The Odyssey es un periódico producido por estudiantes universitarios a lo largo de todo el país de los Estados Unidos. Cuenta con su sede en Indianapolis, pero su editorial se ubica en Manhattan, New York, aunque también cuenta con pequeñas sedes en varios campus del país.
Esta semana podíamos leer la carta que Rebecca Grant dedicaba a una niña de 8 años apasionada por el deporte de la canasta. Rebecca, más conocida como "Becca", se crió en un pequeño pueblo de Connecticut, pero ahora es estudiante de Psicología y Estudios Socio-Legales en la Universidad de Denver donde juega en el segundo equipo de baloncesto de las Pioneers (Club Team). Hemos podido charlar con ella y nos ha autorizado a publicar su artículo traducido.
No sabemos si esa niña es alguien en concreto que inspiró a esta futura psicóloga a escribir esta emotiva composición, o va dedicada a todas las niñas de esa edad que sienten amor por el baloncesto.
De un modo u otro, os la traducimos porque merece la pena leerla:
CARTA ABIERTA A LA NIÑA ENAMORADA POR EL BALONCESTO
"Dedicado a esa pequeña vestida con la equipación:
Tienes 8 años y estás enamorada. El olor a parquet recién pulido te ayuda a respirar mejor, de un modo que nunca supiste que se podía. El sonido de las zapatillas chirriando alertan a tus oídos dándoles una descarga de adrenalina. Aprendes matemáticas en la mesa de comer mientras cuentas Gatorades de 2 dolares y perritos calientes de 5 dolares. Las compañeras con las que estás en pista se convertirán en amigas para siempre, y si al final acabas trasladándote a otro lugar más adelante, en ese largo y sinuoso camino siempre puedes encontras un balón y una cancha para aliviar tu mente.
Aprécialo ahora. Te has enamorado de un deporte que te enseñará lo que es la dedicación, la tenacidad y la absoluta disciplina. Tus padres te apoyarán y te enviarán a incontables torneos renunciando a cumpleaños y a días del padre o la madre sólo por verte jugar. Incluso conducirán 2 horas aunque ese encuentro te quedes en el banquillo. No te desanimes cuando no consigas jugar en el primer equipo del instituto, o cuando ya no pases del 1,60m. Tampoco lo hagas cuando tengas ese entrenador que no cree en ti, porque ocurrirá en algún momento de tu vida, al menos una vez, y no será fácil. No te desanimes porque todo esto te hará más fuerte. Ese entrenador que te dice que no lo conseguirás se convertirá en la única razón por la que deberías conseguirlo. Tendrás que aprender a creer en ti misma a temprana edad ya que eso es lo que aprendes del deporte, a seguir adelante.
Dentro de 5 años, cuando todo lo que amas se convierte en política, y cada partido se convierte en el más importante que has jugado nunca, recuerda por qué amas este deporte. Recuerda esa sensación del agua llegando a tus labios después de 5 series de lineas. O la emoción del primer triple que metas en un partido. Recuerda la expresión de tu cara en esa foto con tu primera medalla. Recuerda lo alto que estaba el aro y cuando te preguntabas cómo hacían las chicas del otro instituto para lanzar a canasta casi sin esfuerzo dándole al balón ese arco en el camino que pone a cualquiera la piel de gallina.
Dentro de 10 años, cuando todo esté llegando a su fin, ponte en medio de la cancha y respira muy hondo. Inhala ese mismo aroma del parquet recién pulido y que ahora está cubierto de tu sangre, sudor y lágrimas. Ten presente esos recuerdos de tus zapatillas desgastadas, esas zapatillas que han estado en tus pies en momentos de disgustos, adversidades, dolor y dificultades. Recuerda a tus compañeras, aquellas que te animaban cuando fallabas un tiro libre, aquellas que te ayudaban a arreglartelas en defensa y también en la vida misma. Recuerda lo que se siente cuando eras una niña de 8 años enamorada del baloncesto.
Recuerda no perderte nunca en el proceso de luchar por el deporte que amas."