Entraron los dos conjuntos con un ritmo similar, pero pronto encontró Estudiantes en las continuaciones con Arteaga un recurso para abrir brecha. Entró entonces Fuenlabrada en un estado de precipitación y ansiedad que dio con varias pérdidas consecutivas (hasta 8 en el primer cuarto) que le impidieron sumar en ataque y que permitieron a Estudiantes aumentar el parcial a 0-12. A esa frustración podría achacarse entonces las dos técnicas a Eyenga, primero, y Mockevicius, después, que calentaron un partido hasta entonces controlado para Estudiantes. En ese contexto regresó Bellas como líder de una segunda unidad con Bobrov y Gillet también como brazos ejecutores y que permitieron a los locales recuperar el resuello antes del final del primer período (19-24) y darle continuidad en el segundo también con la entrada de Sergi Vidal al parqué.

En la renudación, Fuenlabrada pudo apretar la defensa y, aún sufriendo en el rebote con esa pareja interior baja (Gillet-Bobrov) pudo mantener la diferencia en esos 5 e ir poco a poco recortándola hasta empatar en partido de nuevo (33-33). Se decidió entonces Cuspinera por volver a dar minutos a su unidad inicial y volvieron a aparecer viejos errores y pérdidas en situaciones no forzadas, pero sin llegar a marchársele el partido en ningún momento, con un Estudiantes aún algo tocado por esa ventaja (+13) que había ido perdiendo de manera paulatina y solo con Brizuela como recurso ofensivo constante. La entrada de Osas le sirvió a Rowland para encontrar un socio en el pick and roll que Fuenlabrada explotó todo lo que pudo en esos últimos minutos del segundo cuarto.
Varió su quinteto Jota en el paso por vestuarios e introdujo a Bobrov en detrimento de Mockevicius en el ‘5’. Y el ucraniano resultó clave para iniciar el vendaval local que arrancó, sobre todo, desde una buena defensa y desde el hecho de poder correr los ataques. Bobrov sumaría hasta 11 tantos en el tercer cuarto y a su festival se terminarían sumando Liggins, muy cómodo en ese contexto, con otros 8, Marc García con 6 o Eyenga con 4. Fuenlabrada terminaría levantando una máxima que llegaría hasta los 20 tantos (79-59) ya entrado el último cuarto y la reacción de Estudiantes, siempre de la mano de Brizuela, acompañado de unos minutos bastante productivos de Juan Palacios, llegaría demasiado tarde, después de unos minutos de K.O. absoluto sobre el parqué. Giedraitis aparecería también con algo de acierto (7 de sus 10 puntos hoy en el último período) en un Fuenlabrada que ya había rebajado de manera considerable el tono defensivo y sobre el que Estudiantes ya encontraba espacios con la energía de Brizuela pero no atacaba y, sobre todo, no defendía con especial convicción.