Los jugadores más polémicos de la NBA están sufriendo dificultades a la hora de encontrar equipo. Si la semana pasada informábamos del fichaje de Ty Lawson por los Kings, esta semana ha sido Lance Stephenson quien ha encontrado acomodo para la temporada que se avecina. Según la información que ha anunciado Shams Charania en The Vertical, el escolta neoyorquino de 26 años ha firmado por los New Orleans Pelicans.

Este acuerdo se ha producido después de un verano lleno de incertidumbres para Stephenson. El jugador se convirtió en agente libre sin restricciones después de que los Grizzlies, su último equipo, no ejercieran la opción valorada en 9,5 millones de dólares para la temporada que viene y renunciaran de este modo a contar con sus servicios.

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El fichaje de Stephenson parece acertado por varias razones. En primer lugar, a pesar de que ocupe la posición de escolta destaca por su visión de juego y su capacidad de pase, de modo que puede ocupar la posición de base en algunas fases de los partidos. En este sentido, la baja indefinida de Jrue Holiday por problemas de salud de su mujer puede ser suplida con mayores garantías con la incorporación de Stephenson. Además, debemos recordar que Holiday es un jugador con tendencia a lesionarse. En sus tres temporadas anteriores como Pelican, ha disputado 34, 40 y 65 partidos.

En segundo lugar, el juego exterior de Nueva Orleans necesita alguna pieza que le ayude a dar un salto de calidad. Jugadores como E’Twaun Moore, Alonzo Gee, Quincy Pondexter, Solomon Hill o Chris Copeland no son los hombres que, sobre el papel, puedan llevar a un equipo a playoffs. Otros dos jugadores tienen más nombre pero plantean muchas dudas. Uno de ellos es Tyreke Evans, un talento con tendencia a amasar mucho balón y a lesionarse. El otro es el rookie Buddy Hield, un destacado tirador cuyo rendimiento en las Ligas de Verano ha sido decepcionante, lo que hace que sus expectativas respecto a la próxima temporada sean toda una incógnita.

Así las cosas, la llegada de Lance Stephenson puede ser una solución para el juego exterior de los Pelicans. A pesar de que su rendimiento haya sido decepcionante en sus dos últimas temporadas, su etapa en los Pacers fue muy positiva.

Después de pasar solo un año en la Universidad de Cincinnati, fue elegido en la posición número 40 del draft de 2010 por los Pacers. No contó con mucho protagonismo en sus dos primeras temporadas, pero en la tercera dio un salto de calidad que le permitió ser el escolta titular del equipo. Durante dos temporadas fue la estrella defensiva del equipo, además de un jugador que colaboraba en todos los aspectos del juego, desde la creación hasta la finalización de las jugadas. Su decreciente trayectoria en la NBA se explica por su mala cabeza, lo que ha hecho que le haya costado tanto encontrar equipo. Esperemos que en la desembocadura del Mississippi Stephenson encuentre de nuevo el ecosistema que le hizo brillar como uno de los mejores todoterrenos de la NBA.

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