La NBA apretó el botón de encendido hace casi un mes, dejando a Boston Celtics y Portland Trail Blazers como líderes de sus respectivas conferencias con casi el veinte por ciento de Regular Season disputada. En el horizonte, a modo individual, el All-Star de Salt Lake City que se llevará a cabo entre el 17 y 19 de febrero.
Será el partido número 72 del All-Star que se disputará en el Vivint Smart Arena, casa de los Utah Jazz, actualmente terceros del Oeste. Se conmemorará el treinta aniversario del primer partido del Juego de las Estrellas en la ciudad del estado de Utah en 1993, cogiendo el relevo de Cleveland, sede el año pasado. En aquella ocasión, victoria del Oeste 135-132, con prórroga incluida y con las leyendas locales de Malone y Stockton como MVP del partido.
En esta nueva edición, hay un grupo de jugadores que lideran la generación de 2023, sobresaliendo actuaciones de Doncic, Tatum, Curry, Embiid o Giannis Antetokounmpo, viendo si LeBron James será o no de la partida y buscando algunos de ellos acceder a su primer partido de All-Star. El año pasado debutaron en Ohio Ja Morant, LaMelo Ball, Darius Garland, Andrew Wiggins, Dejounte Murray, Fred VanVleet y el pívot Jarrett Allen. ¿Quién son los tres principales jugadores ahora para debutar en el All-Star?
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Shai Gilgeous-Alexander (Oklahoma City Thunder)
Es el jugador que liderará el nuevo lote de novatos en un partido de las estrellas de la NBA en Salt Lake City. Va camino de ello, viendo como era el único del grupo de once jugadores con promedios de al menos 23 puntos, cinco asistencias y cuatro rebotes que aún no había participado en un partido de esta índole. Ahora promedia 31,1 puntos, 4,4 rebotes y 6,1 asistencias en doce partidos de temporada regular. Anteriormente, lesiones o balance negativo de OKC hizo que el jugador canadiense, nacido en Toronto, pick 11 del Draft de 2018 y producto de Kentucky, no tuviese el billete, pero ahora tiene muchos números de ser un fijo entre los 24 elegidos, teniendo las estadísticas y victorias necesarias para respaldar esa afirmación. SGA es bidireccional, mejora cada año con el balón en las manos y es un tremendo anotador compulsivo, creando un gran binomio junto a Josh Giddey en Oklahoma, tal y como se pudo ver hace dos días en el Madison Square Garden.
De’Aaron Fox (Sacramento Kings)
La franquicia de la capital de California lleva cuatro temporadas sin llevar jugador alguno al partido de las estrellas de febrero. Una larga ausencia en paralelo a la mala racha que tiene el equipo en los últimos cursos y sin participar desde hace 16 años en playoffs. La esperanza es desde hace unos años el base De’Aaron Fox, con varios cursos teniendo opciones de ser de la partida, pero los malos resultados de Kings hacían pensar en otros nombres por encima del jugador nativo de New Orleans. Fox en este curso promedia 25,5 puntos, cinco rebotes y seis asistencias, viendo a Sacramento Kings ocupar la novena posición, tras un inicio de 0-4, colocándose ahora 6-6 con los automatismos de Mike Brown y Jordi Fernández calando en el grupo y traduciéndose en victorias.

Pero estas estadísticas se tienen que unir a ese balance victorioso, el ver al equipo luchar por puestos de postemporada en enero, sabiendo que el base, producto de Kentucky, lucha contra una generación de gigantes talentosos del backcourt de la Conferencia Oeste, con nombres como Doncic, Curry, Shai, Lillard, Morant o Booker.
La reputación de Sacramento se tiene que arreglar, comenzando por tener un jugador el fin de semana de las estrellas, en unos Kings que no pueden descartar enviar a Sabonis a Utah como opción más viable y así poder romper la sequía.
Desmond Bane (Memmphis Grizzlies)
El jugador de Grizzlies ha creado una unión reconocida y perfecta junto a Ja Morant, llegando a colocar su nombre como posible candidato para debutar en un All-Star. Los Grizzlies de Jenkins y Aldama ocupan la cuarta posición del Oeste con un balance de 9-5.
Hasta el momento, en doce partidos, el pick 30 del Draft de 2020, egresado de TCU Horned Frogs de Texas, promedia 24,7 puntos, 4,9 rebotes y 4,8 asistencias, con un espectacular 45 por ciento en triples.
Su influencia bidireccional en el proyecto de Jenkins es clave, siendo un elemento indispensable en la parcela ofensiva al lado de Morant. Es una enorme segunda estrella de un equipo contendiente a todo, incluso para pensar por el anillo, viendo como Bane ha dado un nuevo paso adelante y ha aprovechado la ausencia de la otra estrella por lesión, Jaren Jackson Jr.

Otros posibles nombres que surgen como posibles candidatos a su primera participación en el partido de las estrellas de Utah son el base de Pacers Tyrese Haliburton, incluso se puede pensar que Bennedict Mathurin, rookie de Indiana, podría tener opciones si mantiene este nivel, también Anthony Edwards, que necesita ser más regular en unos Wolves totalmente irregulares y con muchas dudas o Lauri Markkanen como líder de unos sorprendentes Utah Jazz que juegan en casa el All-Star. En un segundo escalón, se pueden colocar Paolo Banchero, esperando que vuelva de la lesión, o Anfernee Simons, escudero en el backcourt de Lillard en Blazers.