Química, casualidad o sincronismo, parece ser que los respectivos viajes de un madrileño, un canario y un mallorquín hacia la ciudad NBA del Estado de Oregon durante distintos momentos, entre mitad de los ochenta del siglo pasado y comienzos del siglo XXI, no han sido del todo propicios para sus carreras deportivas.

Entre el legendario Clyde Drexler y el actual All-Star Brandon Roy, ha habido un largo paréntesis deportivo para el equipo de los Blazers con tres curiosas coincidencias (?): Un líder o estrella del equipo que deambula cómodamente entre las posiciones de base-escolta y alero, para goce de su parroquia baloncestística; un pívot top 3 del draft que se lesiona una y otra vez (Bowie-Oden); y por último, un entrenador jefe de perfil técnico acusadamente conservador (Schuler-McMillan). Esto último, la postura o impostura del coach, ha sido, sin duda, causa determinante para frustrar el recorrido o ciclo de los jugadores españoles que han transitado por esta franquicia NBA (Fernando Martín, Sergio Rodríguez y Rudy Fernández) .

Pívot, base o escolta, los tres han padecido el yugo de unos roles determinados, donde escasamente pudieron desarrollar sus contrastadas calidades técnicas, así como mostrar la plenitud de su juego. F. Martín y S. Rodríguez, ambos jugadores muy distintos (en época, posición, carácter, estilo de juego y técnica individual), sufrieron de manera similar, merced sus limitaciones físicas en adaptarse a una posición o rol de juego distintos del que desempeñaban.

Martín era un cinco en España al que Mike Schuler quería utilizar a toda costa de ala-pivot e incluso de jugador exterior, y Rodríguez, era y es, un base eminentemente ofensivo, con un físico limitado para el estilo defensivo y "atlético" NBA. De los citados tres jugadores, que duda cabe, que Rudy Fernández es técnica y atléticamente el más completo, y el que, aparentemente, tenía todas las papeletas para triunfar en Portland, abrirse camino entre la densa nómina de grandes escoltas NBA, y desarrollar una larga carrera en aquella liga.

Sin embargo, las circunstancias del técnico, una vez más, han condicionado de manera determinante el rumbo de este jugador en los Blazers.

Si a Rodríguez se le criticó por activa y por pasiva, entre otras muchas cosas, que su marcha hacia la NBA había sido precipitada, dada su juventud y pobre bagaje, en cuanto liderar un proyecto de basket ACB o élite europea al más alto nivel. Del ex de la Penya, no puede decirse lo mismo. El concienzudo y omnipresente tutelaje de Aíto, junto su rol como jugador franquicia verdinegro, y el constante "manto protector" de su entorno familiar (asesorados por un buen agente de jugadores), habían encauzado de manera correcta e impecable su trayectoria como jugador FIBA de alto nivel.

Nada que objetar, ¿o tal vez sí? Rudy Fernández, no olvidemos un joven jugador (muy ligado y unido a su familia), que, aparentemente, no tenía que haber lidiado con grandísimas dificultades deportivas y humanas (atentos a este segundo calificativo) durante su trayectoria verdinegra; era el jugador escogido para liderar el proyecto Penya, y como tal, así fue mimado y conducido desde la cantera.

Ahora bien, hasta fecha de hoy, solo un jugador español, ha encaminado sus pasos hacia la NBA con un billete de cierta seguridad en su minutaje y rol titular, el Sr. Pau Gasol. Un número elevado en el draft y ser un jugador interior de su calidad le abrieron las puertas de aquella liga a un nivel que otros jugadores FIBA soñarían o tardarían en disfrutar. Sin desmerecer la lucha, paciencia, y constancia del jugador de Sant Boi durante todos estos años (rol inestable en los Grizzlies, cambios de entrenadores, problemas de líder en el vestuario, traspaso "desesperado", etc.,), un pívot es una cosa y un escolta otra muy distinta cuando se viene de Europa.

En otro orden de cosas, muchos ya hemos comentado otras veces que el baloncesto NBA, es pura esencia de negocio y profesionalismo con mayúsculas, y sin duda, exprime al máximo la dureza mental y paciencia de los "trabajadores" de la pelota. La lista de jugadores europeos de prestigio (o no tan afamados) que han tenido que salir por la puerta de atrás de la Liga de Mr. Stern es larga. Algunos, los más afortunados, hicieron el camino de ida y vuelta, para luego volver a territorio estadounidense. Tal vez, más preparados mental y deportivamente, pero también con el inefable factor suerte de su lado. Ese factor que determina que caigas en el lugar y momento adecuado. Tal vez, Rudy tenga que esperar, que el factor tiempo, le ubique en ese equipo, entrenador y circunstancias más favorables, mientras tanto, si el show bussines que es la NBA le da tregua en sus temas contractuales, cosa árida y espesa, puede que el mallorquín vuelva al basket FIBA en un intermedio de su carrera, donde pueda saborear "viejas" sensaciones y roles olvidados.

En definitiva, y además de ganar su buen salario, disfrutar del juego.

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