Con la parte baja de la tabla apretadísima, Movistar Estudiantes y Cafés Candelas Breogan se veían las caras en un duelo directo por una victoria que tendría valor doble. Para los madrileños se antojaba como una oportunidad de oro para distanciarse del descenso después de haber caído con UCAM Murcia y Delteco GBC en los últimos partidos. Por parte de los visitantes, las llegadas de McCallum y Ochefu les da alas para intentar revertir la situación de riesgo en la que se encuentran en este momento.

Rápidamente conseguía Breogán la primera canasta del partido tras un despiste de Vicedo, desatando el primer suspiro de desaprobación de la grada, demasiado pronto. Desde aquí hasta el final del cuarto los locales serían superiores en ambos lados de la pista con generosidad y agresividad en ataque y un Darío Brizuela dejando acciones de gran calidad, como una bomba que ponía el 12-6 en el marcador (min. 7). Con Cook bien defendido por Redivo, le tocaba al propio Brizuela asumir labores de organización, cumplidas de forma notable surtiendo balones a Caner-Medley. Alcanzaba los diez puntos de diferencia Movistar Estudiantes en el último minuto, un último minuto que cerraba Clavell con un triple a una mano sobre la bocina, desatando el delirio de la afición (23-11).

Iniciado el segundo cuarto, los locales buscaban distanciarse y romper el choque. Nik Caner-Medley era el más empeñado en ello y junto a Goran Suton los encargados de mantener a raya a Alec Brown y Volodymir Gerun. Brown se recuperaría levemente de su nefasto primer cuarto -0/5 en TC y -4 de valoración- mientras que Gerun se confirmaría como el jugador más constante de los de Tito Díaz con 12 de valoración al descanso. Con Clavell enchufado, los lucenses no serían capaces de recortar la diferencia por debajo de diez puntos. Es más, una suspensión a tabla del boricua supondría el 40-25 en el marcador (min. 18). Poquito a poco iba poniendo tierra de por medio el conjunto de Josep María Berrocal con un juego colectivo superior a las individualidades de McCallum y Gerun. Lampropoulos anotaría seis puntos casi consecutivos que clausuraban la primera parte con un resultado de 47-29 a favor de los locales.

Tras la reanudación era Ray McCallum, el recién llegado a tierras gallegas, el que protagonizaría las acciones de ataque de los de Tito Díaz. Sus siete puntos consecutivos no eran suficientes para recortar el déficit en el tanteo, que se situaba ya en torno a los veinte puntos. Mucha culpa de esto tendría un inspiradísimo Caner-Medley que se fue a los 10 puntos, tan solo en este cuarto, con dos triples seguidos cuando más se acercaban los visitantes (65-43, min. 28). Con Suton secundando bien al americano y con los interiores rivales completamente desconectados, los colegiales tendrían medio partido en el bolsillo –el otro medio se perdió ante Delteco la semana pasada- al final del tercer cuarto gracias a un tanteo de 72-46.

El último cuarto sería una fiesta en el WiZink Center con una ventaja que ya superaba los 30 puntos. En un partido forjado desde la defensa, siendo agresivos en la zona y con el gran sistema de ayudas que propone Berrocal –que cuando sale bien es una maravilla-, los destacados en ataque fueron sin duda Caner-Medley y Goran Suton que se fueron hasta los 20 y 27 puntos respectivamente. McCallum, por su parte, era el único jugador lucense con actividad ofensiva pero, desgraciadamente para los suyos, muy solo en esas acciones. Una falta antideportiva de Salva Arco por un tiro absolutamente fuera de lugar de Ludde Hakanson enturbiaría la parte final del encuentro. Finalmente, 95-62 a favor de Movistar Estudiantes ante un Cafés Candelas Breogán que continúa en descenso con 8 victorias –igualando a UCAM Murcia y superando por una a Delteco-. Se crea una distancia de dos partidos entre los murcianos y lucenses con los dos equipos madrileños y Herbalife Gran Canaria cogiendo algo de aire para afrontar las últimas jornadas.