Si el derbi modesto de la capital es ya de por sí un enfrentamiento caliente, el duelo que mantuvieron ambos clubes hasta la última jornada de la primera vuelta por la plaza de anfitrión que acabó adjudicándose Estudiantes no hacía si no añadir picante a un Fuenlabrada con tantas ganas de revancha como necesidad de una victoria para desmarcarse del grupo de equipos con 6 victorias que marcan la salvación. Debutaba Earl Rowland, que llegaba esta semana a Fuenlabrada después de la salida de Akognon y la lesión de espalda de Tomás Bellas. Con esa incorporación Fuenlabrada parecía sumar efectivos suficientes para afrontar esta segunda vuelta, pero en los primeros minutos de encuentro sufriría la baja de un Alex Llorca que se haría daño en la rodilla en un duelo con Gentile Entraba al partido mejor estudiantes, sobre todo aprovechándose de la ventaja física del propio jugador italiano sobre unos marcadores siempre más pequeños que él, toda vez que el Ché decidía dejar la participación de Eyenga en la primera mitad en menos de cuatro minutos. De la mano de Gentile los colegiales agarraron sus primeras ventajas superado el ecuador del primer período, que llegarían hasta los 10 tantos (9-19). Reaccionaban entonces los locales tras un tiempo muerto del Ché principalmente de la mano de un O’Leary que tuvo minutos importantes haciendo daño en continuaciones frente a una segunda unidad visitante que en la pintura se mostraba poco dinámica y, sobre todo, de la mano de un Pako Cruz que sumó dos aciertos desde más allá de los 6,75, uno de ellos para cerrar literalmente el primer cuarto, sobre la bocina, en 21-25. Esos 2 triples serían los únicos aciertos de los 9 intentos de los locales en el primer período.

La reanudación vino con igualdad con un Fuenlabrada que seguía sin encontrar acierto en el triple si esos lanzamientos no venían de la mano de Cruz y que por eso mismo dejó de lanzar tanto desde fuera. De la mano de unos buenos primeros minutos de O’Leary, de un par de triple de Pako Cruz y de Kravtsov en la pintura, los locales mantuvieron la desventaja en dígitos cortos (30-36 fue la máxima para Estudiantes en el segundo cuarto) y pudo acercarse a apenas una canasta de distancia superado ya el ecuador de esos segundos diez minutos. Una canasta de O’Leary tras un inverosímil pase larguísimo del debutante Rowland permitió a Fuenlabrada dejar el marcador en tablas en la última jugada de la primera mitad.
Contra todo pronóstico, por trayectoria, al que le sentó algo mejor el paso por vestuarios, entre comillas, fue a Fuenlabrada. Con muchas comillas. Estudiantes arrancaba con un 0-7 de parcial al que tuvo que reaccionar el Ché con un tiempo muerto en el que Fuenlabrada daría un vuelco emocional al partido. De la mano de un Eyenga que no había disputado ni cuatro minutos en la primera mitad y que, sin embargo, partió de titular tras el paso por vestuarios, Fuenlabrada comenzó a ser dinámico en los cortes a canasta y en los extra passes. El congoleño fue además determinante al plantear por fin una buena defensa sobre Gentile, que con todo y con ello se fue a 12 puntos en el tercer período, los mismos que había anotado en los 20 minutos anteriores. El trabajo de Eyenga, sin embargo, se hizo notar sobre todo a nivel mental en un Gentile que terminó diluyéndose en su enfrentamiento con la grada.

Por suerte para Estudiantes, en su momento mas sensible del último cuarto, cuando los locales comenzaban a poner tierra de por medio en el electrónico con hasta 8 puntos de renta, quien apareció como ‘factor X’ fue Gian Clavell. En los tres cuartos anteriores el exterior puertorriqueño apenas había lanzado cinco veces a canasta con las que sólo había conseguido sumar cinco tantos. En el último período sumo 16 de los 24 de Estudiantes. De sus manos, de hecho, llegaban 13 de los primeros 14 del conjunto visitante. Hasta cuatro triples sumó Clavell, el único que fue capaz de dar respuesta en Estudiantes a un Pako Cruz que volvió a ser imperial en Fuenlabrada en el último cuarto, como había venido siendo hasta hace un mes. El último de esos triples de Clavell, a 6 segundos del desenlace, y con falta de Rowland incluída servía a estudiantes para ponerse a un tanto. Llegó, sin embargo, el error del puertorriqueño en el tiro libre y una posterior jugada, con el reloj encima para los visitantes en la que Estudiantes pidió una falta sobre Whittington que le trío arbitral no consideró.