El duelo comenzaba batiéndose en las zonas en los primeros instantes, y ahí Salah Mejri imponía su ley…y de que manera. El pívot tunecino parecía celebrar su inminente fichaje por el máximo rival estudiantil y en un despliegue de poderío nunca visto ajusticiaba a los interiores madrileños. Anotaba de espaldas al aro con su amplio repertorio de pies, machacaba tras correr como nadie el contraataque y por si fuese poco, en defensa intimidaba el solo el ataque estudiantil. Cuando Vidorreta reaccionó con tiempo muerto el parcial era de 10-0 para los gallegos. El ataque estudiantil no conseguía anotar y se veía superado una y otra vez por la defensa asfixiante del equipo local, tan solo el juego entre pívots madrileño acertaba con el aro rival. El cuarto mágico de Mejri y su equipo se cerraba con un triple de Dewar que ponía el increíble 26-8 en el luminoso. Vidorreta puso en liza a su segunda unidad y acertó con su planteamiento, Jaime Fernández y Kuric metían poco a poco a Estudiantes en partido y Blusens empezaba a atascarse en ataque debido a la falta de acierto puntual y a la mejoría defensiva de su contrincante. Los colegiales gracias al acierto de Clark y la dirección del base canterano asustaron a los gallegos con un parcial que les acercó a los últimos minutos por debajo de los diez puntos pero otra vez la sombra de Salah Mejri recorría el campo con Pumprla como escolta para volver a alejar al cuadro estudiantil en el marcador, 47-31.

Tras el paso por vestuarios, Estudiantes reforzados con una defensa mixta desconecto el ataque gallego que sufría para solucionar el problema planteado por Vidorreta, además Blusens perdía a Andres Rodriguez que cometía la tercera falta en un momento delicado del encuentro. Kirksay lideraba un amplio parcial favorable a su equipo hasta que fue sustituido, pero Gabriel recogió el testigo y metía a su equipo otra vez en partido, 57-50. Comenzaban los diez minutos decisivos del encuentro, el juego lento de Estudiantes no le convenía a Blusens que seguía sin adaptar sus sistemas ofensivos a la mixta planteada por Vidorreta. Una acción de 3+1 de Gabriel acercaba a Estudiantes a tan solo tres puntos mientras Blusens acumulaba demasiados minutos sin anotar tiros de campo. Un intercambio de canastas dio paso al momento clave del cuarto, el momento Pumprla, mate del checo que levanta a los aficionados de sus asientos que mientras aplaudían ya había robado y forzado una falta antideportiva ante el delirio de la grada, gran botín en tan poco espacio de tiempo. A falta de tres minutos Corbacho ponía diez puntos de diferencia en el marcador que con gran maestría los gallegos gestionaron hasta el definitivo 82-71.