Recordar  un día de estos,

nuestros pies saliendo del tiesto,

ahora sé que eran buenos tiempos,

ojala te vea de nuevo ojala….ojala……..

 

Como dice el grupo Pol 3.14 en su canción Bipolar, la afición del Estudiantes debe estar pensando en que ojala vea de nuevo a ese conjunto que miraba con descaró a los grandes, que andaba desafiante entre ellos y no se dejaba arrugar por ninguno, siempre en primera línea, siempre en la lucha.

Triiiiiiple de Nikola Loncar, uno más, uno más y ya van cuatro para el colegial. Así rugía el speaker y la grada, a la vez que lo hacía como todo un rey de la sabana el conjunto dirigido por Pepu Hernández ante el Barcelona, los cuales tras marcharse al descanso con un apurado 45-39, tan solo seis arriba, volvieron a la pista con más hambre que nunca, poniendo tierra de por medio a las primeras de cambio, y logrando una ventaja que fue creciendo y creciendo hasta el 85-68 final favorable a Estudiantes.

El Palacio de Vistalegre, lleno hasta la bombilla, con 15.350 aficionados para establecer un nuevo record histórico de asistencia, vio como el cuarto partido era para los de casa, igualando así la serie. Habría quinto encuentro y el sueño se mantenía vivo.

Temporada 03/04

Corría la temporada 2003/2004 y Adecco Estudiantes, por aquel entonces, estaba viviendo una etapa dorada y aquella campaña en concreto, aunque no lo supiesen ni ellos ni nadie al principio, iba a ser mágica. Cuartos en temporada regular con 20 victorias y 14 derrotas les metían en los playoffs como cabezas de serie, pero el destino iba a ser algo cruel, enfrentando en cuartos a los dos equipos de la capital por excelencia en aquel momento, es decir, se iban a medir al Real Madrid de Elmer Bennet y compañía.

El primer partido en casa se marchaba para los blancos haciendo saltar la voz de alarma entre los colegiales, que supieron verle las orejas al lobo antes de tiempo ganando los tres siguientes y metiéndose en semifinales, donde esperaba el temido campeón de la fase regular, el TAU Cerámica.

Con nombres como Andrés Nocioni, Luis Scola, Arvydas Macijauskas, José Manuel Calderón o Pablo Prigioni, y un balance en temporada regular de 28 victorias y 6 derrotas, los vitorianos parecía el rival a batir para cualquiera que osase pensar en alzarse con el cetro de campeón. Por todo ello mucho respeto, pero no temor, es lo que sentía el Estudiantes antes de saltar al parqué frente al conjunto vasco, y así se lo demostró en cada uno de los cinco encuentros que llegaron a disputar en una serie trepidante como pocas.

Los dos primeros enfrentamientos se disputaban en el Buesa Arena, con las gradas alentando a un equipo al que solo le valía ganar, como hizo en el primer encuentro (87-76), pero como no pudo repetir en el segundo (74-77). Saltaba la sorpresa, el Estudiantes recuperaba el factor cancha.

Se llegaba así, con empate a una victoria, a Vistalegre, donde en el tercer encuentro, con tan solo dos puntos de margen, los estudiantiles lograban una importantísima victoria por 77 a 75, y tenían en su mano la posibilidad de meterse en la final ante su público. Pero no, demasiado fácil para un equipo acostumbrado a sufrir, para que sentenciar en casa pudiendo lograr la épica en el quinto. Derrota por 91 a 99 en el cuarto y la tanda se marchaba  de nuevo a Vitoria para decidirse en un último y apoteósico partido. Win or go Home como dicen los americanos.

Baloncesto de escuela, de carácter, de equipo grande, así lograba Estudiantes rozar el cielo tumbando al “todopoderoso” TAU, y en sus dominios, para provocar el delirio de una afición entregada que volaba junto a los suyos camino al Palau, para medirse al Barcelona en la gran final.

Ya teníamos finalistas y la guerra daba comienzo en Barcelona con dos ajustadas victorias de los locales, sobre todo la primera donde tan solo un punto les separó de la prórroga. Todo el partido dominado por Estudiantes hasta el final del tercer cuarto, donde los de Pesic hacían por fin acto de presencia según nos tenían acostumbrados y el marcador se ajustaba, llegando antes de sonar la bocina de final de encuentro a un 79-77 favorable a los blaugranas, pero con Brewer en la línea de personal para mandar el partido al tiempo extra. Sin embargo la presión le pudo y el base del Estudiantes tras convertir el primero fallaba el segundo dando la victoria al Barcelona.

Tras esta y la segunda derrota en el Palau, está por seis de diferencia (80-74), las maletas cargadas con el material deportivo de uno y otro equipo se abrían tras un largo viaje en Madrid. Era entonces cuando los aires de la capital espoleaban al Estudiantes llevándoles a dos partidos de ensueño. El primero (tercero de la serie) servía como prólogo para lo que se avecinaba, manteniendo el campeonato en suspense gracias a una victoria por diez de diferencia de los colegiales (82-72). Y era entonces cuando llegaba el cuarto, un partido para el recuerdo, con el cual habría este artículo, y en el cual se abrió un hueco en la historia del Estudiantes.

El resultado fue de 85 a 68. Loncar con 17 puntos, siguiendo con su mejora  en esos playoffs (paso de promediar 9,1 de valoración en temporada regular a 12,7 en playoffs), junto al comandante en la pintura, Felipe Reyes 11 puntos e Iker Iturbe con 12, forzaban el quinto y decisivo partido.

Un paso, un solo paso y el titulo sería suyo, la gesta se completaría y el Estudiantes pasaría a la historia, pero Navarro, Dueñas, Bodiroga (MVP de las finales) y compañía apagaban la chispa y ponían un punto y final agridulce a un cuento casi perfecto. 69-64, con 17 puntos de un inesperado De la Fuente daban la victoria al Barcelona y le convertían en campeón de la temporada 03/04, campeón de la ACB, mientras que Estudiantes se conformaba con el subcampeonato, pero que SUBCAMPEONATO, con mayúsculas sí, porque se lo merecen.

Aquel equipo logró algo que parecía imposible, combatir y vencer ante los gigantes, con una plantilla y un estilo tan particulares como extraordinarios, capaz, como se vio, de rozar la gloria, una gloria que aunque al final no alcanzase sobre el papel si lo hizo en nuestros corazones, sobre todo en los de todos aquellos “dementes” que vieron como su equipo caminaba entre los grandes, y que a pesar que desde entonces ha ido poco a poco hundiéndose, hasta tocar fondo esta temporada con su descenso, al menos en la tabla, ahora en estos años “oscuros”, con el futuro aún por decidir, miran al pasado esperando que vuelvan los buenos tiempos.

youtube://v/WH-JdDL2rWw

Plantilla 03/04

Andrae Patterson          

Nikola Loncar   

Carlos Jiménez

Iker Iturbe

Felipe Reyes

Corey Brewer  

Pancho Jasen   

Nacho Azofra

Andrés Miso

Rafael Vidaurreta

Jan Martín

Adrián García   

Sergio Rodríguez