de campo y es la líder en rebotes con 10,1. Pero en las últimas cinco temporadas, la MVP ha sido siempre a parar en una jugadora del mejor equipo de la liga. Y en el caso de que Chicago Sky quede arriba, Candace Parker tendría númeross para ganarlo de nuevo, pero en Sky tiene hasta seis jugadoras que promedían entre 139, y 10 puntos.

Otros nombres posibles al máximo galardón individual son Kelsey Plum, MVP del partido de las estrellas en Chicago, promediando 20 puntos por partido, y lo haría una playmaker, hecho que no pasa desde que Diana Taurasi lo hizo en 2009. Dos nombres más puede surgir, pero el balance de sus respectivos equipos no es bueno: Nneka Ogwumike o Sabrina Ionescu.

Sorpresa y decepción

Atlanta Dream y Rhyne Howard tienen muchos números de ser la gran sorpresa de la temporada número 26 de la WNBA. La franquicia de Georgia se le esperaba por abajo de la clasificación y en reconstrucción, más tras la salida de Courtney Williams dirección Sun. Pero la elección número uno ha dado un giro inesperado y está en sexta posición, dirección a su primer viaje de playoffs desde 2018. Tanisha Wright ha dado desde el banquillo poder defensivo y junto a Howard se encuentra Kristy Wallace y Cheyenne Parker como grandes escuderas. 

La decepción de esta primera parte de la temporada son Los Angeles Sparks y el rendimiento de la pívot australiana Liz Cambage. El gran fichaje de la temporada baja no está rindiendo como se esperaba por una de las claras dominadoras de los últimos años. LA sigue en la lucha por entrar en postemporada, pero no se encuentran en el tren delantero de favoritas. Por el camino, destitución de Derek Fisher como entrenador jefe. También se esperaba más de otra franquicia histórica como Minnesota Lynx, que se ven penúltimas, pero a dos partidos de Dallas Wings que marcan la frontera de playoffs. Las lesiones no han ayudado a Lynx, pero la victoria espectacular 102-71 ante Aces demuestra que pueden ir hacia arriba y necesitan brindar un buen final a Sylvia Fowles en su última temporada. 

¿Futura rookie del año?

El intercambio que llevó a Atlanta Dream a poder elegir a Rhyne Howard, da crédito a la franquicia de Georgia y Don Padover como General Manager. Howard, que jugará en Italia durante la temporada baja, tiene muchos números de llevarse el galardón de ROY. Ayuda sus grandes actuaciones en algunos partidos y también el balance de Dream que recuperan a Tiffany Hayes y eso significará que pueden tener billete para la postemporada.

La rookie procedente de Kentucky Wildcats ha jugado 22 partidos con 31 minutos, anotando 15 por partido, además de capturar 4,5 rebotes, llegando a convertirse en All-Star y llegando a la final del concurso de triples. Pero no es la única que sobresale en esta generación de jugadoras de primer año, ya que NaLyssa Smith (pick 2) de Indiana Fever lidera en varios aspectos de las estadísticas y es octava en rebotes, siendo de los pocos puntos positivos del último equipo de la WNBA. 

Shakira Austin de Mystics cada vez va a mejor y más acoplada en un equipo con aspiraciones. La de Ole Miss tiene un gran peso en Washington, siendo un bastión defensivo difícil de superar y clave para el entramado de Mike Thibault. Rebekah Gardner, con 32 años, también es una rookie a tener muy en cuenta, siendo muy importante desde el banquillo en Chicago Sky.

Jugadora defensiva de la liga

Aquí parece que no hay lugar a la duda. Tiene nombre y apellido: Breanna Stewart. La que puede convertirse en MVP, es el ancla defensiva de Storm, permitiendo 12,7 puntos por 100 posesiones más con ella fuera en cancha que con ella dentro. Lidera la liga en robos por partido y de momento se encuentra por delante de su compañera Magbegor (líder en tapones de la liga con 2,5) y de Jonquel Jones de Sun. Fowles busca ganar por quinta vez, hecho que igualaría a Tamika Catchings.

Jugadora más mejorada

El nombre de Sabrina Ionescu puede ser el generalizado junto a la jugadora también de tercer año, Magbegor o incluso pensar en Jackie Young. Pero la de Liberty sigue mejorando y ya es la líder de NY, llegando a ser All-Star por primera vez en Chicago y marcando su segundo triple-doble de la temporada.

Totalmente saludable es nivel All-WNBA y no sería descabellado verle hacer más triples-dobles en lo que resta de temporada, tal como hacía en Oregón, que llegó a realizar 26, récord de la NCAA y se le espera que tenga el récord en un futuro muy cercano de la liga. Ionescu solamente ha disputado 54 partidos como profesional tras la terrible lesión como rookie y tiene una carrera muy prometedora por delante.