Zunder Palencia, recién ascendido a Liga Endesa, está afrontando su primera aventura en la máxima categoría del baloncesto nacional, camino que se inició con mucha ilusión pero que con el paso de las jornadas se está tornando en tortura.

El equipo palentino, que la pasada campaña consiguiera su segundo ascenso a la ACB, aunque en la temporada 2015-16 renunció al ascenso, tras una década de buen juego en LEB Oro donde fue creciendo como institución. Ese crecimiento se cimentó en los valores del esfuerzo, el trabajo y la lucha. Con estas armas se presentaron en la mejor liga de Europa y casi dan la gran sorpresa en la segunda jornada con un partido ilusionante ante el FC Barcelona.

En el primer mes de competición el Zunder Palencia compitió todos sus partidos, incluso consiguió su primera victoria en ACB ante Río Breogán en la jornada 6 de manera solvente. Marcadores ajustados que se han transmutado en auténticos correctivos a partir de la jornada 7, desde la que han encajado más de 90 puntos en cuatro de los últimos seis partidos, además de dar una imagen bastante preocupante. El equipo parece haber perdido la capacidad de competir sus encuentros.

MARCO JUSTO, EL SEÑALADO

El técnico canario del Zunder está en el punto de mira. Tras cinco derrotas consecutivas en las que se ha perdido la capacidad de competir, el equipo morado, en la figura de su director deportivo, Urko Otegui, reconoce que el próximo partido es “una final en Granada y una victoria cambiaría totalmente la dinámica actual”. El próximo partido en Granada podría ser el que desencadenara la destitución del técnico canario para intentar dar un cambio radical a la dinámica del equipo.

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Esta sensación parece estar presente en el vestuario y así lo ha expresado uno de los buques insignias del equipo, Chumi Ortega, en sus redes sociales.

La directiva reconoce la importancia del próximo encuentro y no descarta acudir al mercado para reforzar la plantilla, y según ha podido conocer solobasket, no solo se miraría el mercado para reforzar el roster de jugadores, sino que se plantearía un cambio de técnico.

La primera experiencia de Marco Justo como primer entrenador en ACB no está exenta de polémica, público es el desencuentro con uno de los pilares de la plantilla, el escolta neerlandés Yannick Franke, pero también hay cierto “runrún” en la afición que no entiende los motivos por los que los sistemas de juego no aprovechan el poderío interior del equipo.

YANNICK FRANKE, EL APARTADO

Yannick Franke fue el elegido para dirigir en la pista los designios del conjunto dirigido por Marco Justo, es más, fue uno de los nombres que el técnico canario propuso a la dirección deportiva. Este jugador neerlandés de 197 centímetros de estatura y 27 años de edad llegó procedente de Grecia, dónde pasó el último curso jugando la HEBA en las filas de todo un clásico del baloncesto heleno, el PAOK, donde sus números durante la 2022-23 fueron notables, convirtiéndose en uno de los máximos anotadores del campeonato griego con 16,3 puntos por partida, sumados a 5 rebotes y 2,8 asistencias.

Franke fue protagonista en los inicios de temporada de Zunder Palencia, pero desde la jornada 7 fue perdiendo protagonismo en la rotación, llegando a no saltar a pista en la jornada 9 ante UCAM Murcia, saltar sólo 10 minutos en la jornada 11 ante Valencia Basket y no ser convocado para la visita del Zunder Palencia a Gran Canaria en la jornada 12.

Ante la primera ausencia del base en el partido ante Murcia, Justo fue preguntado y respondió en los siguientes términos: “Veremos si cambia su situación para el próximo partido, también nos hacen falta otras cosas. No, castigo no, es decisión técnica. Para mí lo más importante es el grupo, incluso por encima de mí. El grupo es lo más importante”. Dos jornadas después la situación parece haberse enquistado.

LO QUE PASA EN EL VESTUARIO ¿QUEDA EN EL VESTUARIO?

Este desencuentro parece haber afectado al cuadro morado. Desde que saltara el conflicto con el técnico, la capacidad de lucha del equipo ha caído en picado, ya en la jornada 9 se pudieron escuchar los primeros silbidos de la grada palentina. Ante estas primeras señas de contrariedad de la afición el técnico volvió a salir al paso con unas declaraciones que no sentaron bien en la parroquia morada: “Ya noté nerviosismo el sábado después del partido con la pequeña silbada que hubo. Los entiendo, los entiendo porque vienen de una temporada de no perder en casa y acostumbrarse a ver a su equipo perder en casa es muy difícil. Entiendo que haya nerviosismo y malestar y tienen derecho a expresarlo.”

El equipo parece haberle dado la espalda al técnico, posicionándose con su compañero, y esa sensación la tiene la afición palentina, que vive la sensación de cerca, y comienza a solicitar la destitución de su técnico.

A pesar de todo, la afición sigue apoyando a su equipo, aunque por juego y sensaciones “la cosa no pinta bien”.