Baloncesto Fuenlabrada sorprendía hace breves fechas con la contratación de un pívot NCAA proveniente de la Universidad Stephen F. Austin que respondía al nombre de Taylor Smith. Sus números eran notables (16 puntos, 9.5 rebotes y 2.8 tapones por partido), pero lo que más llamaba la atención era la escasa estatura de este joven jugador para ocupar la posición de pívot. Con su 1.97 de estatura, Fuenlabrada veía en Taylor a su Kyle Hines particular.
Esta era una apuesta arriesgada pero excitante. Si embargo, sus primeras sensaciones no han sido las más positivas. O así al menos se lo ha parecido a la dirección deportiva de Baloncesto Fuenlabrada, que no lo ve claro y está decidida a cortar al jugador para buscar otro hombre interior con un perfil más "ortodoxo". Su corta estatura y su inexperiencia en el basket profesional europeo han sido handicaps que han pesado mucho en la decisión del club fuenlabreño. En el contrato suscrito por el norteamericano se prevía tal opción de corte antes del final del presente mes.