Tras sufrir mucho en el último mes, el Caja Laboral atisba la salida del círculo vicioso en el que se había metido. Un circulo que no dejaba de girar, en forma de lesiones, mal juego y malos resultados. Ante la Lottomatica de Roma ya se vió una mejoría evidente y hoy quedó patente en los primeros veinte minutos de choque, que probablemente han sido de los mejores del equipo en esta temporada. 

Los locales comenzaron exhibiendo su mejor juego, muy completo y con mucha paciencia en ataque, esa que faltaba en las últimas semanas, llegando al pase extra que te da una situación de ventaja para poder anotar con fluidez. Además en defensa la cosa funcionaba estando el Estudiantes totalmente negado al aro más allá de los buenos minutos de Petar Popovic y la decisión y verticalidad de Albert Oliver, que se aprovechaba de pantallas  y bloqueos para atacar con decisión el aro una y otra vez.

Aún así, eso no era suficiente, todos los hombres disponibles en el conjunto de casa, incluyendo Eliyahu que volvía de una lesión, aportaban en ambas partes de la cancha. Carl English firmaba el séptimo triple del equipo sobre la bocina para colocar a los vitorianos con once puntos de ventaja al deescanso.

Luis Casimiro había probado de todo, intercalando defensas, pero aún así no eran capaces de encontrar soluciones reales ante el buen juego del Baskonia. A pesar de ello, no se rindieron y en el tercer cuarto apretaron los dientes y a través de la agresividad defensiva dejaron casi durantes seis minutos a los locales en tan solo 2 puntos, con 9 puntos totales en ese cuarto. Continuos 2×1 sobre la alargada figura de Tiago Splitter, agresividad en líneas de pase y mucho choque, para ponerse a tan solo un punto, gracias a un juego muy rápido con los cinco jugadores llegando a la canasta contraria para anotar. Destacar la tremenda labor de Pancho Jasen en todos los aspectos, corriendo muy bien la pista y tremendamente esforzado en defensa con su atacante y en las ayudas.

El Baskonia estaba nervioso, se encontraba con viejos fantasmas y su ataque estaba completamente roto. Aún así, consiguieron responder y se enfarragaron en un duro combate de boxeo, en el que ambos púgiles respondían golpe tras golpe ante el gran ambiente que se vivía en las gradas, gradas repletas de aficionados locales y de muchísimos aficionados madrileños.

Los estudiantiles consiguieron coger el timón a falta de cinco minutos, pero un triple de San Emeterio con el reloj a 0, volvía a empatar el partido. Singletary también contribuyó con un triple esquinado. A partir de ahí surgió la figura de Mirza Teletovic, que se hizo dueño del juego, tanto tirando como penetrando para convertirse en el auténtico héroe de la victoria baskonista. Un triple suyo de siete metros que ascendió hasta lo más alto de la cúpula y cayó limpio y con nieve desató la euforia entre los locales. Estudiantes ya no consiguió acertar e English ya remataba la faena ante la zona estudiantil. Los triples habían acabado con la dura resistencia de los del Magariños, mientras que ellos no habían conseguido acertar, en parte por un Ahearn que no tuvo su mejor noche.