Los partidos duran cuarenta minutos. Máxime si juegas contra un equipo de la profesionalidad del CAI Zaragoza. Eso es algo que aún le queda por inculcar a Joan Plaza a sus jugadores, que se desconectaron en el descanso después de verse dominando el electrónico por 14 puntos (39-25).
Pintaba a tarde de vino y rosas en el Carpena. La Copa del Rey luciendo por sus pasillos, buen ambiente en las gradas y un primer tiempo donde el conjunto malagueño, sin ser brillante, había mostrado muy buenas maneras. Defensa muy activa, que ahogaba en muchas ocasiones a su rival, que no logró anotar hasta pasados cinco minutos de encuentro, y rápidas transiciones en ataque. Unicaja cuando puede correr se gusta. Buen inicio de Toolson, buenos minutos de Kuzminskas, con triple sobre la bocina algo afortunado incluido, y, en definitiva, veinte minutos de paz que hacían pensar que los tropiezos en San Sebastián y Santiago fueron debidos a la tensión de clasificarse para el Top16.
Pero todo cambió tras pasar por vestuarios, cambiaron las tornas. CAI Zaragoza se decidió a jugar, y Unicaja se lo permitió. Los zaragozanos llegaban a Málaga tras otras dos derrotas, la última muy dura en casa ante Gipuzkoa Basket precisamente, pero no bajaron los brazos tras un desastroso primer tiempo y lograron enmendar lo que hiceron mal. Tomàs empezó a penetrar, Tabu recordó que también se es feliz dando asistencias, Rudez empezó a tirar y Sanikidze a pelear cada bola como si le fuese la vida en ello.
Unicaja, por su parte, se durmió en los laureles. Vio como CAI Zaragoza se le subió a las barbas, que había partido, pero no parecía dispuesto a pelearlo. Sólo la ambición de Dragic le dió oxígeno en el último cuarto, pero el esloveno, recien salido de una lesión, no estaba para grandes gestas. El resto de compañeros dieron un paso atrás (algunos hasta dos).
Y aunque el marcador reflejaba un empate a 62 a falta de tres minutos, las tendencias de ambos equipos eran opuestas, y mientras los jugadores de Unicaja se encogían, los del CAI se creían capaces de ganar. Solución: parcial de 0-11 y victoria que viaja para tierras zaragozanas mientras en Málaga se alojan las nubes de las dudas que provocan tres derrotas seguidas en Liga Endesa y la sensación de haber vivido partidos como éste en años anteriores.