Llegaba el Barça y seguro que pocos apostaban por un marcador apretado. El rodillo azulgrana frente a un colista que hasta el momento había demostrado bien poco.

Estudiantes dio la cara, jugó con intensidad, entrega y coraje. La superioridad del Barcelona se impuso. Pero los colegiales se demostraron a sí mismos, y a la grada, que pueden y deben ser un equipo mucho más competitivo.

Con mucho ritmo y triples azulgranas empezó el encuentro en el Arena. Estudiantes a por todas, con Popovic enchufado y Suárez espectacular al rebote ofensivo. La puntería de Navarro y Ricky lideraban a los catalanes, y un buen arreón final de Caner-Medley cerraban un primer parcial con 20-23. El Barça por delante con los colegiales muy metidos.

Basile se lesionaba mientras Germán –tremendamente motivado- cuajaba sus mejores minutos en esta segunda etapa colegial –anotando y asistiendo- y Caner -intenso en defensa- taponaba a las torres catalanas. Al descanso 40-40 tras un carrusel de errores que parecían no querer a Estudiantes al mando (pasos, tiros libres errados, etc.)

A vestuarios con la grada aplaudiendo efusiva y merecidamente a los del Ramiro. El equipo que ocho días antes no jugara a nada, dando la cara ante el gigante Barcelona.

Pancho salió el primero del túnel, y sus ganas le llevaron a poner por delante a Estudiantes desde el triple (43-42). Mucha intensidad, poca anotación y Navarro algo desesperado.

Estuvo a tiro, pero los colegiales no supieron rematar. A pesar de la mejor versión torera de Oliver y del inteligente juego de Suárez al poste. El Barça es mucho Barça, y sin jugar un partido nada brillante se plantaba en el último parcial 3 puntos arriba, tras una dudosa falta señalada a Jasen sobre un Mickeal que iba creciendo como el mejor visitante.

Pero de nuevo desde el triple -esta vez Germán– Estudiantes se acercaba (52-52) e incluso se ponía por delante, y Navarro se lesionaba.

El panorama, con un atractivo duelo físico entre Sada y un mejorado Granger, parecía pintar bien para que los locales se estrenaran.

Pero entre Lakovic desde el triple y un hasta entonces negado Morris que despertó en el momento clave, los de Pascual se llevaron el triunfo a Barcelona.

El Barça fue por delante en el final pero Estudiantes nunca perdió la cara al partido e incluso a menos de un minuto para el final tuvo su oportunidad tras fallo de Jaka Lakovic; pero de nuevo se falló en un rebote clave.

Final, 75-78. Estudiantes perdió, 0-5 y colista, sí.

Pero dio la cara. De principio a fin, ante un equipo infinitamente superior.

La derrota es absolutamente lógica -las dos anteriores no- y que la situación no es ni mucho menos estupenda es evidente. Pero con la actitud mostrada, los colegiales tan solo deberían ir para arriba.