Se presenta complicada la temporada 2015/2016 para Movistar Estudiantes. El inicio liguero no parece haberle sentado demasiado bien a los hombres de Diego Ocampo, lo que les ha llevado a salir claramente perdedores en los tres primeros duelos de la Liga Endesa, mostrando una imagen paupérrima tanto en ataque (12/69 en triples en estos tres primeros partidos) como en defensa.

No son buenos los augurios, pero no se debe exagerar la realidad. Las tres primeras jornadas han sido exigentes para el equipo del Ramiro, enfrentándose a dos de los equipos con más expectativas para volar alto esta temporada como son Baskonia Laboral Kutxa y Valencia Basket, cuyas plantillas están confeccionadas para competir, a gran nivel, en la Euroliga. La salida a Manresa tampoco fue fácil, el Nou Congost es un pabellón que aprieta y donde es difícil conseguir la victoria.

Si a eso se le suma el fichaje de hasta cinco nuevos jugadores y el entrenador y la salida de dos de los hombres más importantes de la pasada temporada (Pietro Aradori y Xabi Rabaseda) el mal inicio liguero puede estar justificado. Por si no fuera poco, el pívot serbio Vladímir Stimac ha abandonado esta misma semana el club, dejando a los estudiantiles en una situación complicada. Stimac había sido uno de los jugadores más destacados del conjunto en los primeros partidos promediando 11,6 puntos y 6,4 rebotes para un total de 11,3 de valoración por partido. Huérfanos de su pívot titular, el Movistar Estudiantes deberá volver a otear el mercado en busca de un “5” de garantías, lo que se antoja sumamente complicado con la temporada ya empezada y la mayoría de las plantillas cerradas.  

Otro punto a analizar es el rendimiento de Zach Graham y Brandon Thomas. El primero no ha conseguido aún ser el pilar ofensivo que necesita su equipo y a Thomas casi no se le ha visto nada de lo que prometía su fichaje, consistencia defensiva. Todavía es muy pronto para entrar a valorar su aportación al equipo pero se echa de menos a Diamon Simpson y su presencia en la zona. Probablemente acabarán cuajando ya que minutos no les van a faltar, pero por ahora deberán adaptarse, y rápido, a la realidad de una liga tan dura como es la española. Realidad que también están viviendo los jóvenes canteranos por los que ha apostado el Estudiantes este año, y es que la inexperiencia aquí se paga y jugadores como Brizuela o Guerra están viviendo su particular bautismo de fuego y para que el equipo carbure deben aprender sobre la marcha y lo más rápidamente posible.

El resto de la plantilla parece también algo descolocada, aunque Nacho Martín (15 puntos en el último partido) y Javi Salgado (5 asistencias) parecen empezar a coger ritmo. El Estu sólo ha conseguido mostrar intensidad de verdad en los últimos cuartos, cuando el partido estaba ya prácticamente perdido. En los tres primeros partidos, el conjunto azulón lleva una media de 12,67 pérdidas por partido, lo cual no sería un problema si no hubiesen recuperado 16 balones en el mismo tiempo, lo que demuestra que la defensa del equipo no es demasiado efectiva. El Estudiantes deberá mejorar en este sentido si quiere dar fluidez a su estilo de juego, basado en correr y en aprovechar los contraataques, una versión que sí mostró ya en la segunda parte contra el Valencia y que les hizo remontar 15 puntos. Ese es el camino y a buen seguro que Ocampo ha tomado buena nota de ello, lo que no es tan seguro es si conseguirán mantener esa versión en el próximo partido contra Iberostar Tenerife en las Islas.

Sin embargo no todo son malas noticias en este arranque liguero para el conjunto del Ramiro, y es que Juancho Hernangómez está rindiendo a un nivel impresionante a pesar de tener una cantidad de minutos reducida (13 minutos en el último partido contra Valencia Basket). En este partido ante Valencia logró una valoración de nada menos que 25 puntos, entrando de lleno en la historia de la ACB. La joven promesa del equipo madrileño parece haber dado un paso adelante y con la ausencia de Stimac su participación en el juego se hará previsiblemente mayor, lo cual visto lo visto no es una mala idea. De hecho llama la atención que el entrenador no aproveche el momento de explosión de su jugador, al que quizá con mayor confianza se le vea brillar y guiar el rumbo de este barco. Hernangómez gusta en la afición y está llamado a ser el líder de este equipo desde esta misma temporada.

Así pues y como conclusión, el Movistar Estudiantes a pesar de su mal inicio tiene los mimbres necesarios para situarse a mitad de tabla de la Liga Endesa. Debe endurecer su defensa y afinar la puntería, algo que probablemente mejore en los próximos partidos. Es necesario también que aprovechen el empuje del Barclaycard Center para hacer de su campo un fortín puesto que en las salidas el equipo sufre mucho. Son muchas cosas a mejorar pero hay tiempo y el proyecto a manos de Diego Ocampo tiene crédito para convertirse en lo que se espera de ellos, un conjunto divertido de ver y en el que se pueda seguir con ilusión el rendimiento de algunos hombres llamados a ser importantes en los próximos años, tanto en su equipo como en la selección nacional.